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  Al guionista Matt Cook le llegó la inspiración para escribir su primer largometraje, Triple 9, cuando intercambiaba historias con un colega durante un viaje en coche por el desierto. «Iba en coche de Phoenix a Las Vegas con uno de mis mejores amigos, que es un policía secreta antinarcóticos del Departamento de Policía de Phoenix —recuerda Cook—. Yo estuve en el Ejército, así que le conté algunas historias de guerra, y él me contó una llamada que tuvo mientras estaba de servicio con un código 999. Yo le corté y le pregunté qué era aquello, y me explicó que es el código de mayor prioridad para la policía. Si un agente recibe un disparo durante un tiroteo, lanza un código 999 y todos los polis dejan lo que están haciendo para acudir adonde esté y buscar al responsable hasta que lo encuentren. Entonces yo le pregunté a mi amigo: “¿Y qué pasa con el resto de la ciudad?”. Y él contestó: “Pues que se queda sin policía”».
  Viendo que era un tema lleno de posibilidades dramáticas, Cook empezó a esbozar el guion de Triple 9 nada más volver de Los Ángeles. «Es un tema que apela directamente a la lealtad, porque cuando tu hermano policía te llama, tú respondes —explica—. Queríamos plantear la siguiente pregunta: “¿Hasta dónde sería capaz de llegar un policía por un hermano?”, y luego darle la vuelta al tema y preguntar: “¿Que sería lo peor que podrías llegar a hacer?”».
  Una vez terminado, el guion captó el interés del director australiano John Hillcoat, conocido por su brutal western de 2005 La propuesta (The Proposition) y por su demoledora adaptación del drama postapocalíptico de Cormac McCarthy La Carretera (The Road). «Yo había estado viendo un montón de thrillers policiales, y lo que más me interesó del guion de Matt fue la idea del código 999, del que nunca había oído hablar», comenta Hillcoat. «El código plantea un gran dilema ético en el género policíaco, que nos ha dado mucho material. Matt tuvo esta fabulosa idea, que permitía dar un nuevo enfoque a ese mundo».
  A Cook le pareció que Hillcoat era el director perfecto para Triple 9. «Cuando terminé de escribir el guion me preguntaron a qué directores quería enviarlo, y John Hillcoat fue mi primera elección», confiesa Cook. «La propuesta es una de mis películas favoritas, así que cuando John leyó el guion y accedió a dirigir la película, me sentí muy feliz. Es muy creativo, y aportó a la historia un enfoque colorido y reflexivo».  

  Con Hillcoat en la dirección, Triple 9 atrajo a un excepcional reparto de actores de alto nivel, muchos de los cuales no acostumbran a embarcarse en proyectos de temática contemporánea. Entre ellos se encuentra el candidato al Óscar Chiwetel Ejiofor, que interpreta a Michael Atwood, un antiguo soldado de las Fuerzas Especiales convertido en cabecilla de una banda de atracadores. A diferencia del personaje de Solomon Northup, al que interpretó en 12 años de esclavitud (12 Years a Slave), o del científico humanitario de Marte (The Martian), Michael es cualquier cosa menos un hombre heroico. «Es un personaje que no tiene nada de bueno, y aun así posee cierta nobleza», dice Ejiofor. «Michael está comprometido en todos los sentidos, tanto por su situación como por el control que estos mafiosos ruso-israelíes tienen sobre su hijo, la única cosa del mundo por la que siente afecto».
  Ejiofor fue uno de los primeros actores en embarcarse en Triple 9, por lo que Hillcoat tuvo mucho tiempo para observar su transformación. «Trabajar con Chiwetel en este personaje fue una experiencia increíble, porque es uno de esos actores que se meten completamente en el papel», comenta el director.
  Si bien Ejiofor aporta a su personaje ese destello de vulnerabilidad por su amor hacia su hijo Félix, Michael es un soldado curtido que tiene que demostrar su fiero dominio de las armas. Durante el mes y medio que precedió al comienzo del rodaje, en el verano de 2014, Ejiofor se preparó con el coordinador de especialistas Mickey Giacomazzi y con el ex navy seal Mark Stefanich para aprender técnicas de combate. «Chiwetel se lo tomó muy en serio —recuerda Giacomazzi—. Fue como un pequeño campo de adiestramiento. Entrenaba tres veces a la semana disparando miles de tiros y aprendiendo las diferentes posturas, se familiarizó con todas las armas. La transformación de Chiwetel fue sorprendente, al principio preguntaba cosas muy básicas, pero seis semanas más tarde parecía un asesino perfectamente adiestrado. Fue una pasada». 

  Casey Affleck ha cosechado grandes elogios por su interpretación de delincuentes implacables en películas tan aclamadas como El demonio bajo la piel (The Killer Inside Me) y Un lugar sin ley (Ain’t Them Bodies Saints). Triple 9 ofreció al actor la oportunidad de cambiar de registro al interpretar al policía intachable Chris Allen. «Hasta ahora había interpretado a menudo a asesinos a sueldo y villanos de todo tipo —dice Affleck, que ya había trabajado con Woody Harrelson en el intenso drama independiente Out of the Furnace—. Había algo en el personaje de Chris Allen que me pareció muy, muy puro. Chris tiene las ideas claras sobre lo que está bien y lo que está mal, y se aferra a esas ideas aunque los demás quieran empujarlo, tentarlo o llevarlo en otras direcciones. Además, me parecía increíble formar parte de un reparto coral como este, con un montón de personajes corruptos y violentos. En realidad Chris no cambia, sino que se afirma más en lo que ya es».
  «Este no es el Casey al que hemos conocido hasta ahora —añade Hillcoat—. Me gusta cuando los actores hacen algo muy distinto de lo que acostumbran, fue muy emocionante ver a Casey convertirse en esta máquina de matar en constante movimiento, pero que al mismo tiempo es un tipo idealista».
  Para prepararse para su papel en Triple 9, Affleck se integró entre los policías de Atlanta. «Tienen un trabajo muy duro —apunta el actor—. Nunca me volveré a cabrear con un policía por ponerme una multa por exceso de velocidad. Te pasas ocho horas al día dando vueltas en un coche, a veces sin nada que hacer, y de repente te entra un aviso y tienes que correr a 150 kilómetros por hora por un barrio residencial y, si no tienes cuidado, en un minuto podrías estar muerto, o incluso matar a alguien. Tras pasarme el día así, llegaba a casa agotado y dormía 15 horas seguidas».
  Como parte de su preparación, el actor conoció a varios agentes de policía encargados de combatir a las mafias, como hace su personaje en Triple 9. «Los de las unidades especializadas en bandas criminales son muy agudos, y entienden cómo funcionan las cosas a un nivel que yo no podía prever —observa Affleck—. Esta gente está totalmente implicada en lo que hace y da su vida por su trabajo. Convivir con ellos me ha ayudado mucho a entender mejor mi personaje».

  Cuando buscaba un nuevo villano para su saga urbana y contemporánea de corrupción policial, Cook se inspiró en la llamada «mafia kosher». «Hemos visto muchas veces a la mafia italiana, a la mafia irlandesa y a los carteles mexicanos, pero queríamos hacer algo diferente —explica el guionista—. Investigué mucho y descubrí que hay muchos presos ruso-israelíes muy poderosos condenados por tráfico de armas y otros delitos. Esos tíos son multimillonarios, pero por alguna razón no son muy conocidos. También descubrimos que las organizaciones criminales ruso-israelíes suelen estar dirigidas por una sola persona. Sus líderes son casi míticos, casi como el personaje de Keyser Söze en Sospechosos habituales».
Kate Winslet aporta una aterradora combinación de afilada inteligencia y silenciosa peligrosidad al personaje de la implacable jefa mafiosa Irina Vlaslov. La actriz, ganadora de un Óscar y candidata a otras seis estatuillas, entre ellas una en 2015 por Steve Jobs, no suele trabajar en películas de acción. Pero la oportunidad de interpretar con acento ruso y de llegar a lo más profundo del oscuro corazón de Irina le resultó demasiado seductora como para resistirse. «Como alternativa a otra organización criminal dirigida por hombres, concebimos a Irina, una especie de lady Macbeth, que es una mujer muy inteligente y compleja», comenta Cook.
  El director Hillcoat se quedó maravillado con la intensidad de Winslet cuando apareció en el rodaje.
 «Para interpretar a Irina necesitábamos a alguien que pudiera transmitir respeto y autoridad y que de hecho resultara más poderosa que ningún otro personaje de la historia. Kate Winslet tiene esa increíble capacidad de meterse en la piel de sus personajes, y además está formada en los escenarios británicos, por lo que fue tremendamente meticulosa con el acento».
  Cook había imaginado a Irina como una presencia muy viva en su guion, pero Winslet llevó al personaje a una nueva dimensión. «Kate aporta una profundidad a su personaje que traspasa los monólogos de la página. Te resulta imposible apartar la mirada de ella. Llegas a creerte que Irina ha trabajado en misiones con el Mossad. Al mismo tiempo, sientes el amor que le profesa a Felix y la envidia que tiene por la belleza de su hermana. Kate refleja todo eso de una forma difícil de explicar».
  La actriz israelí Gal Gadot, conocida por sus papeles en películas de acción como Fast & Furious 6 y Fast & Furious 7, interpreta a la sugerente y taciturna hermana de Irina, Elena. «Es como un alma perdida, porque Irina le ha robado su poder, le ha robado a su hijo e incluso a su marido —dice Gadot—. La sombra de Irina sobre Elena es muy pesada».
  En contraste con la tensión que existe entre sus personajes en la pantalla, Gadot confiesa que disfrutó enormemente de la relación que estableció con la actriz británica durante el rodaje. «Kate es amable, extrovertida y tiene mucho talento. Estoy enamorada de ella —ríe Gadot—. La relación entre hermanas que ves en la pantalla está muy alejada de la vida real. De hecho, ¡me encantaría que Kate fuera de verdad mi hermana mayor!».
  Gadot también se deshace en elogios hacia el director de la película. «John ha sabido convertir la historia de Matt en una película coral cruda y tensa, distinta a las que se suelen ver —apunta—. La forma en que enfoca, en que ilumina, todo es oscuro y sórdido, y eso me parece genial».

  Antes de unirse al reparto de Triple 9 en el papel del investigador de grandes delitos Jeffrey Allen, el dos veces nominado al Óscar Woody Harrelson ya había dado vida a un nutrido número de agentes de la ley con tachas, en proyectos como Rampart y la serie ganadora de un premio Emmy «True Detective». «Mi especialidad parecen ser ahora los policías descolocados, pero el personaje de Jeffrey es distinto del de Marty en “True Detective” en varios sentidos —explica el actor—. En este océano de experiencias dramáticas, Jeffrey tiene cierta ligereza que aporta un tono diferente al personaje».
  Harrelson dice que su aproximación al personaje fue intensa, contando con que Hillcoat modularía su interpretación cuando fuera necesario. «Me gusta John, porque una de las cosas que más le gustan es venir y decirme: “Bueno, ahora vamos a rebajarlo un poco”. Y para mí eso es ideal, porque siempre lo doy todo cuando tengo la oportunidad, y por eso necesito a alguien que me diga que tengo que estar un poco más contenido»
  El Jeffrey Allen de Harrelson no hace las cosas de la manera más ortodoxa, pero sus intenciones son buenas. Por el contrario, el agente especializado en bandas Marcus Belmont abusa de su posición de autoridad para cometer la mayor de las traiciones por el bien del plan 999 de los delincuentes. Para encarnar la tremenda doblez de Marcus, Hillcoat eligió a Anthony Mackie, que le había dejado una huella imborrable por su interpretación de un soldado estadounidense en la película En tierra hostil (The Hurt Locker). «Nunca olvidaré lo que hizo en aquella película», dice Hillcoat.
  Mackie aportó al papel un toque de autenticidad de los que no se aprenden en los libros. «Anthony vive en Nueva Orleans, así que conocía bien ese mundo —explica el director Hillcoat—. También se preparó intensivamente en operaciones militares para En tierra hostil, así que llegó a esta película ya con un rodaje. Anthony tenía incluso sus propias fuentes, que había cultivado durante años. Le hacía ilusión interpretar a un personaje que se encuentra moralmente dividido entre el bien y el mal».

  El tres veces ganador de un premio Emmy Aaron Paul interpretó con maestría la desesperación de la drogodependencia con el papel de Jesse Pinkman, que lo lanzó a la fama en la serie «Breaking Bad». Abordar al atormentado expolicía Gabe Welch en Triple 9 le dio la oportunidad de interpretar a otro personaje atormentado, aunque esta vez se trataba de uno adiestrado en técnicas de guerra paramilitares.
«Gabe es un tío confundido —comenta Paul—. Es sin duda una mala persona, pero es el único del equipo que tiene conciencia, y el único que intenta que la banda no ponga en marcha su plan del código 999, porque eso implicaría la muerte de un policía. Eso me encantó de él. En realidad se le ocurre a él la idea de matar a un poli, pero en plan de broma, improvisado, dando por hecho que nadie se lo va a tomar al pie de la letra, pero resulta no ser así».
  Tras sufrir una terrible pérdida, Gabe toca fondo. «Él y su novia se adentran muy profundo en un agujero de drogas y locura», dice el actor. «Curiosamente, creo que de ahí es de donde saca su lucidez y decide ponerse en peligro para sabotear el plan».
  Paul, un gran fan de La propuesta, cazó al vuelo la oportunidad de trabajar con su director. «Si John Hillcoat participa en una película, sabes que va a ser cruda, intensa y sincera, y eso me gusta —dice Paul—. El guion fue lo primero que atrajo a la gente a este proyecto, pero cuando además nos enteramos de que John estaría al mando, entonces fue cuando todos salimos corriendo para formar parte de Triple 9. Ha sido muy emocionante».
  Hillcoat valoró que Paul se sumergiera en su personaje hasta el menor detalle, como su estrafalario corte de pelo. «Le dimos un corte de pelo muy loco, para transmitir la idea de que Gabe está al límite y de que podría descontrolarse en cualquier momento». Hillcoat comenta que, a diferencia del personaje solitario y lacónico que interpreta, Paul estaba entusiasmado y abierto a cualquier sugerencia. «Aaron es un gran colaborador. Gracias a su experiencia en “Breaking Bad” y otros trabajos, ha hecho una gran aportación a este personaje».

  Hillcoat y su equipo de rodaje se las vieron y se las desearon para enraizar la acción en la estética y los sonidos de una ciudad estadounidense del siglo XXI. «Para mí la clave fue basar Triple 9 en la realidad —subraya el director—. Creo que muchas películas policíacas se han apartado de la realidad, así que nosotros hicimos mucho trabajo de campo».
  Esta búsqueda de autenticidad llevó a Hillcoat hasta la unidad de la policía de Atlanta especializada en bandas. «Nos acompañaron y nos asesoraron durante todo el rodaje, explicándonos las cosas que pasan (y que no pasan) en la calle —comenta—. Recreando la experiencia, visitamos barrios donde viven muchos miembros de bandas. En Triple 9, eso se traslada al escenario en el que la unidad de Marcus y Chris hace una redada en el barrio».
  'Triple 9' aborda el tema de la agresividad policial, que se ha vuelto muy controvertido. «En los últimos años, muchos exmilitares se han convertido en policías —explica Hillcoat—. Hay también un intercambio de recursos. Tienen tanques y todo tipo de artilugios militares cuando hacen redadas en esos lugares, y se producen muchas situaciones caóticas. Para mí se trataba de una idea interesante, sobre todo porque estábamos trabajando con personas reales, con miembros de bandas y de la policía de Atlanta. Contamos con todas las partes implicadas».

  'Triple 9' empieza y termina con unas secuencias de acción espectaculares que sumergen inmediatamente al espectador en el violento mundo de sus antihéroes. «A John Hillcoat le entusiasma el realismo, y yo sabía que el reto para nosotros iba a ser que la acción fuera lo más realista posible», explica el coordinador de especialistas Mickey Giacomazzi. Las escenas de atracos y persecuciones por la autopista, que se coordinaron con el diseñador de producción Tim Grimes y para las que se evitaron al máximo los efectos digitales, se beneficiaron del variado paisaje urbano de Atlanta. Entre las localizaciones de la película se encuentra el World Congress Center de Georgia, que haría las veces del Departamento de Seguridad Nacional; el complejo de apartamentos Samuel W. Williams, que sería el hogar de Pinto, el líder de la banda hispana; y la sede de la Georgia Bankers Association en el número 50 de la plaza Hurt, en el centro de Atlanta, que serviría de escenario para el atraco al banco.
  Paul dice que nunca olvidará esa secuencia. «Atracar ese banco ha sido uno de los mejores momentos de mi carrera —confiesa el actor—. Es como jugar a policías y ladrones cuando eres niño, pero a lo grande. Saltar de la furgoneta con el arma en la mano y el pasamontañas, entrar corriendo al banco y decirle a todo el mundo que se tire al suelo, y luego disparar… me resultó tremendamente divertido».
  Giacomazzi, que en 2012 ya había trabajado en Georgia en la película de Hillcoat Sin ley (Lawless), protagonizada por Tom Hardy, se enorgullece de haber coreografiado cuidadosamente el caos que siguió al atraco, cuando una bomba de tinta roja pegada al dinero robado explota en mitad de la autopista. «El equipo dobla la esquina y al momento tienes a cuatro tíos en una furgoneta que no ven ni torta —recuerda el especialista—. Van por ahí dando volantazos, y casi acaban teniendo un choque frontal contra otro vehículo. Entonces Chiwetel roba a mano armada un Chevrolet Suburban. Marco se sube de un salto al capó de un BMW y empieza a disparar a la gente. Hay una chica gritando en un coche, y las secuencias de acción se suceden una tras otra. Hay tiroteos, colisiones y explosiones. Desde el punto de vista de un especialista —y de cualquier amante de las películas de acción— no se puede pedir más».
  Para la persecución de coches culminante de Triple 9 se recurrió al especialista veterano Mike Johnson, ganador de la competición Baja 500 en la categoría «Class 12». Johnson, que dobla a Harrelson, pilotó un Ford Crown Victoria en un atasco en Atlanta a una velocidad de vértigo. «El personaje de Woody, Jeffrey Allen, cree que su sobrino Chris corre peligro, así que se sube corriendo al Crown Victoria y corre entre el tráfico como un loco, esquivando vehículos normales y adelantando a los de la policía —dice Giacomazzi—. No va a detenerse ante nada. Conseguir que un equipo de pilotos de primera trabajara con Mike mientras él hacía todas esas locuras por la ciudad fue muy emocionante».
  'Triple 9' iba a ambientarse en Los Ángeles, pero ganó en interés y realismo al desarrollarse en un escenario relativamente desconocido. «Rodar en Atlanta me resultó más refrescante que hacer otro thriller urbano en Los Ángeles o en Nueva York —comenta Hillcoat—. Es un mundo que hemos visto muchas veces, así que usar Atlanta como localización ha resultado para nosotros una forma más de revitalizar el género».

  'Triple 9' ofrece al público una salvaje mezcla de persecuciones policiales, tiroteos y personajes volátiles de distintos grados de criminalidad que están muy bien adiestrados en el arte de la guerra, pero muy poco preparados para lidiar con sus demonios internos. «Espero que la gente se lleve la sensación de haber visto un impresionante pedazo de realidad realzado por el toque cinematográfico —dice Ejiofor—. Los giros emocionales de la película me atraparon, porque estás de parte de un personaje y de repente todo cambia y te encuentras apoyando a otro. Y a través de esta experiencia aprendes distintas cosas sobre distintas personas. Y al final te encuentras ante un sistema muy complejo que va despiezando el mundo moderno y quitándole una a una sus múltiples capas».
  'Triple 9', que lleva temas clásicos, como la traición y la hermandad, a extremos hiperviolentos, ofrece una visión contemporánea llena de acción sobre las estructuras actuales de poder en las ciudades y cómo se corrompen de dentro a fuera. Nuestros personajes no son planos —apunta Hillcoat—. Creo que lo que le gustará al público de Triple 9 es que es un thriller de acción sostenido por personajes de carne y hueso que están llenos de inesperados recovecos».
  Aaron Paul define 'Triple 9' como una tragedia de acción cimentada en sus personajes. «'Triple 9' es realmente como dos películas en una —explica—. Hay buenos y malos, y lo mejor de todo es que no sabes muy bien del lado de quién estás. Es un hatajo de gente corrupta controlada por la mafia rusa que tiene que matar a uno de los suyos para sacar adelante su siguiente gran golpe, así que la cosa se complica mucho. Si te gustan las buenas historias y los temas bastante oscuros, te va a encantar 'Triple 9'».

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