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NOTAS DEL DIRECTOR...
Mi primera película trataba sobre la expresión de sentimientos. Era incluso “febril”, los personajes se pasaban el rato intentando expresar cómo se sentían. En esta película, justo trato de hacer lo contrario: no conocemos que pasa por su cabeza, nunca hablan sobre sus emociones. En ese sentido, no es una película muy sentimental. Estas dos personas se encuentran de nuevo después de 8 años de haber estado separados, pero no hay nada melancólico en ese encuentro. Se dan cuenta que les gusta estar juntos y que se habían olvidado el uno del otro. El guionista Jean-Claude Carrière y yo partimos de un concepto muy simple: el hecho de que muy a menudo dudamos de nuestros sentimientos. Y esta duda se expresa mediante una voz en off. Escogí la voz en off porque es un recurso único en el cine, además de que a mi me encanta, como a cualquiera puede gustarle, por ejemplo, un determinado tipo de música. El tema de la película es un tema muy normal. Pienso que el interés de la audiencia crece, en el hecho de poder proyectarse en los personajes, porque no tienen acceso a sus sentimientos. Por ejemplo yo me imagino al personaje principal como un personaje muy inocente, constantemente renaciendo. El esta encantado con todo, como los grandes héroes de siempre, como Buster Keaton, que no intentaba averiguar que pasaba si se le caía encima una maceta, pero se preguntaba si estaba sangrando. Si en literatura puedes escoger entre la historia corta y la novela larga, yo he querido construir esta película como una historia corta: Un corto, sorprendente y fresco, la antítesis de un drama psicológico. En esencia, he intentado que sea una comedia contemporánea de costumbres.