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NOTAS DE LA DIRECTORA...
Viniendo de una gran familia creativa muy cercana y de tres hermanas con las que estoy muy unida, siento que esta película dice mucho sobre lo que deseaba llevar a la pantalla.
Esta película trata de muchas cosas: en primer lugar, quería explorar las diferentes características y luchas de las mujeres que se aman y sin embargo tienen dificultades para relacionarse. También me atrajo el hecho de que fuera una película de tres generaciones, ya que podía hacer aflorar las diferentes fortalezas, personalidades y aspiraciones de las mujeres en diferentes fases de sus vidas. También quería reflejar que cuando las mujeres se unen, podemos superar los obstáculos: hacer algo hermoso, hacernos más fuertes e inspirarnos mutuamente. Creo que nuestras relaciones y conexiones con otras mujeres tienen que empoderarnos
En segundo lugar, ser una apasionada pastelera y haber crecido en Alemania con una familia mixta judía-alemana, casada con un francés y viviendo en el Londres post-Brexit, me dio la inspiración para retratar un Londres culturalmente diverso, unido por el amor del país por la pastelería, bien simbolizado por el programa televisivo «THE GREAT BRITISH BAKEOFF» (El Gran Pastelero Británico). Notting Hill, que ha sido mi hogar durante once años, se convirtió en el telón de fondo de la película, ya que siempre me he inspirado en este barrio, donde vive gente de todas las clases sociales, unos al lado de los otros.
Finalmente, tras haber perdido a mi propia madre hace unos años, quiero tratar la muerte de una manera digna, no haciéndola oscura y limitadora, sino dejando que traiga esperanza y vida. A la vez que lloraba a mi propia madre, era importante que su memoria siguiera viva y hacerla sentir orgullosa con mis elecciones.
NOTAS DE LA GUIONISTA...
'Una pastelería en Notting Hill' es una película que escribí porque quería explorar el efecto del dolor en las personas a las que más afecta: en este caso una madre, una hija, una mejor amiga y una antigua pareja. Mi deseo de explorar las llamadas «historias de duelo» en la pantalla viene de una parte muy personal de mí después del fallecimiento de 2 familiares. Cuando la gente muere con arrepentimientos y cuentas pendientes —cosas que desearían haber dicho pero que dejaron para demasiado tarde—, nunca hay una oportunidad para rectificar esos errores y yo quería escribir una película en la que ese arrepentimiento fuera la parte central, además de ser el aliciente para cambiar tu vida y convertirte realmente en algo.
Todo lo que hacen los personajes de esta película es, por lo tanto, el resultado de la muerte de Sarah; ella es un factor decisivo para que todos cambien de forma importante, de la misma manera que en la vida real se necesita algo que te sacuda para cambiar realmente a la gente. Que esto se vea reflejado en la apertura de una pastelería me pareció una historia particularmente adecuada y oportuna; en una ciudad capital obsesionada por la comida y las tendencias culinarias (¡y por supuesto la pastelería!), pero que a la vez es una ciudad para que los emprendedores y los autónomos tomen el control de sus propias carreras y se levanten.
Más allá de todo, quiero que sea una película cálida y accesible que una familia de tres generaciones pueda ir a ver junta, algo que incluso pueda fortalecer sus relaciones o hacer que reconsideren lo que es importante. Ese ha sido siempre el objetivo de mis trabajos: tener un atractivo multigeneracional con un fuerte componente de afirmación de la vida que lo atraviese.