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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta es la verdadera historia de Abby Johnson una activista que fue una firme defensora del derecho de la mujer a interrumpir su embarazo y una de las directoras más jóvenes de las clínicas Planned Parenthood que existen en los Estados Unidos y de la transformación que experimentó su vida cuando trabajaba como tal en la pequeña población de Bryan (Texas).
Ejerció ese cargo de directora durante ocho años, estuvo involucrada en más de 22.000 abortos aconsejando a un gran número de mujeres sobre su embarazo con respecto a su toma de decisión relacionada con la reproducción familiar.
Su pasión por la materia, la llevaría de entrar como voluntaria mientras estudiaba la carrera de psicología en esa organización hasta convertirse en la directora cuando tan sólo tenía 20 años y en la portavoz de la franquicia, luchando por establecer ese derecho de la mujer en la legislación norteamericana, en la que había creído firmemente desde su adolescencia enfrentándose a las organizaciones pro-vida, lo que enfadaba a su familia.
Si embargo, un sábado de septiembre de 2009 su perspectiva toma un inesperado rumbo tras presenciar algo que la marca para toda su vida, que hizo que todos sus esquemas al respecto se le vinieran abajo, dejó su trabajo y se pasó al bando contrario.
Abby pudo experimentar en su propio cuerpo las consecuencias del aborto en su juventud, algo que ocultó a todos.
Su primer matrimonio duró tan sólo un año, pero volvió a casarse por segunda vez siendo más estable en esta nueva ocasión, quedándose embarazada y teniendo una preciosa niña.
Los planes de la clínica estaban construir un nuevo edificio de 24.000 metros cuadrados para poder duplicar el número de abortos anuales, mientras que su plan era el de reducirlo, algo que chocaba contra la idea de negocio de la dirección central.
La segunda parte de esta película es como si las ideas primeras expuestas desde el inicio se les diera la vuelta como a un calcetín, acudiendo Abby a la organización 40 Days for life, en la que la pareja de Shawn y Marilisa, anti-abortistas, estaban haciendo una estupenda labor en este sentido y ahora es ella la que acude a la reja para convencer a las mujeres que llegan a la clínica de que no aborten y que conozcan lo maravillosa que es la maternidad, logrando una gran labor en este sentido inverso a la que ejercía anteriormente.
Se trata de una producción cuyo guion de Cary Solomon y Chuck Konzelman se basa en el libro autobiográfico que escribió la propia Abby Johnson, realizada con un modesto presupuesto lo que no impide que sea eficaz en la divulgación de las ideas que quiere expresar a lo largo de su argumento en torno al aborto para concienciar a las mujeres acerca de lo que deben hacer cuando se quedan embarazadas algo que está siendo muy eficaz a juzgar por los efectos que ha hecho en algunas mujeres que tras ver el film decidieron no perder la vida que llevaban en sus vientres.
Hemos de aclarar que en ningún momento la cinta oculta su campaña pro-vida utilizando para ello escenas ciertamente fuertes para concienciar de que el aborto es verdaderamente un crimen, lo que le lleva a algunos críticos a descalificarla por ello.
Está bien contada, con una dirección correcta al igual que la interpretación de todos los actores con Ashley Bratcher al frente que resulta muy convincente en su papel.
Premio Faith Hope & Love en el 168 Film Festival. Premio CIFF a la película y a Ashley Bratcher. Premio Capra al mejor film y Premio Life Fest a Ashley Bartcher. Premio The Barbara Tippe a Ashley Bratcher de The WIFTS Foundation.
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