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SINOPSIS
Christian es un presunto asesino que se ha apropiado de la identidad de Michael, un periodista caído en desgracia que ve como su línea de investigación queda atrapada en el clásico juego del gato y el ratón...
INTÉRPRETES
JAMES FRANCO, JONAH HILL, FELICITY JONES, MARIA DIZZIA, ETHAN SUPLEE, CONOR KIKOT, CHARLOTTE DRISCOLL, STELLA RAY PAYNE, ROBERT JOHN BURKE, GRETCHEN MOL, BYRON JENNINGS
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INFORMACIÓN EXCLUSIVA
Después de ser despedido por el New York Times, Michael Finkel planeaba ocultarse al mundo encerrándose en su casa, situada a las afueras de la ciudad de Bozeman, en Montana. Pero la captura de Christian Longo con la identidad de Finkel inauguró un capítulo completamente inesperado en la vida del periodista.
Lo que pasó a continuación se convirtió en la base de las memorias que Finkel escribió bajo el título 'True Story', publicadas en 2005 por HarperCollins y que obtuvo excelentes críticas. Booklist calificó el libro como “absolutamente fascinante, tanto por el propio y doloroso autoexamen que Finkel realiza como por las evasivas de un acusado de asesinato”. Publishers Weekly, en su destacada crítica, dijo que la obra era “sagaz e hipnóticamente absorbente…; hay ardiente sinceridad y una escritura perfectamente modulada en cada una de sus páginas”.
Los productores de Plan B, Jeremy Kleiner y Dede Gardner, leyeron ‘Una historia real’ nada más ser publicado y se quedaron inmediatamente deslumbrados por el libro, percatándose de su potencial para realizar un filme apasionante. “La historia nos pareció extremadamente perturbadora. Obviamente, se trata de una tragedia; y la forma en que el viaje personal de Michael Finkel se entrecruza con esa tragedia evocaba temas mucho más importantes tales como la naturaleza del mal, la ambición y el precio del éxito y el fracaso”, señalan.
El guionista David Kajganich trabajó en el guión durante años. Posteriormente, Rupert Goold se interesó por el proyecto y, a partir de lo escrito por Kajanich, dio forma al guión profundizando aún más. “El instinto de Rupert en relación al material del que disponíamos era espectacular”, señala Kleiner. “Quizás es porque no es americano y lo ve todo desde una perspectiva diferente. Rupert vio que allí había algo relacionado con la ambición y el miedo al fracaso, así como con lo que le sucede a las personas a nivel psicológico cuando sienten que han fracasado. Además, Rupert tenía particularmente claro desde el principio que el resultado tenía que ser extraordinariamente visual. Y si uno observa la filmación de sus representaciones teatrales de Macbeth o Ricardo II, puede ver que aporta al material un estilo enormemente visual”.
Cuando Brad Pitt, Dede Gardner y Jeremy Kleiner, principales responsables de Plan B, enviaron a Jonah Hill tanto el guión como el libro True Story, pidiéndole que considerara la posibilidad de interpretar a Mike Finkel, Hill sintió una inmediata curiosidad por el material. “Me pareció que la historia era extraordinariamente impactante; y muy, muy triste”, señala el actor. “Era interesante ver cómo lidiaban el uno con el otro a pesar de todo –las cosas malas que ambos habían hecho– y qué tipo de relación se establecía entre ellos. Ambos son dos tipos que han cometido muchos errores y que intentan redimirse y engañarse entre sí. Es una historia que ocurrió en Estados Unidos, pero yo creo que en todas partes la van a entender y la gente se va a sentir identificada con ella”.
Al principio, la relación entre Mike Finkel y Christian Longo es imprecisa; curiosamente, ambos se parecen de muchas maneras: son dos hombres que buscan notoriedad, unidos por su propia elección y circunstancias.
Según Goold, la relación entre Finkel y Longo tiene una capa adicional. “En el fondo”, afirma, “creo que yo también estaba interesado en la idea de una némesis, eso que todos a lo largo de nuestra vida, particularmente en momentos así y especialmente los hombres –hombres jóvenes–, aspiramos a encontrar en alguien. Los hombres a menudo buscan a alguien que se convierta en su gran rival, o la clase de persona con la cual medirse en competición.
La actriz Felicity Jones coincide. “Yo creo que su relación es muy parecida a una relación amorosa. En realidad, Mike y Longo, de una forma un tanto extraña, prácticamente se enamoran el uno del otro. En un momento dado, Mike piensa que puede confiar en él, pero después Longo puede llegar a hacer algo que lo cambia todo. Longo representa un desafío para Mike. En cuanto a Jill, al principio, ella ni siquiera quiere saber nada sobre el tema; le parece ajeno a ella el hecho de que su compañero quiera implicarse tanto con un hombre que ha matado a su mujer y sus hijos. Pero, a su manera, ella también tiene sus defectos, igual que Mike. Jill permite que todo eso suceda y llega a sentir verdadera fascinación por Longo, proyectando en él sus propias carencias, y entonces uno se da cuenta de que ambos se han dejado pervertir por él”.
Longo, actualmente en el corredor de la muerte, en el Estado de Oregón, no participó en la película puesto que los realizadores nunca se lo solicitaron.
Aunque las entrevistas que Mike Finkel y Christian Longo realizaron en prisión son grandes escenas, no llegaron a formar parte del proceso de ensayos más allá del inicial “ensayo de mesa” o primera lectura de texto. En opinión de Hill, “James y yo queríamos entrar juntos en el set y hacer las secuencias por primera vez en pleno rodaje, ya que se suponía que nuestro encuentro debía parecer realmente auténtico. Rodamos las escenas en orden cronológico, de manera que se siente realmente la incomodidad inicial y después se ve cómo va progresando su relación a partir de ahí”. Para dos actores que ya se conocían muy bien como compañeros de trabajo y amigos, era un método eficaz para eliminar el grado de familiaridad y comodidad que ambos habían adquirido a lo largo de años.
El proceso de realización del filme 'Una historia real' fue muy parecido al de cualquier otra película, pero los tres principales actores admitieron que para ellos supuso una enorme carga. “Yo he hecho tres dramas basados en hechos reales y he interpretado a personajes reales”, dice Jonah Hill, “y ninguno de ellos ha sido tan desgarrador o intenso como éste.”
Los ocho años de gestación de la versión cinematográfica de ‘Una historia real’ llegaron finalmente a buen puerto cuando se inició la fotografía principal en Warwick, en el Estado de Nueva York, el 8 de marzo de 2013. Aunque la acción del filme que transcurre en la ciudad de Nueva York en realidad es de sólo unos pocos días —concretamente, las escenas que se desarrollan en las oficinas del diario New York Times y en sus exteriores—, se tomó la decisión de rodar la totalidad del filme en el Estado de Nueva York. Los bosques y campos de labranza ubicados a las afueras de Warwick sustituyeron a Montana, mientras que la costa de Oregón fue reemplazada por varias pequeñas ciudades que se hallan a una hora de distancia en coche de Nueva York, tales como Piermont, Sparkill, Bayville y Port Jefferson. (También hubo un día de rodaje en Cancún para filmar la secuencia que representa el arresto de Christian Longo en México).
Además de para filmar los exteriores nevados, Warwick fue también el lugar elegido para representar la casa de Jill y Mike en Montana. Una especie de cabaña de madera contemporánea, con estancias abiertas y espaciosas, era la casa perfecta para el rodaje. El equipo de producción pasó ocho días en dicha localización. “Yo creo que probablemente el mayor desafío para nosotros fue asimilar que teníamos que hacer Montana en Nueva York”, dice el diseñador de producción Jeremy Hindle. “Localizar exteriores y encontrar una cabaña iba a ser realmente complicado, pero, al final, se pudo hacer”. Para dar más autenticidad al interior de la cabaña, Hindle añadió algunas baratijas y souvenirs de la clase de cosas que Finkel solía traer de sus viajes por todo el mundo, y hasta el propio Finkel contribuyó con una o dos cajas de pertenencias personales y demás parafernalia de su profesión. “El espacio que Jill tiene en esa casa es muy escaso”, dice Hindle. “La mayor parte de la casa pertenece a Mike. Es su espacio. Es su “arte”. Es su mundo. Es su oficina, y Jill sólo tiene ese pequeño rincón en una esquina: una zona para el piano; una zona para hacer punto. Pero es que Jill vive allí todo el año y Mike está viajando alrededor del mundo. Sin embargo, es Mike quien ejerce su dominio sobre este espacio”.
El rodaje del filme se llevó a cabo también en la propia ciudad de New York. El despacho con paredes de cristal donde Finkel es cuestionado y finalmente despedido por sus dos editores se rodó realmente en el edificio New York Times, situado en la esquina entre la Octava Avenida y la Calle 41, no en las propias oficinas del periódico The New York Times. El enorme cubículo porticado donde Mike trabaja, un espacio espectacular a nivel visual, formaba parte del edificio John Jay College, en el lado oeste de Nueva York. La conferencia que Mike pronuncia al final de la película se filmó en la popular e histórica librería Rizzoli, ubicada en la Calle 57 Oeste de Nueva York, un emblemático espacio que, desgraciadamente, ya ha sido demolido.
Las secuencias de la prisión se rodaron en numerosas localizaciones. Una de ellas se filmó en unas zonas abandonadas dentro de una instalación carcelaria situada en Kew Gardens, en el distrito de Queens. Otra se rodó en una nueva penitenciaria ubicada en Goshen, Nueva York. Sus largos y esterilizados pasillos blancos eran perfectos para la escena en la que Mike visita a Longo por primera vez. La celda de Longo, así como el locutorio donde tienen lugar sus encuentros, fueron una creación absoluta de Hindle y construidos por los JC Studios en Brooklyn, donde el equipo de producción pasó su última semana de rodaje.
Para Rupert Goold y la diseñadora de vestuario Cat Thomas era importante prestar atención a la estética y apariencia general de Christian Longo. Thomas admite que puede ser una tarea difícil con un actor que posee una imagen de estrella de cine tan potente como James Franco. Una solución era el apagado y monocromático traje de color marfil que Longo lleva en las escenas de juicio. “Hablamos mucho sobre el color del traje”, dice Thomas, “y, bueno, es probablemente lo más cercano a la realidad de lo que Longo efectivamente llevó en la vida real. Nos gustó; hacía parecer a James un poco desvaído. En cierto modo, hay algo en él que transmite lejanía”.
Pasar ocho semanas en un mundo de un mal inconmensurable e inexplicable puede llegar a ser una experiencia difícil de olvidar para cualquier actor. Pero, según Michael Finkel, “La historia nunca tiene fin con alguien como Chris Longo”. Más de diez años después de los hechos, Longo todavía forma parte de la vida Finkel, para bien o para mal. “En ocasiones, pasa todo un año de silencio absoluto”, dice Finkel, “pero después suele tener lugar un relativo frenesí de llamadas telefónicas. Y, generalmente, si ha habido silencio durante una larga temporada y luego se producen las llamadas –y compruebo el identificador de llamada y veo que proviene de la Penitenciaria del Estado de Oregón–, en mí se produce una incómoda sensación que me inmoviliza pensando: “¿Quiero contestar esta llamada realmente?”