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NOTAS DEL DIRECTOR...
  A estas alturas de mi vida tengo claro que dirigir una comedia no va a hacer que mi mujer me quiera más, ni que mis hijos presuman de su padre en el patio del colegio, ni que mis suegros me respeten en Nochebuena. Los dramas se llevan los premios y el terror se queda con las procesiones cinéfilas.
  Y sin embargo… ¿Hay algo mejor que una sala llena de gente riéndose a carcajadas?
Normalmente estas notas sirven para que el director explique, pomposamente, lo importante que ha sido su aportación a la película y cómo los defectos que tenga no son, en realidad, responsabilidad suya. Lamentablemente para mí, he contado con un equipo tan grande y tan bueno que me es imposible fingir la pose de artista atormentado. El guion de Manuel Burque y Josep Gatell tenía un concepto tan brillante y unas situaciones tan absurdas… La producción que encabezan Edu Jiménez, Miguel González, Ghislain Barrois, Álvaro Augustin y Mónica Iturriaga se ha armado con tanto cariño… Los actores se han volcado tanto, con tanto talento… que no sé cómo elogiarlos y parecer sincero al mismo tiempo. Tito, Gracia, Ernesto, Toni y los niños han formado una nueva familia, tan disfuncional como la mejor.
  Así que, en lugar de pavonearme por haber tenido el privilegio de dirigir esta historia, a este equipo, valgan estas líneas para dar las gracias. A los nombrados y a todos los que no he nombrado por falta de espacio, un grupo que ha hecho del rodaje una verdadera gozada. Ojalá el público se ría la mitad de lo que nos hemos reído nosotros haciéndola.
  Yo ya he buscado entradas para ir con mis hijos y sus amigos al cine.
24 entradas he reservado.

NOTAS DE LA DIRECTORA DE PRODUCCIÓN...
  Cuando me pidieron escribir alguna anécdota de la película… no encontraba ninguna. Al recordar el rodaje, la cabeza me llevaba siempre a la casa donde estuvimos casi habitando alrededor de dos meses entre preparación y rodaje.
  No es del todo la casa de la película, pero sí es el decorado de la casa de la película.
La casa donde veranea esta deliciosa familia fue la primera casa que vimos al empezar a localizar.
  Vimos muchas más y creo que siempre tuvimos claro que el objetivo a perseguir iba a ser el que finalmente ha sido. También teníamos claro que no iba a ser presa fácil. (Tenía inquilinos. Familia numerosa.
  Durante el rodaje terminó la mudanza. Cosas que pasan).
Esa casa que hicimos casi nuestra, esa que conforme se terminaba de rodar en sus diferentes estancias íbamos colonizando, esa casa que una vez se cruza el portón de entrada, se atraviesa el zaguán, la cocina, el patio empedrado y el jardín, al fondo habita placentera nada menos que la huerta valenciana, con sus colores y sus atardeceres. Un lugar bonito bonito.
  ¿Se puede pensar un lugar mejor para pasar un verano rodando una comedia con Gracia, Tito y estos 3 chavales y sus colegas? Difícil, lo aseguro.
También hizo calor, mucho calor. Lógico, era verano.

NOTAS DE LOS GUIONISTAS...
  Cuando se nos ocurrió ¡Vaya Vacaciones! queríamos diseñar una película familiar que combinase incorrección y emociones a partes iguales. La idea de unos abuelos hartos, que no pueden disfrutar de su jubilación soñada porque su hijo les endosa todos los días a los nietos nos volvía locos. Unos abuelos no idealizados. Más reales. Más españoles. Que sí, quieren mucho a sus nietos, pero están hasta la coronilla de no poder tener nunca planes. La imagen de unos padres que usan a los yayos de comodín para todo es reconocible casi en cualquier hogar del país. Pero queríamos llevarlo al extremo.
  A la gota que colma el vaso. Y aquí empieza nuestra historia. Los padres fingen tener una convención de trabajo en otro país para endosarles a los nietos y poder irse de vacaciones a Bali. Y los abuelos se ven obligados a cancelar su viaje soñado porque, como tantos y tantos abuelos, no saben decir que no. ¿Qué pasa cuando lo descubren? Inician una guerra fría contra los padres en la que los nietos son las principales víctimas.
  Con los nietos nos parecía muy importante construir niños de verdad con problemas de verdad.
Problemas por los que los adultos nunca se interesan porque están ensimismados. Vemos a una niña enamorada, a otro con inseguridades y a la pequeña intentando disfrutar de unas vacaciones que siempre se tuercen. Y los tres pagando los platos rotos de la familia. De la guerra fría. Siendo una moneda de cambio. Los abuelos los llevan a un pueblo sin niños ni cobertura para hacerles pasar las peores vacaciones de sus vidas y que así llamen a sus padres, y está decisión provoca que sus problemas crezcan más y más y acaben enfrentándose a los abuelos para que les lleven de vuelta a la ciudad. Porque al final parece que nadie quiere pasar con ellos las vacaciones.
  Y luego están las vacaciones. Todos los personajes se aferran a unas vacaciones soñadas que resolverán sus problemas del día. Porque todos alguna vez nos obsesionamos por unas vacaciones perfectas que pensamos que nos van a cambiar la vida, y nos olvidamos de que lo importante es descansar con la gente que quieres y disfrutar todos los días. El lugar es lo de menos.

NOTAS DE LOS PRODUCTORES (MIGUEL GONZÁLEZ, EDUARDO JIMÉNEZ)...
  Después del éxito rotundo de Es por tu bien, en Quexito Films sabíamos que si queríamos apostar por un nuevo concepto de comedia, tenía que ser una premisa original y con poder para apelar a todo tipo de público: una historia en la que todos se sintieran involucrados.
  Descubrimos un tipo de situación que se repite en todo tipo de hogares y familias: los abuelos, a menudo, son obligados a quedarse al cuidado de sus nietos. Lo que, en principio podría parecer una inocente forma de conseguir que los padres se desahoguen y los abuelos estrechen lazos con los más pequeños, algunos se lo toman como la oportunidad de tener niñeras las 24 horas, 365 días al año. Conforme más indagábamos y preguntábamos en nuestro entorno, más nos dábamos cuenta de que esta era una situación de la que todos tenían algo que decir. Todo el mundo se había visto afectado de alguna forma. Dicho de otra manera, esto no era la premisa de una película, esto era algo real y estaba sucediendo.
  Estaba claro, pues, que era el punto de partida para crear una historia con la que aludir a todos: los nietos, los padres y los abuelos; todo enmarcado en el género de la comedia familiar, que tan bien funciona en taquilla, pero que en este caso hemos virado para dar voz a personajes de la tercera edad, los cuales, encarnados en unos magníficos Gracia Olayo y Tito Valverde, se adueñan del relato y dan voz a todos esos abuelos que han afrontado renuncias personales, obligados por sus hijos en el momento de su vida donde más se merecían descansar.
  Lo hacen junto a los otros protagonistas de la película, nuestros nietos, que no se quedan atrás plantando cara en esta guerra, dando tanto juego a la trama como risas al espectador. Para ello, contamos con niños de probado talento, como es el caso de Daniela Rubio, y otras caras nuevas pero prometedoras que nos brindan su debut en la gran pantalla, como Marta de Toro o Nicolás Costi. El enfrentamiento entre abuelos y nietos, además de ser algo novedoso, sirve para realzar el contraste generacional, y crear dos grupos de protagonistas que funcionan bien como familia y como enemigos, complementándose tanto en las situaciones antagónicas como en las que se vuelven aliados.
  Todo dentro de un humor cotidiano, fresco, y con algún punto canalla y lleno de familiaridad que solo dos guionistas como Josep Gatell y Manuel Burque podían infundirle a la cinta.
  Así es como ¡Vaya Vacaciones! no deja indiferente a nadie. La sencillez y potencial de su trama, un guion que magnifica la propuesta, y unos actores que le hacen justicia; convierten a esta película en una comedia que cualquier miembro de la familia, por TikToker o boomer que sea, podrá disfrutar.

NOTAS DE LOS PRODUCTORES (GHISLAIN BARROIS, ÁLVARO AUGUSTÍN)...
  El cine familiar es uno de los géneros que mejor funcionan actualmente en las salas de cine y por eso en ¡Vaya Vacaciones! hemos querido juntar a la tres generaciones, abuelos, padres e hijos, en una comedia familiar que nos plantea situaciones muy cotidianas: ¿Qué abuelos no han tenido que quedarse con sus nietos ante la carga de trabajo de unos padres desbordados? Pero en ¡Vaya Vacaciones! no todo es lo que parece. Un supuesto viaje de trabajo de los padres es el desencadenante de una divertida guerra entre nietos y abuelos, provocando situaciones tanto disparatadas como muy emotivas.
  Después del éxito de Es Por Tu Bien, teníamos muchas ganas de volver a trabajar con sus productores (Quexito Films) y guionistas (Manuel Burque y Josep Gatell). Cuando nos propusieron ¡Vaya Vacaciones! con Víctor García León como director, no dudamos ni un segundo en subirnos a bordo.
  Con semejante repartazo armado por el director sabíamos que no podíamos fallar.

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