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Stillwater, una pequeña y tranquila ciudad de Oklahoma, sirvió como escenario para la filmación de un largometraje de 6 millones de dólares de presupuesto titulado Unplanned. La producción se enfrentó a muchos desafíos, pero el esfuerzo valió la pena, porque la película es una hermosa historia que era necesario contar.
En 2012, Cary Solomon y Chuck Konzelman, amigos, guionistas y directores, leyeron el libro de Abby Johnson titulado Unplanned. La historia de Abby les conmovió tanto que decidieron llevarla a la pantalla grande.
Sin embargo, después de reflexionar sobre el tema, decidieron esperar un tiempo antes de abordar el proyecto.
Dos años después, en la primavera de 2014, Cary y Chuck contactaron con Abby Johnson y adquirieron los derechos del libro para su adaptación al cine. Y por segunda vez resolvieron dilatar sus planes. En 2016 ambos amigos entendieron que había llegado el momento para escribir el guión e iniciar la andadura de la película.
La preproducción comenzó a principios de 2018, una vez recaudada la mayor parte de la inversión. Sin embargo, a falta de una semana para finalizar la preproducción, los recursos legales no alcanzaban para comenzar el rodaje.
Y entonces, en el último momento, ocurrió un milagro en la persona de Mike Lindell, fundador de My Pillow.
El Sr. Lindell llamó a Cary y Chuck y aportó un millón de dólares para completar la financiación.
Pero con la financiación resuelta no acabaron los problemas, porque otra amenaza se cernía: la historia de Abby Johnson es ciertamente asombrosa, pero ¿qué actriz estaría dispuesta a meterse en su piel?
ACERCA DE LA PRODUCCIÓN...
Chuck y Cary comenzaron las pruebas para examinar a las posibles candidatas, dispuestos a no parar hasta encontrar la actriz adecuada. Cuando se presentó y actuó ante ellos Ashley Bratcher, una encantadora chica de Carolina, Chuck y Cary no lo dudaron: ella sería la “cara” de Unplanned y del movimiento pro-vida que generaría el filme.
Sin embargo, lo que Ashley no sabía era que su aparición en el casting había sido algo más que una casualidad.
Llegó en el momento exacto, providencialmente, se podría decir. Porque cuando llamó a su madre para darle la noticia, esta no pudo contener las lágrimas. “Mamá, ¿qué te pasa?”, le preguntó Ashley. Su madre le respondió: “Te contaré algo que no sabes. Yo aborté cuando tenía 16 años. Después me quedé embarazada de ti y estaba ya sobre la mesa de la clínica para un nuevo aborto, cuando entró una enfermera embarazada.
Entonces me levanté de la mesa y me fui”.
Desde el lanzamiento de Unplanned, nueve Estados de USA han introducido una nueva legislación para proteger la vida de los no nacidos. Con la ayuda de la organización de Abby Johnson y conmovidos por la película, casi 100 trabajadoras de clínicas abortistas han abandonado su puesto. Y son muchas las mujeres que, habiendo sufrido un aborto, han experimentado el poder curativo de Unplanned tras su visionado. Un filme que está salvando bebés en todo el mundo, y que afirma el valor y sacralidad de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural.