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NOTAS DEL DIRECTOR...
“Un efecto óptico” es una comedia fantástica en tono de fábula que trata sobre el turismo y se desarrolla en aviones, hoteles y otros lugares de interés. Pretende ser una película sobre la necesidad (y la dificultad) de la evasión, la relación entre hacer un viaje y hacer una película. La casualidad ha querido que terminemos este proyecto en un momento global en el que la “suspensión de la incredulidad” se ha instalado en nuestra vida diaria.
En “Un efecto óptico” la acción se repite varias veces como en algunas películas de “bucles temporales”, pero aquí es la propia película lo que se repite con leves o importantes variaciones. Trata también sobre la relación de los personajes con el tiempo y con el espacio, en un viaje misterioso que plantea una relación de juego con el espectador.
Para mí esta película es la resolución de algo parecido a un sueño o una idea obsesiva sobre esa imagen de dos personas perdidas en una ciudad. Una culminación sorpresiva porque “Un efecto óptico”, al no estar diseñada al milímetro de antemano se ha llenado de ideas durante el proceso y no ha acabado siendo exactamente lo que me imaginaba, por supuesto, sino algo mejor.
SOBRE LA PRODUCCIÓN...
De alguna manera “Un efecto óptico” pretende salvar la distancia entre las anteriores películas autoproducidas de Juan Cavestany (entre ellas “Gente en sitios” de 2013) y un espacio de producción más convencional, aunque no del todo. No ha sido fácil, pero ha dado lugar a una película única.
Tras la experiencia de la serie “Vergüenza” (Movistar +), Juan Cavestany y Álvaro Fernández-Armero se asocian con la directora de producción Alicia Yubero para crear la productora “Cuidado con el perro” que se estrena con “Un efecto óptico”.
Junto con la involucración del montador Raúl y de Torres y el director de fotografía Javier Bermejo, establecimos una dinámica de aventura personal, artesanal y muy autoexigente con un fin: maximizar la factura estética y formal de la película con medios limitados. Haber completado la película en plena pandemia nos ha obligado a extremar todos nuestros recursos para llegar a lugares que en ocasiones no habíamos previsto.
Es una película con una importante ambición plástica, tanto en lo visual como en lo sonoro. Desde antes de empezar a rodar diseñé con el compositor londinense Nick Powell (Lehman Trilogy, Wolf Hall, etc.) una banda sonora constante que acompaña prácticamente a todo el metraje como una guía psicológica y mágica a la vez para navegar por la propia historia. Igual que en otras superproducciones los actores interactúan con fondos de croma o personajes que se incrustan luego, en “Un efecto óptico” Carmen Machi y Pepón Nieto se lanzaron a un viaje que no hubiera sido posible sin su enorme complicidad y compromiso.