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SINOPSIS
Marnie decide mudarse a Los Angeles para estar lo más cerca posible de su hija Lori, la cual es guionista. Lori se verá obligada por las circunstancias a fijar unos límites para los que su madre encuentra la forma de cambiar la vida de todos gracias a su optimismo...
INTÉRPRETES
ROSE BYRNE, MEGALYN ECHIKUNWOKE, SUSAN SARANDON, BILLY MAGNUSSEN, JASON RITTER, MICHAEL McKEAN, J.K. SIMMONS, LUCY PUNCH, LAURA SAN GIACOMO
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NOTAS DE LA DIRECTORA...
Fue hace unos años. Mi novio me acababa de dejar y mi padre acababa de morir. Odiaba mi trabajo, Los Ángeles y todas las ideas que se me ocurrían. Y justo cuando estaba dispuesta a recogerlo todo e irme a cualquier otro lugar, mi madre vendió su casa de Nueva Jersey y se mudó a casi cuatro mil kilómetros de distancia para estar más cerca de mí.
Llevo desde entonces criándola en Los Ángeles.
Mi madre se pasa mucho tiempo sola. Me siento muy culpable por eso. Y tengo mucho resentimiento por esa culpa, y luego más culpa por ese resentimiento, con muchas capas de amor entre medias. Ojalá pudiera llenar el vacío que dejó mi padre, pero era alguien fuera de lo común. Y lo echo muchísimo de menos.
Tras su muerte, mi madre y yo lo lloramos de formas tan distintas, que costaba encontrar puntos en común. Pero, al verla sobrellevar su dolor de forma tan maravillosa, tan optimista, me di cuenta de que quería contar su historia. Y quería ser sincera al respecto: lo sola que estaba ella, lo mal que podía llegar a tratarla yo, lo pesada que podía llegar a ponerse, pero también lo generosa y desprendida, y lo increíblemente valiente que era por realizar un cambio tan radical.
Así que esta es su historia, pero con un poco más de aventuras, líos y diversión, e incluso un interés romántico con bigote. Es una disculpa y un intento de animar, y una vuelta a la realidad y también un poco de fantasía ideal. Pero no es solo para mi madre. Es para tu madre. Es para ti. Es para todo el que sepa lo que es volver a empezar. Es para todo el que haya tenido que sobrevivir a sus seres queridos. Es sobre nuestra lucha para conseguir que nos entiendan, para que no nos olviden. Pero, sobre todo, es la historia de alguien a quien todos deberíamos tener la suerte de tener que aguantarla: una madre que nos quiere un poco en exceso.
LA PRODUCCIÓN...
UNA MADRE IMPERFECTA cobró vida durante el rodaje de la primera película de Lorene Scafaria, “Buscando un amigo para el fin del mundo”. Aunque Scafaria estaba encantada de estar dirigiendo su primer filme y de trabajar con estrellas como Steve Carell y Keira Knightley, reconoce que aún se encontraba algo aturdida tras la muerte de su inconmensurable padre, Joe, el año anterior. En mitad de su dolor y de este importante momento de su carrera, la madre de Scafaria, Gail, decidió trasladarse a Los Ángeles para estar cerca de su única hija. Joy Gorman, productora de UNA MADRE IMPERFECTA, que también produjo “Buscando un amigo para el fin del mundo”, recuerda a Gail rondando por el set de rodaje, haciéndose amiga de todo el mundo: “Recuerdo que Lorene bromeaba con Gail diciéndole: ‘la próxima película será entera sobre ti y la llamaré ‘La metomentodo’. Pero al final resultó no ser una broma, sino que se hizo realidad”.
Cuando Lorene Scafaria se puso a buscar un proyecto en el que centrarse tras terminar con “Buscando un amigo para el fin del mundo”, acabó por convencerse de que lo que había empezado como broma aparentemente ridícula entre amigas en realidad no era tan mala idea. En el tiempo transcurrido desde la muerte de su padre, Scafaria había visto lo mucho que había cambiado la vida de su madre, y cómo su propia relación había evolucionado a través de las diferentes formas que tenían cada una de ellas de sobreponerse. “Todos somos supervivientes de algo”, comenta Scafaria acerca de la historia que quería contar sobre una mujer similar a su madre. “Todos hemos tenido que sobrevivir a alguien, a nuestros antepasados; a veces, sucede antes de tiempo, a veces justo delante de ti. Tiene algo unificador y reconfortante, ya que todos pasamos por ello”.
Mientras afrontaba sus propias crisis personales y profesionales “normales”, Scafaria, al igual que Lori, su homóloga en la película, se sintió durante un tiempo agobiada por la reciente presencia diaria de su madre en su vida, y por la necesidad de responder a la propia necesidad de su madre de estar dando constantemente. Ese simple concepto y personaje sugerían toda una serie de ideas a la guionista y su productora. ¿Una serie tipo “Fargo” en la que una mujer mayor y agresivamente generosa se ponía a resolver delitos? ¿Una exploración de una relación madre-hija? Al final, todas ellas resultaban demasiado artificiosas, y contrarias al espíritu de cómo Lorene había concebido el personaje llamado Marnie Minervini. “Lorene quería crear un retrato de una mujer que afecta la vida de los demás con su increíble generosidad y esperanza”, observa Gorman sobre la eternamente optimista y sorprendentemente eficaz Marnie. “Como muchas mujeres de su generación, Marnie ha vivido toda su vida dedicada a otra persona, y por primera vez en su vida se encuentra tomando sus propias decisiones sobre lo que quiere hacer”.
La idea no era obligar al personaje a pasar por una crisis tardía, o insistir en que su historia solo podía contarse a través del prisma de su relación con otro personaje (una pareja romántica o un hijo). Por supuesto, todos esos elementos están presentes en la vida de Marnie, pero son cosas que le proporcionan equilibrio y perspectiva, en lugar de ser lo único que la reconforta y le da sentido a su vida. “No es una película sobre una familia disfuncional”, afirma claramente Scafaria, que explica que la forma que tiene UNA MADRE IMPERFECTA de evitar el típico melodrama de “cómo podrá nuestra familia sobrevivir a esta crisis”. “Procedo de una familia italiana, siempre nos hemos peleado y llorado y gritado unos a otros, pero siempre nos hemos querido y hemos tenido las mejores intenciones”.
Scafaria aclara que UNA MADRE IMPERFECTA no pretende limitarse a contar lo que le sucedió a su madre en los años inmediatamente posteriores a la muerte de su marido, ni tampoco es una especie de diario que muestra su perspectiva personal del asunto, creado con fines catárticos propios. “Más bien se trata de lo que desearía que le hubiera sucedido”, comenta. Scafaria se inspiró a menudo en comentarios o sucesos reales, que reinventaba como acontecimientos más importantes en la vida de Marnie. Por ejemplo, cuando Gail Scafaria se trasladó inicialmente a Los Ángeles, es cierto que se ofreció a pagar la boda de Joy Gorman. “Esa conversación llegó a producirse de verdad, aunque luego no seguimos adelante con ello”, recuerda hoy Gorman. “Al haber perdido a mi propia madre italiana que me llamaba seis veces al día, Gail hizo de madre para mí, como hace con Jillian y Freddy. Es un gran soplo de aire fresco contar con alguien tan verdaderamente amable y generoso. En este mundo hay demasiada gente hastiada y competitiva, pero esas palabras no forman parte del vocabulario de Gail (ni de Marnie)”.
“Cuanto más entraba en detalles, más universal se hacía la historia”, explica Lorene Scafaria sobre dar vida a Marnie a partir de su madre. “Evidentemente, tenía a una persona muy concreta, alguien cuya voz puedo oír mentalmente, pero me daba la impresión de que otras personas podían identificarse con ella”. Desde luego, el tipo de personaje de madre/suegra “avasalladora” –a menudo judía, irlandesa o, como en el caso de Marnie, italiana– resultará familiar a la mayor parte de los espectadores, aunque normalmente ese personaje no suele utilizarse más que con fines cómicos y algún que otro sabio consejo a lo largo del camino del personaje más joven. Pero Scafaria cree que el atractivo de Marnie iba mucho más allá de replantearse simplemente el estereotipo: “Un porcentaje afortunado de personas tiene una madre que los quiere mucho”, observa. “Marnie es un personaje que se define por cómo quiere a los demás y es algo que sabe hacer bien, así que la mayor parte de la gente lo que ve en realidad es a su propia madre en esto, y a sí mismos”. De hecho, Scafaria recuerda la reacción del actor Bobby Cannavale, el prometido de Rose Byrne, cuando Byrne le mostró el guion. “Le dijo: ‘Si soy yo, ¡yo soy el metomentodo!’. Así que supongo que, o eres el que se dedica a llamar, enviar mensajes y entrometerse, o eres al que le toca sufrir todo eso”, comenta.
Tal como lo imaginaban, Gorman y Scafaria eran muy conscientes de que el proyecto no sonaba precisamente como la típica producción de uno de los grandes estudios. Trata sobre una mujer de alrededor de 65 años que encuentra un propósito a su vida a base de conocer y conectar con otras personas mediante actos compulsivos e insólitos de generosidad, ni una película de superhéroes ni una comedia romántica tradicional, con una historia centrada en las emociones de los personajes y en sus relaciones, no en crisis de vida o muerte y en giros imprevistos del guion en el último minuto. “No sabría decirte cuántas veces nos dijeron que les encantaba el personaje, pero si no podíamos añadir otro protagonista más, si no podíamos darle más papel a Lori”, recuerda Scafaria. En determinado momento, incluso cambió de representante cuando le pareció que no recibía el apoyo que necesitaba para el proyecto. “Algunas personas me dijeron que esto debía ir a televisión, porque allí es donde se permite a los personajes femeninos hacerse escuchar”, comenta, e incluso llegó a escribir en cierto punto una versión tipo “capítulo piloto” de la historia de Marnie. “No le puse ningún entusiasmo”, admite. “Marnie debía tener una vida cinematográfica. A los personajes de su edad se les suele faltar al respeto y servir de objeto de burlas. Marnie no ha hecho mucho más en su vida aparte de cuidar de su familia, pero hay algo muy importante e interesante sobre todo aquello por lo que pasa en la película”.
“Había aprendido mucho sobre los errores que no quería cometer”, recuerda Scafaria sobre cómo hacer “Buscando un amigo para el fin del mundo” la ayudó a darle la confianza para mantenerse firme en sus decisiones como narradora. “Aprendí por qué cosas puedo luchar y por cuáles hay que darse por vencida. En tu primera película, estás tan desesperada por hacerla que estás dispuesta a asumir muchos compromisos. Empecé a trabajar en esta historia con una mentalidad totalmente distinta”. UNA MADRE IMPERFECTA también le sirvió para aprender un poco más sobre el proceso de hacer cine como carrera. “Como director, es muy importante implicarte en el aspecto financiero de las cosas”, opina, “porque allí es donde verdaderamente se toman decisiones sobre lo que estás dispuesta a aceptar o no”, como la decisión crucial de filmar la película en Los Ángeles. En última instancia, Los Ángeles era el único lugar donde se podía ambientar la historia de Marnie. Independientemente de las limitaciones del presupuesto, eso era algo en lo que las cineastas no podían asumir ningún compromiso. Los Ángeles forma parte de la historia real y la ciudad era en sí misma otro “personaje” más del filme. “Hicimos la película con el presupuesto adecuado, de la forma que sabíamos que teníamos que hacerla; ojalá hubiéramos tenido una hora más al día durante el rodaje, pero en general conseguimos lo que queríamos”.
Scafaria también sabía que era importante considerar que la película no estaba dirigida a un público específico, como si fuera el único que pudiera entenderla o conectar con ella. “No pretendía escribir una ‘historia de mujeres’”, asegura. “Únicamente intentaba escribir sobre personas que forman parte de la condición humana”. También comenta que el necesario debate sobre temas relacionados con el género y el cine a menudo adolece de un contexto crítico más amplio. “No se trata únicamente del número de directoras, aunque eso se merece otra conversación”, opina. “También se trata de cómo hablamos de la idea de ‘historias de mujeres’ y por qué se hacen tan pocas de estas. Cuando se trata de una directora o de un personaje femenino, se tiende fácilmente a limitar la película poniéndole etiquetas, diciendo que trata sobre ‘la condición femenina’ en lugar de sobre ‘la condición humana’”.
La productora Gorman compartía las convicciones y la visión de su amiga. “Esta es una película sobre lo que hace una mujer cuando su hija se marcha un tiempo. No es una película sobre una ‘extraña pareja’, o un ‘pez fuera del agua’, es una película sobre lo que hace tu madre durante todas esas horas que tardas en devolverle una llamada. No es una película sobre cómo cambia, tu madre no cambiará nunca, y puede que tú tampoco, pero realizáis pequeños ajustes a medida que maduráis juntas”.
Aunque a las partes interesadas pudiera encantarles el guion (y a muchos así fue), no dejaba de ser un proyecto difícil de vender, recuerda Joy Gorman. “Iba a dirigirlo una mujer y no iba a contar con grandes estrellas masculinas. Por mucho que el mercado nos dijera ‘no se puede hacer’, conseguimos encontrar a actores a los que les encantaba el guion y querían hacerlo tal como estaba escrito”. Eso empezó con la propia estrella del filme, que acabaría convirtiéndose en su productora ejecutiva, Susan Sarandon. Lorene Scafaria reconoce que Sarandon estaba en lo más alto de su lista, pese a que la actriz es, admite Scafaria, “mucho más guay y sexy que mi madre”. La directora comenta: “Se lo envié por iniciativa propia al agente de Susan, porque no podía dejar de pensar que ella era la única persona capaz de interpretar este papel en todas sus facetas. Hacía cierto tiempo que no la veía en un papel principal y sabía que podía ser muy graciosa y cariñosa”.
Ciertamente, los papeles más recordados de la ilustre carrera de Sarandon son de mujeres fuertes y decididas, que son capaces de imponer su autoridad de forma enérgica y activa, sin resultar con ello innecesariamente estridentes, desagradables ni humillantes. Sally en “Atlantic City”, la hermana Helen Prejean en “Pena de muerte”, Louise en “Thelma & Louise” y Annie Savoy en “Los búfalos de Durham” ilustran cuánto puede aportar Sarandon a personajes bien delineados, que logran imponerse gracias a la compasión y a un corazón abierto. Y ahora Marnie Minervini se une a esas inolvidables interpretaciones de Sarandon, ya que el personaje y la actriz encajan a la perfección. “Para cuando empezamos a rodar”, recuerda Scafaria, “Susan ya tenía perfectamente calada a mi madre; no se trataba de una simple imitación, sino que de verdad entendía y sentía de manera intuitiva cómo ve Marnie el mundo y su lugar en él. Se hizo cargo y la película se convirtió realmente en la historia de Marnie. No se trataba para nada de un filme ‘personal’ sobre mi madre y yo, trataba verdaderamente sobre Marnie”.
Aunque todavía hizo falta cerca de un año para encontrar la combinación adecuada de actores de reparto, en especial para los personajes clave de Lori, que tiene un papel crucial en el primer y el tercer acto del filme, y de Zipper, el policía retirado convertido en guardia de seguridad de estudios de cine, cuyo comportamiento amable y paciente es una de las pocas cosas que parecen sorprender sinceramente a Marnie. “Al final recibimos pruebas de Rose Byrne y J. K. Simmons más o menos a la vez”, recuerda Gorman. “Les encantaba el guion y, por supuesto, estaban entusiasmados de poder trabajar con Susan”. Con dos nombres destacados para acompañar a una estrella como Sarandon –Simmons acababa de ganar un merecidísimo Óscar por “Whiplash” y Byrne se disponía a rodar “X-Men: Apocalipsis”– financiar el filme con un presupuesto relativamente reducido no tardaría en hacerse factible. “Tenemos una gran deuda de gratitud con Jason Taylor y Bryan Singer”, comenta Gorman sobre el productor y director de “X-Men”. “Pudimos contar con Rose los días que la necesitábamos porque pudieron amoldarse a nuestro plan de rodaje. Nos obligó a empezar a rodar bastante rápido y con menos tiempo de preparación, lo que, aunque nos dio un poco de miedo en su momento, en retrospectiva en realidad fue para bien”. Scafaria también estaba entusiasmada con el reparto. “Todos estuvieron dispuestos a estar un poco menos cómodos de lo habitual”, comenta sobre los numerosos intérpretes veteranos, como Simmons, Michael McKean, Jason Ritter, o incluso Laura San Giacomo y Harry Hamlin, en breves cameos. “Como rodamos en Los Ángeles, es mucho más fácil conseguir a gente cuando por la noche se pueden volver a casa y dormir en su cama”.
Esa misma suerte –como si el universo del cine se estuviera mostrando tan generoso como podía serlo la propia Marnie– pareció seguir a UNA MADRE IMPERFECTA durante el rodaje. Parte de esa buena suerte fue facilitada por una producción inteligente y escribiendo numerosas cartas llenas de pasión por la película. Para dar vida a ciertos detalles del guion, como la relación de Marnie con un empleado de una Apple Store (Jerrod Carmichael), o la obsesión de Marnie con el restaurante The Grove, o que Marnie esté constantemente escuchando cierta canción de Beyoncé, el equipo responsable del proyecto tuvo que realizar gestiones para asegurar dichos elementos antes siquiera de tener atada la financiación. El productor ejecutivo Paul Green abordó al propietario de “The Grove”, Rick Caruso, en una reunión del ayuntamiento, después de que no recibiera una carta. “El guion de Lorene es tan significativo, con un mensaje tan universal”, explica Gorman, “que pudimos apelar a los corazones de la gente después de que lo leyeran. Es una película para cualquiera que tenga una madre de la que no sabe muy bien cómo ocuparse. La gente estaba deseando que consiguiéramos hacer la película tal como estaba escrita”.
Ciertamente, casi hasta el último de los ambiciosos detalles que Lorene Scafaria imaginó para el filme –desde las localizaciones a las canciones elegidas– acabó siendo “factible”, pese a que ese tipo de decisiones suelen verse a menudo coartadas por obstáculos financieros y legales. “En el guion incluyes las cosas que más te gustaría conseguir, y luego resulta que llega a manos de Beyoncé y nos permite usar la canción por casi nada”, explica. Fue otro golpe de suerte que una de las escenas más espectaculares en la que es por lo demás una película íntima –la boda de la amiga de Lori, Jillian (Cecily Strong)– también se pudo filmar tal como la escribió Scafaria: en un barco, con el grupo musical Blues Traveler (del estado natal de Scafaria, Nueva Jersey) tocando su éxito de los años 90 “Run-Around”. Un amigo de Lorene, el también director David Dobkin, conocía al grupo y les hizo llegar el guion. Resultó ser el momento perfecto para ello, ya que el grupo acababa de publicar un nuevo álbum (“Blow up the Moon”) y estaba deseando realizar una aparición en la que su presencia fuera un detalle importante de la historia, y no simplemente música de fondo.
Cuando pudieron por fin empezar a rodar, con un presupuesto muy modesto y un plan de rodaje relativamente acelerado de 23 días, tanto Gorman como Scafaria se sintieron inspiradas por el esfuerzo realizado por Sarandon para encarnar el personaje y ser la piedra angular sobre la que descansa el filme. “Para cineastas jóvenes y un equipo técnico tan escaso de recursos, hacer una película con alguien como Susan podría haber resultado intimidante”, recuerda Joy Gorman. “Pero la forma que tuvo de ponerse manos a la obra e incorporarse al trabajo fue asombrosa. Aprendí algo nuevo cada día sobre el negocio, la producción, la interpretación, la iluminación... simplemente por estar en su presencia y tener ocasión de colaborar con ella, recibir sus aportaciones e indicaciones, resultó inestimable para todos nosotros”. Esa concentración y energía también salió a relucir rápidamente en la interpretación de Sarandon: “Se metió de lleno en el personaje y lo hizo suyo”, afirma Lorene Scafaria. “Al principio, el papel era mi madre, luego fue Susan Sarandon, pero Susan no tardaría en desparecer dentro de Marnie y, al final, solo quedaría la propia Marnie”.
Una cosa que los espectadores probablemente reconozcan en UNA MADRE IMPERFECTA, y que tal vez recuerden de la ópera prima de Scafaria, es con qué fuerza pueden sus personajes exhibir rasgos optimistas y positivos, y comportarse de ese modo, sin necesidad de hacerlos sentirse avergonzados, ni traumatizados, ni que se burlen de ellos. Aunque ambas películas aparentemente surgen de lugares muy oscuros y personales –como afrontar literalmente el fin del mundo tú solo, o afrontar literalmente una tragedia inesperada, con alguien muy cercano a ti que esté pasando por lo mismo– ninguna de las películas permite a los personajes regodearse en el cinismo ni detenerse más de un instante en la autocompasión, ni se ven metidos en circunstancias absurdamente extrañas, ni en los típicos malentendidos trillados de las comedias románticas. Los personajes de Scafaria son supervivientes que pasan apuros, pero nunca dejan de querer creer, se doblan pero no se rompen, y quieren sinceramente que la gente que los rodea sea feliz. Las historias surgen de la forma en la que los personajes toman decisiones, tanto pequeñas como importantes, generalmente con gran humor y afecto. “Hoy en día, gran parte del humor sale de la mala uva que puede tener la gente”, opina Scafaria. “Con Marnie, vemos que las cosas pueden ser graciosas sin necesidad de tratar mal a nadie. Es un poco de locos que alguien como Marnie o mi madre puedan ser tan generosas con desconocidos, y es fácil pensar desde un punto de vista cínico que se están aprovechando de ellas. Pero, desde su punto de vista, es asombroso, ha hecho algo estupendo. Aunque la cosa se pueda descontrolar un poco, como cuando Marnie se ofrece a pagar la boda, todo genera buenos sentimientos”.
Tiene sentido, entonces, que una película así sea obra de alguien que se haya negado a comprometer su visión. “Como mujeres cineastas, tenemos que ser más incansables todavía”, afirma Joy Gorman. “No podemos aceptar un no por respuesta, y tenemos que dejarnos llevar por nuestros corazones en una película así. Este negocio es sumamente duro, si no cuento historias que creo que pueden en cierto modo inspirar un cambio, si no lucho a muerte para conseguir sacar adelante estos proyectos en favor de cineastas a las que adoro, si todo ese trabajo no tiene en última instancia un efecto positivo en los espectadores, ¿por qué molestarse en hacerlo?”. Todo eso es fácil de conseguir al trabajar con Scafaria. “Creo que la película es en realidad un homenaje a Joe y Gail Scafaria”, opina Gorman. “Porque criaron a una mujer que no le teme a nada, una auténtica visionaria”.
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