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HASTA QUE LA MUERTE OS SEPARE...
   Para la directora, VENOM: EL ÚLTIMO BAILE significa muchas cosas. Es el clímax de una electrizante trilogía, un peligroso enfrentamiento contra una imparable amenaza alienígena… y el bromance más letal de la galaxia.
  “La trilogía de Venom es en realidad como una comedia romántica clásica”, comenta Marcel entre risas. “Eddie Brock y Venom se conocen en la primera película. En Habrá Matanza sufren una crisis y se separan. Ahora, para concluir la historia, han aprendido a vivir juntos finalmente. Han alcanzado la ansiada simbiosis, pero ¿conseguirán quedarse juntos al final?”.
  VENOM: EL ÚLTIMO BAILE retoma la historia donde la dejamos, con Eddie y Venom a la fuga tras derrotar a Cletus Kasady y a su simbionte, Matanza. El enfrentamiento revela la existencia de Venom, aunque no solo ante el planeta entero, también entrarán en el radar de los adversarios más despiadados del universo. “La existencia de Eddie y Venom sale a la luz tras la impresionante pelea en la catedral Grace”, dice Marcel. “Esta huida convierte a EL ÚLTIMO BAILE en una road movie. No solo les buscan personas de nuestro mundo, poderosos enemigos del planeta natal de Venom, Klyntar, están también al acecho. Cuanto más tiempo permanezcan Eddie y Venom juntos, más riesgo correrá el mundo entero”.
  Marcel escribió las primeras dos películas, además de ser productora ejecutiva, y produjo Habrá Matanza. En VENOM: EL ÚLTIMO BAILE hace su debut directoral, algo muy emocionante para ella después de una colaboración tan longeva con Tom Hardy, quien interpreta a Eddie y Venom. Marcel y Hardy idearon esta última historia juntos, tras lo que Marcel escribió el guion. “Tom y yo nos entendemos muy bien”, confiesa Marcel. “Entiende mi forma de escribir y yo sé cómo crear personajes que él disfruta interpretando. Para EL ÚLTIMO BAILE nos pasamos una semana entera en un hotel de Londres trabajando de sol a sol en la historia. Los dos coincidíamos en que esta entrega debía ser la más espectacular y cañera de todas. Tenemos suerte de que el estudio confiase en nuestra forma de ver la historia y querer contarla”.
  “Trabajar con Tom es muy divertido”, continúa Marcel. “Es uno de mis mejores amigos y es un tipo realmente listo. Conoce estos personajes de pies a cabeza y es una fuente de grandes ideas. Es alucinante”.
  Para Marcel y Hardy ha sido importante que la historia fuese fiel a lo que los seguidores de la saga esperaban. “Ha habido una gran inspiración de los cómics, pero también hemos escuchado a los fans para saber adónde querían llevar la historia”, dice Marcel. “Lo que sabíamos es que íbamos a concluir la trilogía y que tenía que ser emotiva. Hemos querido llevar la relación entre Venom y Eddie al siguiente nivel”.
  En el centro de la relación encontramos al mismo Eddie. “Cuando conocemos a Eddie Brock en Venom es un tipo bastante egoísta”, dice Marcel. “Destroza su relación al mentir a su prometida y acabar con su carrera. Él es un periodista que disfruta de sus momentos de fama, pero Venom destruye todo eso y acaba relegado a su versión más básica. En esta última entrega nos encontramos con un Eddie más mayor y sabio. Es un tipo mucho más paciente y tolerante. Realmente ha aprendido a querer a alguien de verdad”.
  Pero hay algunas cosas que nunca cambian. Venom no ha perdido esa genuina y desenfrenada personalidad que nos hizo reír tanto en las primeras dos películas, aunque sí ha evolucionado. “Venom no tiene filtro”, dice Marcel. “Hace lo que le viene en gana. Eddie está continuamente intentando controlar a esta alegre y alocada criatura que pasa de toda norma social. Lo interesante de esta película es que Venom ha tenido que madurar un poco. Ha aprendido a tener miedo y ahora hay cosas que le preocupan. Al final tendrá que tomar una decisión muy muy dura”.
  El personaje de Venom no ha dado simplemente el salto desde los cómics o el guion. Hardy ha sido determinante para traer a la vida al simbionte, desde la primera película y a lo largo de toda la saga. “Tom jugó con muchas voces distintas, y ahí es cuando nació Venom”, dice Marcel. “Hubo una voz con la que dio en el clavo, quedaba perfecta con el exagerado diálogo de Venom. Tom nos envió una nota de voz en la que hablaba así, convencido de que esa era la forma en la que tenía que hablar el personaje”.
  Desde ese primer mensaje, Hardy ha seguido desarrollando el personaje, tanto creando la historia como en el set de rodaje. “Tom y yo dejamos mucho a la improvisación”, dice Marcel. “Tom lleva unos auriculares durante el rodaje en los que reproducimos el texto pregrabado de Venom y así poder actuar en consonancia. También le puedo hablar directamente por ahí, así que si tengo alguna sugerencia se la digo en el momento y él la introduce en la escena”.
  En una película con personajes creados por ordenador, lo normal es que el equipo de efectos visuales esté en el plató durante el rodaje poniendo marcas en puntos específicos para que el actor sepa adonde mirar, pero en VENOM ha sido Hardy el responsable de tomar esas decisiones. “No hemos marcado la localización de la cabeza de Venom cuando está fuera del cuerpo de Eddie”, continúa Marcel. “Le dejamos a Tom la libertad de interactuar con el entorno como él considere, para lo que hemos estado pendientes de que Venom no saliese de plano. Nunca he visto a nadie hacer lo que él hace en una situación así”.
  Al interpretar a Eddie y Venom, Hardy ha tenido la oportunidad de representar una relación espectacular a la par que absurda, aunque genuinamente emotiva. “Eddie y Venom se quieren”, dice Marcel. “Son mejores amigos. Tienes que sacrificar mucho si vas a regalarle tu cuerpo a un alienígena, si vas a compartir todo tu ser con un impresionante niño grande, y encima uno especialmente peligroso. Eddie y Venom sacan lo mejor el uno del otro”.
  Apoyando al dúo podemos encontrar a un reparto estelar de personajes, tanto humanos como alienígenas. Chiwetel Ejiofor interpreta al general Strickland, que emprende la búsqueda de Eddie y Venom. “El general Strickland dirige la rama militar de un complejo de alto secreto”, dice Ejiofor. “Es muy estricto y muy organizado. Sigue todas las normas, no tiene una forma alternativa de actuar ni corre ningún riesgo innecesario. Es a través de él que descubrimos lo que los militares están tramando”.
  Cuando emprende la misión de capturar simbiontes, Strickland se alía con la rama científica del complejo, la idealista doctor Teddy Paine. “Mi personaje tiene un pasado traumático”, dice Juno Temple, actriz protagonista de Ted Lasso quien aquí interpreta a Teddy. “Tenía un hermano gemelo que estaba obsesionado con el más allá y los extraterrestres. En cuanto le perdió, juró dedicar el resto de su vida a encontrar respuestas sobre el tema, y así es como acabó trabajando en este complejo de alto secreto”.
  “Strickland está fascinado con Teddy, a su manera”, dice Ejiofor. “Aunque para su gusto le parece que está demasiado relajada. Ella y el resto de científicos manejan los problemas desde un punto de vista emocional que él no entiende y quiere asegurarse de que todo se ejecuta de forma eficiente. Su objetivo es que todo el mundo cumpla las normas para que el complejo funcione como un reloj”.
  “Strickland tiene más poder que Paine”, dice Temple. “Si quisiese podría destruir todo su trabajo, su laboratorio entero, y silenciar a todo el mundo que trabaja ahí. Esa es una amenaza que ronda siempre cuando está trabajando”.
  Strickland persigue simbiontes, mientras Eddie y Venom cruzan todo Estados Unidos. Por el camino conocen a Martin, interpretado por Rhys Ifans, un padre que lleva en coche al dúo. “Martin está obsesionado con los ovnis, los alienígenas y la vida extraterrestre en general”, dice Ifans. “Por eso decide dejar su aburrido trabajo como informático y embarcar a toda su familia en un viaje hasta el Área 51 y comprobar si hay algún alienígena. Aunque no les arrastra de forma egoísta. Su plan es que tengan una vida libre e interesante en la que desarrollen curiosidades y persigan sus sueños”.
  Peggy Lu retoma el papel de la señora Chen, la icónica propietaria de supermercado. En Venom: Habrá Matanza, Venom se mete en su cuerpo, y en esta última entrega volveremos a verla en acción. “La señora Chen ya no trabaja en el supermercado”, dice Lu. “Ahora es una jugadora profesional en Las Vegas, donde se cruza con Venom y Eddie y empiezan a ocurrir cosas”.
  “Fue alucinante cómo reaccionaron los espectadores con la señora Chen en las primeras dos películas”, dice Marcel. “La gente la adora. El personaje lleva gafas y un vestuario bastante apagado, pero Peggy es una persona alucinante y vibrante que, para sorpresa de todos, ¡baila increíble! Así que saqué a la señora Chen de San Francisco. La escena en la que Venom y ella acaban compartiendo unos movimientos de baile es probablemente la más alocada de la película”.
  ¿Lo mejor de rodar esa escena? “¡Que vuelo!”, dice Lu.
Alanna Ubach se une al reparto en el papel de la mujer de Martin. “Alanna tiene una vena cómica perfecta”, dice Marcel. “Lleva muchos años trabajando y tiene una técnica alucinante. Martin y su mujer tienen dos hijos y un perro, que se llama como el de Tom Hardy, y la familia entera es el alma de la película junto a Eddie y Venom. Son divertidos y entrañables, algo que Alanna desborda por todos sus poros”.

CREANDO EL UNIVERSO DE VENOM...
  De todos los personajes de Marvel, Venom es uno de los más complejos, por lo que ha sido esencial apoyarse en un equipo de efectos visuales de primera categoría.
  “Uno de los mayores retos que hemos tenido es que transmita emociones”, dice el supervisor de efectos visuales John Moffatt. “Su estructura facial es completamente distinta a la nuestra. Tiene una sonrisa enorme, ojos grandes y no tiene orejas. A la hora de animarle hemos tenido que usar diferentes gestos. Kelly, Tom y yo hemos trabajado durísimo para conseguir que un personaje creado íntegramente a ordenador diese una interpretación conmovedora, ya que la trama de esta película se apoya mucho en el aspecto emocional”.
  Moffatt ha tenido por tanto que trabajar con Hardy codo con codo. “Nos hemos intentado basar lo máximo posible en la interpretación de Tom”, comenta Moffatt. “Su colaboración ha sido de gran ayuda. Nos hemos dejado guiar por su forma de trabajar en vez de decir, ‘¡Oye, los de efectos visuales necesitamos esto!’. La clave ha sido conectar con su forma de interpretar”.
  Moffatt también ha sido el encargado de crear el resto de simbiontes de la película, además de la variedad de criaturas en las que se mete Venom. “En cuanto a los huéspedes de Venom, recuerdo leerlo por primera vez en el guion y pensar, ‘¡Hala, un caballo Venom! ¡Y un pez!’. Nos hemos divertido pensando en las maneras en las que un simbionte puede combinarse con otra criatura. ¿Cómo se transmite el sentido de humor de Venom cuando posee otras criaturas? ¿Cómo le afecta eso a Eddie? La escena del caballo es una pasada. Es una secuencia muy muy divertida”.
  Obviamente, una película de Venom no es nada sin las colosales escenas de acción que la convierten en la película palomitera perfecta. “La batalla que tiene lugar en el tercer acto es probablemente la más exigente técnicamente”, comenta Moffatt. “Tiene lugar en el exterior y de noche. La rodamos entera en localización. Hay otras escenas en las que vamos a Las Vegas, a México y en avión. Una escena con una pelea de perros. Hay unas escenas fantásticas en el desierto en las que Eddie y Venom conversan. La película abarca muchísimas cosas”.
  VENOM: EL ÚLTIMO BAILE también ha contado con un diseño de producción de élite, destacando sobre todo las instalaciones militares. “Chris Lowe, nuestro diseñador de producción, ha creado todo tipo de decorados”, dice Marcel. “La base militar subterránea debía ser realista, algo que pudiéramos encontrar en el mundo actual pero con un toque de ciencia ficción. Ese ha sido el decorado con el que más ha sufrido Chris, principalmente por su tamaño. Tenía tres plantas y queríamos poder movernos de una zona a otra durante las escenas, así que tuvo que construir el complejo entero”.
  “Construyeron una enorme ciudadela militar en mitad del desierto”, dice Ifans. “Era muy realista y siniestra. Creo que es uno de los decorados más grandes en los que he trabajado. Es casi como una pequeña ciudad”.
  “Construimos el interior completo”, dice Lowe, “aunque también debía parecer temporal, que en cualquier momento podían recoger todo e irse. Es como una base militar sobre ruedas. La idea es que los soldados y científicos llegaron un día, montaron todo y se pueden ir en cualquier momento”.
  A pesar de todo, el decorado favorito de Lowe es el ático de Las Vegas donde la señora Chen vuelve a encontrarse con Venom. “Es muy kitsch, muy Las Vegas”, dice Lowe. “Me inspiré en el Hotel París de Las Vegas, con techos pintados como el cielo, balaustradas doradas, mármol y luces de neón. Ha sido uno de los decorados más divertidos de diseñar”.
  La variedad de decorados ha complicado bastante el trabajo de los dobles de acción, pero aun así su coordinador, James M. Churchman, lo ha encontrado emocionante. “Tom es frustrantemente talentoso”, comenta Churchman entre risas. “Le montamos en una moto y demostró tener mucha destreza, aunque no conocía el terreno en el que estábamos. Aun así, al día siguiente ya podías verle derrapar con la moto. Su curva de aprendizaje es insultantemente rápida. Si no te mantienes a su nivel y le sigues retando, él pasa a otra cosa. Me encanta”.
  Una de las escenas favoritas de Churchman tiene lugar en unos rápidos de un río. “Creamos el decorado del río con un tanque enorme de agua”, dice Churchman. “Tom hizo casi todas sus escenas del río. Le persiguieron seis agente especiales con todo tipo de tecnologías. Usaron jet packs bajo el agua, pistolas aturdidoras, pistolas sonoras y pistolas con redes. Volaron por todo el decorado con cables. Cada escena conjuga efectos prácticos, acción real y efectos visuales”.
  “Hemos tenido muchas localizaciones distintas, cada una con una estética distinta”, dice el director de fotografía Fabian Wagner. “La película es un road trip clásico, en el que los personajes se mueven constantemente y hay mucha coreografía. Aunque también hay escenas muy íntimas, que han salido preciosas. Hemos usado las típicas grúas para capturar planos amplios, pero también mucha cámara sobre el hombro. Ha sido una mezcla muy interesante”.
  Wagner está especialmente contento de que los espectadores tengan la oportunidad de ver la película en IMAX. “Me encanta el cine y me encanta la experiencia que vives sentado en una sala”, continúa Wagner. “Es una experiencia completamente distinta a cuando ves una película en casa. Creo que esta película tiene una envergadura perfecta para que los espectadores la disfruten en una pantalla de IMAX”.
  Tanto el reparto como el equipo de rodaje son conscientes de que VENOM: EL ÚLTIMO BAILE no es una película más. Es el capítulo final de una odisea. “Ha sido un verdadero honor concluir una historia como esta”, dice Marcel. “Es un capítulo final de trilogía muy emotivo. Tom y yo estamos muy emocionados de que los espectadores la vean, es como nuestro bebé. Espero que los seguidores estén orgullosos de nuestro trabajo y que les guste cómo acaban estos personajes qué tanto queremos todos”.

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