Fichas de peliculas
  • Registro
YESTERDAY
INFORM MACIÓN
Titulo original: Yesterday
Año Producción: 2019
Nacionalidad: Inglaterra
Duración: 116 Minutos
Calificación: Autorizada para todos los públicos
Género: Comedia, Musical
Director: Danny Boyle
Guión: Richard Curtis. Basado en una historia de Jack Barth
Fotografía: Christopher Ross
Música: Michael Pemberton
FECHA DE ESTRENO
España: 5 Julio 2019
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Universal Pictures


SINOPSIS

Un prometedor músico se da cuenta de que es la única persona en la Tierra que puede recordar a los Beatles...

INTÉRPRETES

HIMESH PATEL, LILY JAMES, SOPHIA DI MARTINO, ELLISE CHAPPELL, MEERA SYAL, HARRY MICHELL, VINCENT FRANKLIN, JOEL FRY, MICHAEL KIWANUKA, KARMA SOOD, GUS BROWN, KARL THEOBALD, DOMINIC COLEMAN

MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS

icono criticasCRITICA

icono trailersTRÁILER'S

icono bsoBANDA SONORA

icono clipsCLIPS

icono featurettesCÓMO SE HIZO

icono videoentrevVIDEO ENTREVISTAS

icono audioAUDIOS

icono premierPREMIERE

Festivales y premiosPREMIOS Y FESTIVALES

Informacion exclusivaINFORMACIÓN EXCLUSIVA

LA HISTORIA DE FONDO...
   Era cuestión de tiempo que Working Title Films buscara colaborar con el guionista Richard Curtis en un proyecto lleno de pasión que ha ido conquistando paulatinamente todos los canales de desarrollo del estudio. El productor Tim Bevan conoce a Curtis desde hace 30 años, y, desde las entregas de la saga Bridget Jones a Notting Hill, Love Actually y Un niño grande, todas las películas que Curtis ha escrito han sido producidas por la compañía que se ha convertido en sinónimo de cine británico.
  «Uno de nuestros productores acudió a mí con una genialidad de Jack Barth, una historia sobre un músico que recuerda las canciones de Los Beatles en un mundo en el que los demás no parecen conocerlas», dice Richard Curtis. «Me entusiasmó la idea y, en ese momento, le dije que no quería leer ningún guion..., porque quería intentar escribirlo yo. Acabé escribiendo la película basada en esa noción tan sencilla y brillante. Total, que aunque la extraordinaria premisa es de Jack, el guion y la forma de la historia son míos».
  Aunque Curtis es conocido por tomar el mando de los guiones que escribe, en esta ocasión se abstuvo. «Yo no pensaba dirigirla», nos confiesa. «Ni siquiera me planteé quién debía hacerlo, porque lo primero que hay que hacer es escribir un guion que merezca que alguien lo dirija. No obstante, cuando lo acabé, Danny Boyle fue la primera persona a la que pregunté».
  Curtis y Boyle ya se conocían de antes, porque el guionista había ayudado a este último con su ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, cuando le pidieron crear una parodia de Carros de fuego con Rowan Atkinson. «Colaboramos en una pieza para los Juegos Olímpicos en la que trabajé con Rowan, creando una actuación para Mr. Bean», dice Curtis. «Fue genial que Danny quisiera algo divertido en mitad de la ceremonia de inauguración, porque no es algo muy común».
  Como la gracia de la parodia era sobre la infidelidad, una apuesta arriesgada para la ceremonia inaugural del mayor evento deportivo del mundo, suponía romper las tradiciones en más de un sentido. Con todo, se trata de un enfoque que define a Boyle como artista. «Danny siempre quiere más de todos los aspectos de una escena, y eso es apasionante», desvela Curtis. «Es un cineasta eufórico. No paraba de hablar de que Jürgen Klopp gestiona el equipo de fútbol del Liverpool con algo llamado ‘Gegenpressing’, que es presionar todo lo posible en el ataque, y asegura que eso es precisamente lo que él quiere siempre hacer».
  ¿Resultado? Seis años después de aquel triunfo olímpico, Curtis le envió a Boyle el guion de YESTERDAY, aunque sin muchas esperanzas de que este aceptara. «No me parecía muy probable en aquel momento», asegura Curtis, tanto por la apretada agenda de Boyle como por la naturaleza de la historia. «En cierto modo, Cuatro bodas y un funeral es la antítesis de Trainspotting, y viceversa». Pero, pese a las diferencias, ambos abrazan el carácter británico y tienen un eufórico final positivo y muy de cine. «Se puede interpretar de ambas formas», dice Curtis. «Como esperado o como inesperado».
  Para deleite de los interesados, Boyle aceptó encargarse de la dirección. «No es la típica historia de película», nos cuenta Bevan. «Llegar a ese punto cuesta mucho, pero en este caso fue bastante sencillo».
  Tal y como Boyle recuerda, Curtis le envió el guion sin desvelarle mucho del contenido. «Me lo leí de una sentada y le contesté de inmediato por correo electrónico con una frase contundente», dice Boyle. «Le dije que era una genialidad por derecho propio. Pero Richard me comentó: “Bueno, no exactamente. Está basado en una historia ya escrita que yo he reescrito”. En todo caso, fue una sorpresa maravillosa y una auténtica gozada de imaginar: la sencilla idea de que todo el mundo olvidara a Los Beatles, menos un cantautor de Suffolk que sobrevive como puede con su música».
  En la asociación Boyle-Curtis, Bevan supo ver conexiones entre estos dos artistas tan aparentemente dispares. «Lo interesante de Richard y Danny es que ambos emergieron a finales de los 80 y principios de los 90, con Trainspotting y Cuatro bodas y un funeral», dice Bevan. «Ambos estrenaron películas británicas de gran éxito, y ambos tomaron la decisión de quedarse en Reino Unido para hacer carrera, en vez de poner rumbo a Hollywood. Entendieron que ese carácter cultural era un factor importante de su obra, y que es más fácil hacer un buen trabajo cuando estás tratando con tu propia cultura».
  «Ambos hicieron esas dos cosas», continúa Bevan. «Ambos tuvieron un gran éxito y revolucionaron el concepto de cine moderno británico porque decidieron quedarse en su país haciendo películas arraigadas en su cultura. Hablamos de películas británicas que dieron la vuelta al mundo y tuvieron un enorme éxito. Tiene cierta lógica que, en algún punto, estos dos profesionales trabajaran juntos y, como a ambos les encante la música, especialmente el pop, cabía pensar que colaborarían en un proyecto sobre música pop. Si sumamos a la ecuación las emblemáticas canciones de Los Beatles y el respaldo de Working Title, otra marca británica, el resultado es una interesante combinación de saber hacer cinematográfico y talento creativo, todo ello británico».
  Pese a todo, antes de que Boyle decidiese poner su nombre a esta comedia romántica, tuvo que asegurarse de tener completa libertad para hacer la película que él quisiera. «Cuando Danny vino a vernos, nos pidió realizar una especie de audición, como si fuera un candidato más, lo que por supuesto era una idea absurda», dice Curtis. «Pero su intención era comprobar que las ideas que consideraba claves fueran aceptables para nosotros. Si no, no quería aceptar el proyecto. Por eso, nos presentó claramente la película que quería hacer».
  Bevan admira desde hace mucho tiempo la singularidad de Boyle como director. «Es una persona que dice que si otra persona puede dirigir una película en particular, no tiene sentido que se lo pidan a él», explica Bevan. «Imprime su ADN en cada uno de sus proyectos, y eso es bueno. Además, se rodea de gente normal y corriente, sin ínfulas de diva. Todos los responsables de departamento y su productor, Bernard Bellew, están dispuestos a trabajar duro. Les encanta lo que hacen y adoran a Boyle. Es un set muy democrático. Es el modo en que deberían hacerse las cosas y, tristemente, no se hacen a menudo. Es un soplo de aire totalmente fresco. Está claro que a Danny le apasiona hacer películas e involucrarse en cada detalle con sus jefes de departamento».
  Cuando Boyle se subió al carro, le pidió a Curtis que cambiase aproximadamente un cuarto de su guion en curso, y una parte de lo que Curtis había escrito acabó totalmente modificado. «Escribir siempre es un proceso de cambio», dice Curtis. «Para cuando está editado, acabas eliminando 25 páginas por completo, así que no soy muy tiquismiquis con el tema. Fue todo para bien. Jack está contando una mentira a lo largo de casi toda la historia, y ¿cómo se expresa eso? Yo había insistido varias veces en que él se sentía muy culpable, y Danny me dijo que esa insistencia era difícil de mantener; ¡hay un límite respecto al número de veces que puedes centrarte en la cara del personaje para que veamos lo culpable que se siente! Se le ocurrió la idea de meterlo en una pesadilla en la que todos sus peores sueños se hacían realidad, así que ahora hay una escena donde visualizamos con eso la culpabilidad de Jack, en vez de limitarnos a verlo a él poniendo cara de circunstancias. Es una escena bastante contundente. Fueron cambios de ese tipo, para hacer la película más visual, más emocionante y mejor».
  Boyle estaba encantado con la colaboración con Curtis para cuando terminaron de dar forma a la película. «Siempre he considerado a Richard el poeta aclamado del romance y la comedia de Gran Bretaña», dice Boyle. «Me fascina su devoción a la intersección entre romance y comedia. Hace tiempo hice un par de películas, Tumba abierta y Trainspotting, que contaban con un presupuesto muy bajo, pero que fueron muy bien en taquilla, y todo el mundo se lanzó a llamar a nuestra puerta insistentemente para preguntarnos qué íbamos a hacer a continuación. Para decirnos que hiciésemos esto y aquello. Y yo me salí por la tangente e hice lo que yo consideraba una comedia romántica, Una historia diferente, de la que estoy muy orgulloso. Pero cuando volvimos tras el rodaje, antes de montarla, recuerdo leer el guion de Richard de Notting Hill. Y pensé: “Esto sí que es una comedia romántica en su sentido más estricto”. Ha sido genial formar parte del proceso de trabajar en un guion como este firmado por él, y mostrar un romance totalmente sincero que realmente cree en el amor. Creer en Los Beatles es creer en el amor. Y nadie puede acusar a Richard de no creer».
  Con Boyle en la silla del director, era el momento de encontrar casa para YESTERDAY; un estudio que no solo apoyase a los cineastas en su camino, sino que confiara en su instinto. Sobre el papel, la película, sin estrellas que garantizasen su éxito en taquilla, suponía enormes riesgos para un estudio grande.
  Cuando Curtis y Bevan presentaron la idea a los responsables de Universal, provocaron más de una ceja levantada entre los ejecutivos del estudio. «Es una historia bastante loca», dice Bevan. Pero los ejecutivos se mostraron dispuestos a dar el salto por los cineastas involucrados. «Dijeron que si alguien podía hacer que la idea funcionase, eran Richard y Danny. A la hora de lidiar con los estudios, o con algún respaldo de la industria estadounidense, algo que todos entienden es la escasez de buenos directores. Si consigues a un director de renombre, el resto de los problemas tienden a disiparse».
  Boyle se mostró entusiasmado con que la idea arraigase en el lugar correcto. «Ser parte de la asociación The Working Title/Universal, que es la única posibilidad de producción que tenemos realmente en Gran Bretaña, nos confirió seguridad a la hora de planificar la película y meternos ya de lleno en el proyecto», dice Boyle. «Sabíamos que era una apuesta segura; iba a estar bien financiada y nos dejarían hacer la película que queríamos. Ha sido un proceso fabuloso en cada una de las etapas».
  Para Boyle, Curtis y el resto de cineastas, el principal y constante objetivo con YESTERDAY era fusionar la verdad emocional de la música de Los Beatles con una historia de amor a la altura de esas canciones. «Alguien mencionó algo sobre el número de veces que aparece la palabra “amor” en las canciones de Los Beatles en comparación con la Biblia», dice Boyle. «Los temas de Los Beatles ganan por goleada. Espero que eso sea lo que la gente saque de la película: que es una historia de amor. Así que ¿qué mejor que acudir a Los Beatles para una historia así de romántica? Es una historia de amor por partida doble. Amor por esta música, que ya forma parte de la cultura mundial, y una inesperada y preciosa historia de amor que se desarrolla a su compás y que aprovecha el arco de la trama, haciéndonos vivir una auténtica montaña rusa de emociones».
   Es también una película sobre posibilidades ilimitadas; la idea de que, incluso cuando algo se ha perdido, siempre se puede recuperar. Para Boyle, la música de Los Beatles representa ese momento clave en el que el mundo emergió de una guerra de medio siglo y renació de sus cenizas. «El eje del mundo realmente cambió cuando se le otorgó a la gente poder para expresar sus instintos sobre el arte, el amor y la poesía», dice Boyle. «Todos esos ingredientes que pueden contener esas canciones cambiaron el mundo radicalmente a fuerza de movimiento... hacia la sensibilidad adolescente y de la gloria del pop. La gente decidió decir sí a la vida. Y todo por esos cuatro tipos».

ELIGIENDO LAS CANCIONES...

  Curtis y Boyle, grandes fanáticos ambos de Los Beatles, no habrían hecho la película sin contar con la bendición de los miembros supervivientes del grupo, Paul McCartney y Ringo Starr, y los herederos de John Lennon y George Harrison. A partir de la solidez de esas relaciones, y con la aprobación de los músicos y sus familias, la producción pudo seguir adelante y contar con los derechos de las canciones de Los Beatles para que Patel pudiera rodar el film.
  Esto complicó un aspecto el proceso de escritura de Curtis: de todos los icónicos temas de Los Beatles, ¿cuáles elegir? Y, casi más difícil, ¿cuáles dejar fuera?
  Sin duda, la música y las letras de las canciones contribuyen a que la narración de YESTERDAY avance a lo largo del metraje. «Richard eligió las canciones con mucho esmero», explica el supervisor musical Ilhan. No solo importa qué canciones son las elegidas, también el orden en el que se oyen, ya que la propia música crea un arco narrativo en el viaje de Jack. «Las canciones son muy importantes», continúa Ilhan. «Porque en ese orden, en esos momentos, cuentan la historia».

  Para Curtis, elegir entre la plétora de canciones de Los Beatles no fue tarea fácil. «Hemos tratado de representar todas las facetas del trabajo de Los Beatles —su lado más rockero, más romántico, más reflexivo», dice Curtis. «Mantuve una relación extraña con las canciones del grupo mientras escribía la película. Intentaba no escucharlas demasiado porque pensaba “¿Qué recordaría Jack?”. Un día, Danny le pidió a Himesh que nombrara todas las canciones que pudiera de Los Beatles. Fue difícil. Lo que tienes que hacer es repasar los discos». A continuación, Curtis explica por qué se eligió cada canción.

“Yesterday”: «Paul McCartney sentía que era la muestra perfecta de genialidad. Fue una canción tan milagrosa que cuando la escribió, pensó que debía de haberla soñado o plagiado. En la película, es la primera canción de Los Beatles que Jack toca tras su accidente, y la reacción de sus amigos al oírla le da a Jack (y a nosotros) la primera pista de que está pasando algo raro. Sus amigos le aseguran que jamás la han oído y se creen que él la ha escrito. Para esa escena, necesitas una canción perfecta con la que todo el mundo se quedaría con la boca abierta al oírla. Por eso elegí “Yesterday”. Después tenemos a Jack grabando una selección de canciones —”She Loves You”, “I Want to Hold Your Hand”, “I Saw Her Standing There”— que transmiten esa alegría de Los Beatles de los primeros 60, cuando solamente están él, Ellie y su amigo Gavin (ALEX ARNOLD)».

“In My Life”: «Esta es la canción que Jack interpreta en el canal de televisión local, es la que Ed Sheeran ve. Pensamos que estaría genial meter una canción perfecta y sofisticada y, curiosamente, “In My Life” es la canción que Ed tocó recientemente para Paul y Ringo. Resulta encantador que sea esta la canción que Ed escucha. También quisimos que fuera una indirecta que, al final de la canción, Ellie cree que es una declaración de amor..., pero no lo es».

“Back in the USSR”: «En su primera noche como telonero de Sheeran en Rusia, Jack decide tocar una versión de esta canción para captar la atención de un público distraído que no está ni remotamente interesado en escucharle. Sobra decir que consigue llamar la atención de los asistentes. Simplemente, pensamos que sería un buen tema para que Jack tocara en Rusia».

“The Long and Winding Road”: «Mientras están de gira, una noche Sheeran reta a Jack a una competición amistosa de composición después de un concierto. Jack “crea” este clásico en cuestión de minutos. Para esta competición entre Jack y Ed, queríamos algo que sonara perfecto al instante. Se me ocurrió que “The Long and Winding Road” era el ejemplo ideal».

“Penny Lane,” “Eleanor Rigby” y “Strawberry Fields Forever”: «Las tres son clásicos, pero a Jack, guiándose solo por la memoria, le resultan las más difíciles de rememorar en detalle. Están puestas en la película para recordarnos que aunque las conocemos, detallar las letras es harina de otro costal. Intenté escribir “Eleanor Rigby” cinco veces de memoria y ninguna de las veces lo conseguí».

“Here Comes the Sun,” “While My Guitar Gently Weeps” y “Hey Jude”: «Estas son las canciones que Jack graba en Los Ángeles, con un poco de ayuda de Ed Sheeran, como potenciales singles para su próximo álbum. Jack empieza a grabar en Los Ángeles y queríamos abrir el abanico, por eso incluimos dos temas de George, “Here Comes the Sun” y “While My Guitar Gently Weeps”. Y “Hey Jude” nos dio uno de los muchos momentos cómicos de la película. La canción está para poder hacer un chiste, cuando Ed la cambia a “Hey tú”». También durante esta sesión de grabación Jack intenta meter música de su propia cosecha en el disco, cosa que no funciona. «Jack mete una de sus canciones y claramente no está a la altura de la brillantez de Los Beatles. Eso supone un encontronazo con la realidad y un amargo recordatorio de su falta de talento como compositor».

“Help!”: Para el lanzamiento de su disco, Jack interpreta esta canción en el tejado de un pub frente a una multitud enfervorecida. «En este punto, Jack está atravesando una crisis metafísica. Está con la chica equivocada y haciendo cosas por el motivo equivocado. Ahí es cuando canta “Help!”. La canción era interesante por ese motivo. La interpreta como una canción alegre y encantadora, pero en realidad es un grito de socorro. John Lennon la describió como su “canción Bob Dylan”. Eran canciones de desesperanza y, a la vez, exuberantes».

“All You Need Is Love”: «Esta canción representa el momento en el que Jack comprende lo que realmente importa. “All You Need Is Love” es el mensaje que Jack ha olvidado y que vive en el corazón de la película. Tras tocarla, le confiesa a Ellie cómo se siente y que se ha equivocado en todas las decisiones».

LA COMPOSICIÓN MUSICAL...
  Con tanta música importante en YESTERDAY, los cineastas se encomendaron al prestigioso equipo formado por el productor musical Adem Ilhan y el compositor Daniel Pemberton. «Ya había trabajado con Danny en Steve Jobs, y fue una locura de experiencia muy buena», rememora Pemberton. «Me llamó un día a su oficina y me explicó toda la película, que me pareció absolutamente fantástica». Pero la primera reacción de Pemberton fue declinar el ofrecimiento. «Le dije que no era la persona adecuada para hacerlo», afirma. «Quería que yo compusiera la banda sonora, trabajara con los actores, dirigiera la música... Pensé que necesitaba a alguien que haya llevado esa vida de cantautor, que comprenda lo que es interpretar. Ahí es cuando entró Adem».
  Ilhan es un viejo amigo de Pemberton que ha experimentado la vida de cantautor desde que debutó en el año 2004. Bajista de la formación post-rock Fridge, también es parte del dúo de música electrónica Silver Columns. Además, ha sacado un disco en solitario. «Adem es un cantante y compositor fantástico, toca varios instrumentos y es un tipo majísimo. Pensé que trabajaría muy bien con Himesh y Lily... y el resto de la gente del proyecto», explica Pemberton. «Decidimos que afrontaríamos esto formando un equipo. Nuestra forma de encararlo fue crear un ambiente de trabajo que permitiera a los actores crecer y expresarse como cantantes, además de darles un pequeño giro a las canciones. Como estamos en un mundo en el que Los Beatles no existen, debemos verlas a través del filtro que es Jack; constantemente tratábamos de pensar en cómo podría funcionar».
  Pero en la música de la película hay más que las canciones de Los Beatles: está el asunto de las canciones de Jack. «Es verdad, ¡también teníamos que componer las canciones de pacotilla de Jack!», recuerda Pemberton riéndose. «Normalmente, yo solo compongo la banda sonora. Por supuesto, siempre intento involucrarme en la película justo al comienzo, en la etapa de escritura del guion, pero en este caso fue más que componer la banda sonora. Supuso ponerse manos a la obra con las canciones de Jack, que no son tan buenas como las de Los Beatles. Si alguien te dice: “Escribe una canción mejor que Los Beatles”, te quedas en plan “Oh, mierda”. Pero si alguien te dice: “Escribe una canción que no sea tan buena, que no esté mal”, ya te quedas como “¡Sí, cuenta conmigo!”.
  El problema para el equipo era cómo abordar la interpretación de Jack de las canciones de Los Beatles en un mundo desprovisto del enorme impacto que han tenido en la cultura. «Intentamos ser Jack tratando de recordar a Los Beatles», dice Ilhan. «Para mí, la clave fue: “¿Las escucho o lo hago de memoria?”. Soy fan de Los Beatles, así que de todas formas me sé muchas de sus canciones. Esa fue mi primera parada obligatoria, repasarlas en mi cabeza y pensar qué haría yo». Para ello, Ilhan tuvo que reproducir el viaje musical de Jack. «Debes comprender de dónde viene Jack», explica Ilhan. «Y tiene que haber errores en las canciones».
  Ilhan y Pemberton también tuvieron que decidir cómo sonarían estas canciones, interpretadas por Patel en el papel de Jack. «A lo largo de la película, hay diferentes filtros por los que las canciones pasan», dice Pemberton. «Como en el concierto de Jack en Moscú, donde tomamos una frase de “USSR”», dice el compositor, cantando durante la entrevista: «“Wo ho ho ho ho”. Es una pequeña frase de la canción, pero Jack necesitaba algo para que el público se enganchara. Nunca han escuchado esta canción, por lo que no se van a saber la letra. Quizá no cojan el estribillo, pero pueden pillar el “wo ho ho ho ho” en dos segundos. Echamos mano de ese recurso que Jack repite para poner al público de su parte».
  Ese momento que Jack crea con “USSR” conecta con una de sus propias canciones, “Summer Song”, que repetidamente ha tratado de convertir (sin acierto) en un éxito. «Jack usa la experiencia de sus viejas canciones y las une a las de Los Beatles», dice Ilhan.
  Este truco narrativo ayudó a Curtis a involucrar a otros personajes en la historia. «“Summer Song” es la canción que le gusta a Nick, el amigo de Jack», añade Pemberton. «Su personaje no es muy melómano, así que si le gusta “Summer Song” tiene que tener un estribillo directo y suficientemente obvio para que pueda recordarlo. La idea es que, si revisas la historia de Jack, te das cuenta de que toma elementos de sus composiciones y las mete en el trabajo de Los Beatles. Hay un extraño arco dramático en el que tratamos de ver el viaje de Jack como cantautor antes de que se dé cuenta de que es la única persona que conoce las canciones de Los Beatles, e incorporamos cómo las abordaría».
  Para ello, el equipo quiso reinterpretar las canciones sin perder la conexión emocional que la gente tiene con ellas, y que el público sintiera cómo sería realmente escuchar esos icónicos temas por primera vez. «Pensé sobre la experiencia de que tocaran “Yesterday” para mí por primera vez», reflexiona Ilhan. «La reacción y la idea me emocionaron. Los Beatles escribieron algunas de las mejores canciones de siempre y es bastante cautivador y emocionante pensar cómo sería ser la primera persona en escucharlas».
  Además, como Pemberton e Ilhan estaban trabajando con Sheeran, uno de los músicos más laureados de Reino Unido, era importante que su voz también estuviera presente en la película. «Ed ha compuesto una canción genial para el final de la película y trabajamos en ella junto a él», comenta Pemberton. «En última instancia, la película es un gran ejemplo del poder de la música. La música es algo que conecta con tanta gente que puede cambiar el mundo. Es bonito recordar eso en una época en la que parece que esta forma artística está siendo devorada por un mundo más moderno, de selfis e Instagram. Reconectar con el poder de la música es un regalo fantástico».

DISEÑO Y GRABACIÓN DEL SONIDO...
  La grabación de los temas de Los Beatles era primordial para la película, y Boyle decidió hacerlo de la forma más exigente posible. «Es absolutamente normal en una película con mucha música en vivo tenerla grabada previamente y después hacer que los actores hagan playback mientras ruedan», explica Boyle. «Yo no quería hacer eso porque hay muchos tecnicismos. Es virtualmente imposible hacer que la música interpretada en vivo suene bien debido al ruido de fondo. Que quede desincronizado, que se pierda el ritmo... Hay muchísimas cosas que pueden salir mal. Pero la interpretación de Himesh en el casting me convenció de que debíamos grabarle en vivo. Se puso delante de mí, le escuché tocar “USSR” y supe que ahí estaba la película».
  «Esa es la forma en la que estas canciones deben funcionar», continúa Boyle. «Si no, la película sería genial para fans recalcitrantes de Los Beatles, pero para todos los demás sería como un karaoke. Odio que los actores hagan playback, aunque a día de hoy lo consigan hacer con brillantez. Para mí, es como si se hiciera playback en un diálogo. ¿Por qué hacer algo así? Necesitas creer que ese momento le está pasando a esa persona para que tú seas testigo de ello».
   Para Boyle, solo había un sonidista en la industria que podía conseguir la interpretación en directo que buscaba. Ese hombre era SIMON HAYES, ganador del Oscar® a la Mejor Edición de Sonido por su trabajo en Los miserables.
   «Llamar a Simon “sonidista” no es hacerle justicia», afirma Boyle. «Es una especie de ingeniero a escala de la física. Reúne un ejército de gente y tecnología y, de alguna manera, consigue que las grabaciones en directo sean posibles. Cuando tocas en vivo sin una pista de clic, el ritmo cambia. No puedes usar una sola toma y no puedes cambiar de una toma a otra. Es muy difícil. Así que te tienes que asegurar que cada versión se rueda a la perfección porque esa puede ser la única que funcione en la película».
  «El éxito del trabajo de Simon es esencial para el éxito de la película», añade Boyle. «La forma de lograrlo fue que Simon aportara la precisión en la grabación de las canciones y que Daniel pusiera todos sus arreglos a través del prisma que fue Himesh. No forzaron las cosas con Himesh, trabajaron a través de él y nos permitieron acercarlo al público... Todo, con un increíble nivel técnico».
  Después de leer el guion, Hayes sabía que habría desafíos para hacer realidad la visión de Boyle, pero no iba a permitir que los detalles técnicos se interpusieran en la senda de la perfección. «Conté 24 momentos musicales a lo largo de la película, desde pequeñas actuaciones callejeras en una esquina a los macroconciertos en Wembley, y todos iban a grabarse en directo, lo cual era bastante intimidante», afirma Hayes. «El enfoque de Danny está centrado en las interpretaciones; eso era lo que debíamos captar. Lo que no hacemos con el equipamiento o el aspecto técnico del trabajo es interrumpir esas interpretaciones y la narración».
   «Captar todo eso en vivo ha sido una responsabilidad enorme», añade. «Te encuentras con un montón de problemas a la vez en el rodaje para mantener todo en silencio, pero consigues una energía increíble».

PATEL SE CONVIERTE EN UN BEATLE...
   Además de encontrar a su personaje, Patel tuvo que estudiarse las canciones de Los Beatles. No solo cómo tocarlas, sino cómo interpretarlas delante de una multitud. «Aprenderme las canciones me resultaba abrumador», reconoce Patel. «Llevo unos diez años aprendiendo a tocar la guitarra por mi cuenta, pero hay un límite al que llegas siendo autodidacta».
  Aunque la materia prima estaba ahí, Patel tenía una gran cantidad de trabajo por delante antes de ponerse delante de la cámara. Por suerte, el actor estaba en buenas manos: las del compositor Pemberton y el productor musical Ilhan.
  «Pasé dos meses aprendiéndome las canciones con Adem», cuenta Patel. «Siempre me apoyó y me dio la confianza que necesitaba. Fue divertido no solo aprenderse algunas de las mejores canciones que se han compuesto jamás, sino también hacerlas nuestras, de alguna manera. Adem me dio la confianza que necesitaba para enfrentarme a todo lo que debía hacer —el estadio de Wembley, el festival de Latitude, tocar para 6 000 personas en la playa de Gorleston—; situaciones de locura en las que pude hacer lo que siempre quise, que es tocar delante de la gente. Y lo conseguí, gracias a Adem y la gente increíble que incorporó al equipo. Sin su ayuda, no habría terminado haciendo lo que hago. Esa confianza es algo que siempre llevaré conmigo».
  Ilhan se quedó impresionado con la innata aptitud musical de Patel. «Estuvimos trabajando en afinar esas cosas para determinadas canciones», dice el productor musical. «Himesh tiene una gran materia prima. Tiene una voz brillante y fuerte y sabe tocar la guitarra, así que solo le dimos forma a lo que ya estaba ahí».
  Con todo, existe una enorme diferencia entre poder cantar y ser capaz de interpretar en un entorno donde se deben realizar múltiples tomas. «La voz tiene que tener una salud fuerte», dice Ilhan. «Pero también cuenta permitir que Himesh controle su voz, y cómo tocar la guitarra y cantar al mismo tiempo, y trabajar su confianza y que tome conciencia de lo que su voz es y puede llegar a ser. Tiene que convertirse en algo completamente natural e instintivo. Himesh trabajó muy duramente, día tras día, para alcanzar ese punto. Si los espectadores asumen que lo que ven en pantalla es natural, es que el trabajo se ha hecho bien».
  «Pero había algo importante con lo que teníamos que ser precavidos, especialmente en este entorno: que él interpretaba a un personaje, y un personaje tiene un papel que hacer», continúa Ilhan. «Hay muchas formas de hacer que su voz suene más fuerte o más poderosa, o con mayor rango o más precisa, pero con cada paso que das en esa dirección, comprometes el carácter de la voz. Himesh tiene una voz hermosa; es brillante y proyecta muy bien. Pero no olvidemos que él interpreta a alguien a quien las cosas no le salen bien. No tiene ese “algo”. Las canciones se convierten en ese “algo” que le falta. E incluso contando con esas canciones geniales, le lleva un tiempo salir adelante. Queríamos que fuera alguien que pudiera cantar e interpretar, alguien que tuviera el potencial de hacer esto».
  Patel contó con muy poco tiempo para acostumbrarse a la tarea de cantar frente a las cámaras de Boyle. Los primeros días de rodaje consistieron en tocar las canciones de Jack en las calles de Clacton-on-Sea e interpretando “Let It Be” en el pub The Reedcutters, en Cantley. «Fue un poco estresante», admite Patel. «Por eso metí la pata un par de veces».
  El intérprete se refiere a equivocarse con algunos acordes de piano en una toma de “Let It Be” al ponerse nervioso; aunque resultó perfecto para su personaje. Después de todo, ¿acaso no se pondría Jack nervioso al cantar por primera vez una de las canciones más icónicas de Los Beatles, especialmente delante de un público que nunca a escuchado a Los Beatles? «Es verdad, sobre todo al tocar esta canción que todo el mundo debería conocer, pero que no conoce. Sí se pone nervioso», explica Patel. «Casi está esperando a que alguien del público le diga: “Tú no has compuesto eso», así que está condenado a ponerse un poco nervioso».
  Para un actor, son bastantes cosas de las que estar pendiente: actuar tocando y cantando las canciones mientras interpreta a Jack al mismo tiempo. «Es como hacer malabares, es raro pero divertido», asegura Patel. «Te aprendes la canción lo mejor que puedes y la haces parte de tu historia personal. ¿Qué significa para Jack cantar eso en ese momento? ¿Por qué ha elegido esa canción? De todas las canciones que recuerda, ¿por qué le ha venido esa a la cabeza? ¿Es porque es famosa o porque significa algo para él?».
  Si todo ese trabajo de preparación estresaba a Patel, practicamente no se le notaba. «Himesh dio un paso adelante», dice Boyle elogiosamente. «Es un tipo muy modesto y solo hablaba de sus nervios al interpretar. Siempre sentí que estaba relajadísimo durante las canciones. Cualquier estrés que pudiera sentir con las escenas principales, la interpretación de las canciones le daba tanta confianza que le relajaba para hacer el resto del papel. No tenía mucho tiempo libre. Preparaba y practicaba las canciones mientras hacía el resto del trabajo que una película exige de ti. Cosa que le ocupó muchísimo tiempo y le exigió incontables repeticiones. Pero siempre llevaba ventaja gracias a su toque con las canciones».
  Patel considera un honor ofrecer la música de los llamados Fab Four a una nueva generación. «La canción favorita de mi madre es “Imagine”», dice el actor. «Se enamoró de ella cuando llegó a Inglaterra, así que yo descubrí a Los Beatles muy pronto gracias a ella. La película es una introducción a ellos para un montón de gente joven que no ha tenido el privilegio de escucharlos. Tanto los fans de siempre como aquellos que descubren ahora su música apreciarán la película por razones diferentes, pero el film ratifica la magia de su música para todos».

LAS LOCALIZACIONES...
  Otra estrella indiscutible de la película es su principal localización, Suffolk y sus alrededores. Epicentro del viaje emocional de Jack, es donde el film empieza y termina, tanto literal como metafóricamente. Esta no es la primera vez que Curtis sitúa una historia en Suffolk, pero sí es la primera vez que consigue rodar allí. «Situé Una cuestión de tiempo en Suffolk», dice el guionista y productor. «Todo ocurría en una casa frente al mar, pero no dimos con la casa adecuada, así que tuvimos que trasladar todo a Cornwall. Es bonito que esta vez hayamos podido hacerlo en el lugar que decía el guion».
  «Es un sitio que conozco bien», continúa Curtis. «Escribo en un pequeño cuarto que da a la ensenada de la playa y al mar. Hasta cierto punto, hay un montón de Ed Sheeran en la historia, ya que él proviene de aquí. Nos encantan los acentos y los nombres. Aquí es donde quería situar la película. Es un pequeño rincón de Inglaterra de donde no esperas que surja una superestrella del pop como Ed, si no fuera porque sí que ha ocurrido. También sentía que conocía el lugar. Pero lo interesante fue que, cuando Danny se sumó al proyecto, dijo que debíamos conocer la zona realmente. Quería pasar mucho tiempo aquí, salir por ahí y captar el ambiente. Durante el proceso de buscar las localizaciones perfectas, todo se extendió más allá del pequeño mundo que yo había descrito».
  La película terminó rodándose por toda la costa este de Inglaterra, empezando en Clacton-on-Sea y terminando en Gorleston-on-Sea. «Danny quería interiorizar Suffolk y mientras Richard se lo enseñaba, Danny fue a por el Suffolk “Danny Boyle”, con carácter, en lugar del Suffolk más tierno de Richard», explica el productor Bevan.
  «Gran parte de la historia transcurre en las áreas más rurales de Suffolk, con una conexión obvia con Ed», añade Boyle. «Hay playas preciosas por aquí alrededor, pero no solo son pintorescas, para mí son más interesantes que eso. Fue maravilloso poder llevar la historia a la costa, pero no solo retratarla. Quería llevarla hacia las ciudades como Lowestoft en Suffolk y Gorleston en Norfolk, justo al sur de Great Yarmouth. Estas maravillosas ciudades están un poco olvidadas, la verdad. Gorleston tiene una historia increíble. Era muy importante en la época eduardiana, como Brighton. Era el sitio en el que había que estar, pero ya no está en el radar».
  Las localizaciones que Boyle eligió tienen cierta extravagancia que contrasta con la visión del Suffolk pintoresco de Curtis y muestran un trasfondo más intenso del realismo característico de Boyle. Un ejemplo de esto es la escena en el pub The Reedcutters, donde vemos tocar a Jack. «Es un pequeño y encantador pub que tiene una extraordinaria fábrica de refinado de azúcar detrás», explica Curtis. «Se ha convertido en una versión más definitiva de lo que yo había pensado originalmente».
  Los colaboradores del guionista agradecieron poder contar con un guía local. «Yo vivía en un pequeña casa en el paseo marítimo de Walberswick», dice James. «Richard tiene una casa allí y básicamente es el rey de Suffolk, así que pudo introducirnos en su mundo y enseñarnos esa hermosa localidad. En Suffolk hay otro ritmo de vida y un sentido de comunidad que se ha trasladado a la película».
  Para Sheeran, filmar donde creció resultó ser un arma de doble filo. «Por un lado, es bonito tener este pequeño y hermoso lugar secreto», dice, «pero también es bonito presumir de ello a escala global, como hacemos en la película».
  El objetivo de la supervisora de localizaciones CAMILLA STEPHENSON era encontrar las localizaciones que capturaran el realismo que Boyle deseaba captar. «Danny dejó muy claro, desde nuestra primera reunión, que no quería localizaciones de postal», rememora Stephenson. «Pero quería ser fiel al guion, así que empezamos a buscar lugares de la costa este que tuvieran un lado más duro, como puertos o fábricas. Al elegir Gorleston, contamos con una ciudad de costa eduardiana que es encantadora, pero que también tiene una faceta más ruda gracias a sus atareados puertos. Danny quería que fuera real, pero no descarnado. Tampoco quería nada lúgubre. Quería ver belleza, solo que no la belleza típica de pueblo inglés».
  Hay dos escenas cruciales que suceden en el hotel Pier en la playa, en Gorleston-on-Sea. En un flashback que tiene lugar antes del accidente, Jack y Ellie van al hotel por un bolo, pero descubren que el establecimiento lleva cerrado tres meses. «Jack había estado planeando con mucho esmero su lista de temas y resulta que no puede tocar ni una sola canción», comenta Curtis. «Decidimos que, un año después, cuando de pronto es la persona más exitosa de la historia, volviera al hotel a tocar, desde una terraza que da a la playa. Nunca ha tenido una audiencia superior a 17 personas, y de pronto está ante 5 000 espectadores. También nos encantaba la idea de subirlo al tejado porque es una referencia a cuando Los Beatles tocaron “Get Back” y “Don’t Let Me Down” desde el tejado de Apple».
  Según explica Boyle, «Jack sale al tejado y devuelve “Help!” a sus raíces. Es un grito de desesperación, una llamada de auxilio, no solo una canción pop pegadiza. Jack lanza así un grito de auténtico dolor junto a la banda en una gloriosa versión punk de la canción. Esta es una de las bonitas maneras con las que Himesh no solo revivió, sino también reimaginó las canciones sin forzarlas; fue muy honesto y auténtico con la narración, su situación y el momento. Todo se rodó en el hotel Pier; detrás estaba el puerto con los barcos entrando y saliendo, lo que aportaba un paisaje industrial muy adecuado para esa canción». Y una elegante referencia a los orígenes de los propios Beatles. «Después de todo, esos chicos venían de una gran ciudad portuaria, industrial», afirma Boyle.
  Patel explica este punto cardinal de la película: «La actuación del hotel Pier es un momento clave porque muestra la mentira que Jack ha estado contando. Jack se da cuenta de que ha perdido a Ellie, que ha mentido a sus padres y que está completamente perdido. Cuando sale al tejado, no solo está cantando la canción “Help!”, está pidiendo ayuda en un su momento más bajo».

  La producción regresó a Liverpool para rodar unas escenas en las que Jack deja Los Ángeles en la víspera del lanzamiento de su disco para tratar de conectar con el espíritu de Los Beatles en su ciudad natal. «Para él es raro ir a Liverpool porque está como robando las canciones», analiza Boyle. «Pero esa conexión que hay entre el talento de un cantautor y su tierra, toda esa textura y cultura que alimenta y produce la música... Jack va allí y se engancha a ella. Supongo que se le puede disculpar porque hay peligro de que las canciones se olviden, y él se las está devolviendo a la gente. Parecía lo correcto regresar a Liverpool y rodar allí como si fuese la primera vez que viéramos esos escenarios. Eso es duro allí, porque están muy orgullosos del grupo. ¡Tuvimos que hacer algunos borrados digitales!», recuerda riéndose.
   Los cineastas examinaron Strawberry Field meses antes de que la producción arrancara, señalando los lugares para rodar en la ya icónica localización, pero cuando fueron a grabar se encontraron con que la finca había sido demolida, excepto las puertas llenas de grafitis.
  «Fue desgarrador», asegura Boyle. «Aquellos recuerdos eran específicos de Liverpool. Hay otra escena en la que Jack escucha mi canción favorita de Los Beatles, “Hello Goodbye”, en el túnel de Mersey. Creo que esas cosas solo tienen significado para la gente de Liverpool, pero estoy orgulloso de ellas. Hay un par de cosas en la película que resultarán desconcertantes para el resto del mundo, pero no las hemos quitado porque la conexión con la ciudad es más importante que pretender que todo el mundo comprenda todo. Ellos lo sabrán».

  Además de en Suffolk y Liverpool, la producción rodó en el estadio de Wembley, el festival de Latitude y en Los Ángeles, donde Jack entra en un mundo completamente diferente al que conoce. Tras rodar en el frío Suffolk, el clima de Los Ángeles fue una conmoción para el equipo artístico y técnico. «Era increíblemente caluroso», dice Curtis con un suspiro. «Estuvimos en la playa de Venice, la autopista del Pacífico con sus palmeras, el hotel Beverly Hills y Sunset Boulevard. Un día angelino completísimo. Hacía 40º centígrados y habíamos estado grabando un taxi con un “brazo ruso”, un enorme aparato con cámara que se monta en un coche y puede grabar desde delante, detrás o los lados. Así que habíamos estado dentro de un coche en plena ola de calor».
  El equipo pasó una semana en Los Ángeles y rodaron en la casa Cooper Wave, la agencia de representación WME y el hotel W. «Asociamos Los Ángeles con la industria del cine, obviamente, pero la ciudad también juega un papel importante en la industria de la música», comenta Curtis. «Es el núcleo del imperio de Debra, donde Jack se abandona a sí mismo».
  La impresionante casa Cooper Wave, en la playa de Malibú, simboliza el giro radical que ha dado la vida de Jack. «Al comienzo de la película, Jack y Ellie caminan por la playa de Frinton-on-Sea en Essex, con sus clásicas casetas de playa británicas sobre pilotes», explica el diseñador de producción Patrick Rolfe. «De pronto, en Malibú, Jack se encuentra con estas increíbles mansiones sobre pilotes. Mostramos así de qué manera su mundo está patas arriba».
  Es en Los Ángeles donde tiene lugar «LA REUNIÓN DE MARKETING », en la que la nueva compañía discográfica de Jack le presenta el concepto, aspecto, mensaje y plan de marketing para su álbum de debut en una enorme sala de conferencias de alta tecnología. «El jefe de marketing de la compañía discográfica está interpretado por LAMORNE MORRIS, un comediante maravilloso que estaba genial en una comedia de situación que me encantaba, titulada New Girl, junto a la gran Zooey Deschanel», cuenta Curtis. «Tuvimos mucha suerte. Pudimos contar con un actor buenísimo solo para un día... en lo que espero que sea una de las mejores escenas de la película».
   La escena de la compañía discográfica se rodó en una sala de reuniones de la venerable agencia de representación WME, gracias a la relación de Boyle con la compañía, ya que su agente desde hace años, Robert Newman, es socio en ella. «Robert, que está conmigo desde el principio, consiguió que pudiéramos rodar en la sala de “LA REUNIÓN DE MARKETING”», dice Boyle. «Es un grandioso ejemplo de poder al tener todo ese talento, todos esos agentes, juntos, tratando de cambiar el curso de la historia literalmente delante de nuestros ojos. Lo rodamos allí y tuvimos que hacerlo muy rápido. Contábamos solo con un día, y Lamorne estuvo extraordinario. No podríamos haberlo hecho sin él porque se trata básicamente de un gran discurso suyo mientras todo el mundo asiste alucinado y le aplaude».
  «Lamorne lo dio todo», añade Curtis. «Tenía un monólogo aquel día y lo hizo como 50 veces. Estuvo brillante. Contaba con apoyos divertidos porque trataron de diseñar portadas de discos, como Jack había sugerido, pero puedes imaginar lo aburrida que resulta la portada de “Abbey Road”, que es solo una foto de Abbey Road, y lo mala que es la portada de “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” porque contiene un montón de pimientos (peppers) y corazones (hearts)».
  Morris estuvo encantado de hacerlo. «Danny concedió a todos los actores mucha libertad y confiaba en nuestro juicio», comenta el actor. «Fue interesante ser testigo de cómo ajustaba los planos para hacerlos únicos».
  Esa escena triunfó cuando los cineastas se la mostraron a los ejecutivos de Universal Pictures. «Les encantó cuando la vieron en Universal, dijeron que ellos tenían reuniones que eran idénticas», dice Boyle. «Fue divertido sentarnos en un cine y observarlos viendo la película. Se volvieron locos, partiéndose de risa porque pusimos esas persianas electrónicas que bajan; cosa que también ellos hacen en las reuniones, para que los asistentes se concentren y añadir un toque dramático, para que todo parezca muy importante. Es un ingrediente muy entretenido de la película. Es una encantadora pieza de humor escrita por Richard y maravillosamente interpretada por Lamorne».
  En cuanto a Patel, su regreso a Los Ángeles fue agridulce. «Tenía siete años cuando fui a Los Ángeles por primera vez con mi madre. Quería ir al cartel de Hollywood, pero no pude», cuenta Patel. «Todos estos años después, grabamos una escena en lo alto del cartel de Hollywood, con una vista maravillosa de toda la ciudad. Escribí un mensaje a mi madre diciéndole: “Al final vine”».

LA CONEXIÓN CON EL ESTILO DE LOS 60...
  El aspecto visual contemporáneo de YESTERDAY está inspirado en los años 60, cuando Los Beatles se hicieron mundialmente famosos y cambiaron el curso de la historia de la música. Las localizaciones en Gorleston-on-Sea, con sus recreativos Ocean Bingo iluminados de rojos y naranjas brillantes, recuerda a las clásicas fotografías de John Hinde y Martin Parr de la época.
  «Hemos tratado, allá donde era posible, mantener la atmósfera de los 60», dice el diseñador de producción Patrick Rolfe. «En la parte del rodaje de Suffolk, recuperamos los colores de Sgt. Pepper, los tonos pasteles del mundo playero de Martin Parr y John Hinde. Siempre que podíamos, intentábamos incorporar esto sin que resultara demasiado obvio. Usamos colores más acentuados en cojines y cortinas, intentando mantener esa sensación subliminalmente. Le dio a Suffolk una especie de belleza desteñida, casi como el salvaje oeste, una localidad de playa que ha visto mejores días. Mantuvimos un ligero toque retro en la estética y usamos referencias a Los Beatles, y encontramos la forma de llevar eso al mundo contemporáneo, mientras manteníamos la esencia de los 60».
  Cuando Jack pasa del tranquilo mundo de Gorleston-on-Sea a la vida de Los Ángeles, el tono visual y la paleta de colores cambian. «En cuanto al atrezo, tratamos de usar un aspecto moderno-retro», explica Rolfe. «Según Jack va entrando en la onda de convertirse en Los Beatles y gana confianza, su aspecto se vuelve más vigoroso; y los colores, más vibrantes. Que le saquen de su mundo y le suelten en Los Ángeles nos ha permitido ser más atrevidos».
  La iconografía de Los Beatles resultó ser una fuente de inspiración continua. Para la rueda de prensa que Jack da por el lanzamiento de su disco, Rolfe creó un fondo simétrico azul detrás de él. «Encontramos una bonita referencia de Los Beatles en Japón en la que tenían este precioso fondo detrás de ellos», cuenta el diseñador de producción. «Incorporamos esos detalles a nuestro mundo». El propio color es una clara referencia al mítico grupo. «Tratamos de mantener esos colores en los ambientes domésticos, eligiendo tonos en las paredes que representaran esos colores, pero con el aspecto de estar desgastados por los años y los elementos. Recuperamos y bajamos el tono de los vibrantes colores de sus trajes de Sgt. Pepper».
  El cuarteto de Liverpool incluso inspiró la portada del disco de debut de Jack, “One Man Only”. La portada del doble álbum muestra a la vez un selfi de Jack y un dramático primer plano de la parte de atrás de su cabeza. La imagen es una referencia directa al famoso autorretrato que Paul McCartney se hizo en un espejo cuando Los Beatles comenzaban a conquistar el mundo, y también es un homenaje a John Lennon, en la última imagen de los créditos de la película Qué noche la de aquel día.

EL VESTUARIO...
   Las referencias a Los Beatles también se hallan cosidas al vestuario de Jack, que se vuelve más sofisticado y elegante según avanza el metraje y él pasa de ser un anodino chico cualquiera a una acicalada estrella de la música. El trayecto de Jack desde sus humildes comienzos en Suffolk hasta llenar estadios con sus conciertos y pasear por Los Ángeles fue todo un viaje para la diseñadora de vestuario Liza Bracey. «Vemos un cambio en Jack», dice Bracey. «Comienza en Suffolk como un músico callejero que solo usa camisetas y camisas de cuadros, pero según la película avanza, él va entrando más en el rollo de Los Beatles... Le hacemos tener un look un poco Paul McCartney».
  Aunque, para ser exactos, no hay un solo look Paul McCartney. A lo largo de las décadas, el estilo de la superestrella ha cambiado constantemente. «Hay miles de fotografías de McCartney vistiendo todo tipo de ropa diferente», comenta Bracey. «No lleva siempre lo mismo, así que diseñar para Jack supuso coger un poco de todo lo que estaba disponible y unirlo. Nuestra misión fue encontrar looks que, esperemos, recuerden a Paul McCartney».

LOS PERSONAJES...
Jack Malik - Himesh Patel:
  Cuando la película recibió luz verde, los cineastas se pusieron manos a la obra con la importante misión de encontrar y fichar al actor que interpretaría al renegado héroe de YESTERDAY, Jack Malik. Resultó una tarea peliaguda. «Hubo candidatos que hicieron audiciones fantásticas», confiesa Curtis. «Acudieron actores muy buenos que no sabían cantar, y cantantes muy buenos que flojeaban en la interpretación».
  Ninguna de las dos opciones era viable. «Pronto tuvimos claro que si un actor no podía cantar bien y tocar la guitarra, además de tocar el piano, actuar y ser divertido..., quedaba descartado», dice Bevan. «También entendimos que quien acabase interpretando a Jack tendría que ser probablemente alguien que no fuera muy famoso en el cine».
  Himesh Patel no estaba entre las opciones obvias cuando la directora de casting GAIL STEVENS y su ayudante REBECCA FARHALL se lo presentaron por primera vez a Boyle. «Nos trajeron a un actor diciéndonos que salía en EastEnders», cuenta Boyle. «Yo no veo la serie normalmente, pero sí que lo reconocí. Fui jurado en la sección de cortos de un festival llamado Shuffle, que dirige mi hija y que se celebra en el East End, el barrio de Londres donde yo vivo. Voté por Two Dosas, un corto de 15 minutos protagonizado por Himesh en el que estaba muy divertido, con ese humor jocoso, moderno, de golpes, que le caracteriza. No lo relacioné entonces, pero luego me di cuenta».
  En cuanto Patel comenzó a tocar, algo encajó. «Tocó “Back in the U.S.S.R.” con la guitarra acústica, y fue uno de esos momentos revelación», dice Boyle. «En cuanto la cantó, lo supe. Había otros candidatos más obvios para el papel, pero desde ese instante lo tuve claro. Era él. Es como si nunca hubiera escuchado esa canción antes, y mira que me encanta. La hizo suya. Era totalmente respetuoso con los temas de Los Beatles, pero desplegando mucha libertad a la hora de interpretarlas. No era la típica versión de karaoke tratando de dar tu propio toque. Era como si estuviésemos escuchando un tema nuevo. No sé cómo lo hacía, pero Himesh era capaz de hacer sonar todo como si fuera suyo».
  Quedarse con Patel, relativamente desconocido fuera de Reino Unido, podía parecer arriesgado, pero la decisión de catapultarlo al estrellato mundial pretendía reflejar el ascenso a la fama de Los Beatles. John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison eran cuatro jóvenes de Liverpool que crearon algo extraordinario, y, al hacerlo, provocaron un impacto extraordinario en el mundo. «A Danny y a mí nos encantó Himesh», confiesa Curtis. «Era ingenioso y encantador; irradiaba esa claridad y esa belleza que hacía que las canciones de Los Beatles desprendiesen vida propia, y nos pareció fabuloso el que no fuera particularmente famoso... menos para los fans de EastEnders. Para esa gente en concreto, es una de las ocho personas más famosas del mundo».
   Verdaderamente, para los espectadores de la exitosa serie de BBC One EastEnders, que lleva emitiéndose desde 1985 y que se ha convertido en toda una institución cultural en Gran Bretaña, Patel es toda una estrella que ha crecido en el show interpretando a Tamwar Masood durante nueve años. De hecho, la serie ha sido como un campamento de formación introductorio al mundo de la interpretación para Patel. Los intérpretes del programa tienen que grabar de 25 a 30 escenas al día para los 8 a 12 episodios que se emiten a la semana. Con todo, la perspectiva de rodar su primera película era intimidante para Patel. «Con todo lo que he tenido que hacer para este papel, al ser mi primera película, estaba un poco abrumado por los preparativos», nos cuenta. «Todo era muy novedoso para mí».
  Pero se sintió identificado con el personaje. «Jack es un cantautor que aspira a ganarse la vida de ello y que lleva tiempo intentándolo», explica. «Al comienzo, sigue tocando en salas vacías para gente que no presta atención, y eso empieza a minar su confianza y a hacer que se pregunte si debería volver a dedicarse a la enseñanza. Pero cuando se da cuenta de que está viviendo en un mundo en el que Los Beatles nunca existieron, a Jack se le plantea un dilema. Al final, decide aprovechar la oportunidad de hacer pasar esas canciones por suyas, lo que le vale la atención nada menos que de Ed Sheeran. De gira con Ed, Jack se convierte en una superestrella y, aunque eso es todo cuanto siempre había querido, la nueva situación acarrea montones de complicaciones».
  Aunque Patel estaba preparado para afrontar los desafíos esperables de un rodaje como el de YESTERDAY, no era totalmente consciente del viaje académico que tendría que emprender al legado musical del legendario grupo. «Un par de semanas antes de empezar a rodar, Danny me pidió que anotara una lista de las canciones de Los Beatles que me vinieran a la cabeza», dice Patel. «Escribí 20 y, aun así, pasé por alto temas legendarios que se me olvidaron por completo, y fue interesante incorporar eso a la película, porque es una parte importante de la historia. Nos mantuvimos fieles a las canciones lírica y musicalmente, pero también dejamos que Jack las hiciera suyas. Fue genial recordar esos temas tan maravillosos y tocarlos a mi modo».
  «Era importante elegir las canciones que fueran relevantes para la historia, así que habrá muchos temas muy conocidos que la gente se preguntará por qué no hemos incluido en la película», prosigue. «Pero Jack podría no recordarlas. Por ejemplo, hasta el final de la película no se acuerda de “All You Need Is Love”. A lo largo de la trama, también, hay un hilo argumental sobre que no es capaz de acordarse de la letra de “Eleanor Rigby”. Eso ha sido alucinante, lo de tratar de recordar las letras. Intentar acordarme por mí mismo de las canciones ha resultado un ejercicio interesante en esta curiosa situación. ¿Cómo se te daría a ti? ¿Serías capaz de recordarlas todas tal cual son?».
  Antes del misterioso accidente de Jack, usaba notas adhesivas para escribir las letras de sus propias canciones. «Cuando se da cuenta de que es la única persona que conoce las canciones de Los Beatles, su afán es acordarse de los títulos y las letras escribiendo todo también en las notas adhesivas», nos explica Patel. «Preparándome para el papel, hice ejercicios para intentar recordar las letras de los temas de Los Beatles. Fue interesante, porque me hizo sentirme mucho más identificado con Jack, que se ve afrontando la misma experiencia».
  En cuanto a confianza en su director, Patel habla alto y claro. «Danny despliega tanta energía y tanto entusiasmo en el set que es imposible no sentirte inspirado por él», asegura el actor. «Eso influía en cómo me sentía a la hora de ponerme a actuar: totalmente apoyado y capaz de discutir con él cualquier cosa. He aprendido muchísimo de él, y no solo como actor, sino como persona. Danny es un poeta del cine. Hizo cosas con la cámara que nadie se esperaba».
  Asimismo, el origen de todo el material le causó un gran impacto. «Las películas de Richard son una celebración del amor y de todo lo bueno del espíritu humano, y eso es precisamente lo que hace en esta película», dice Patel. «Trabajar con él me ha hecho darme cuenta de dónde surgen sus historias, porque está lleno de buenos sentimientos y generosidad».

Ellie - Lily James:
  Acompañando a Patel en su viaje a este mundo alternativo creado por Boyle y Curtis está Lily James, que interpreta a la profesora/mánager/amiga del alma Ellie. James alcanzó la fama en la pequeña pantalla interpretando a Lady Rose MacClare en Downton Abbey antes de dar el salto al cine con Ira de Titanes. Su carrera ha seguido floreciendo, y con sus recientes interpretaciones aclamadas por la crítica en El instante más oscuro, Mamma Mia: Una y otra vez y Baby Driver, fue una elección muy astuta para dar vida a Ellie.
   «Lily James ilumina todo a su alrededor», asegura Boyle. «Es la primera vez que trabajo con ella. Cuando vino, hablamos un poco y leímos un par de escenas juntos. Siempre me gusta interpretar las escenas con el actor o la actriz en cuestión. Yo hacía de Jack en las audiciones de ella, y de Ellie en las de Himesh. Enseguida me quedó claro que es una actriz fantástica. El personaje de Ellie es su amiga y también su mánager en cierto modo, porque siempre le está ayudando a mover su material y a conseguir actuaciones. Contrasta diametralmente con la otra mánager, Debra. Las dos son actrices muy divertidas, pero Lily despliega una gracia especial haciendo de Ellie que está siempre presente aunque ni ella misma se dé cuenta. Eso es oro puro».
  Curtis también se quedó asombrado con James. «Hace una interpretación fabulosa», dice Curtis. «Es la única actriz que vimos para este papel de una chica normal pero encantadora, con el pelo revuelto y cierto mal gusto vistiendo. Es el alma y el corazón de la película».
  En el set, la interacción entre Patel y James en cierto modo reflejaba los papeles que interpretaban: Patel adentrándose en un terreno fuera de su zona de confort, y James induciéndolo hábilmente. «Lily ayudó mucho a Himesh llevando el peso del papel protagonista», dice Boyle. «Hay chispa entre ellos. Se llevaron de maravilla y compartieron en gran medida la responsabilidad en la película».
  Resultó que Patel y James tenían amigos en común, así que fue fácil para ellos conectar de manera más profunda. «Fue genial trabajar con alguien tan profesional, pero a la vez con quien podía pasármelo tan bien», dice Patel. «Lily ha sido muy generosa y un gran apoyo en mi viaje como actor. No es que fuera un proyecto abrumador, pero era mi primera película, así que fue fantástico contar con ese pilar y ver cómo se desenvolvía ella en el set».
  El pilar narrativo de YESTERDAY es la historia de estos dos personajes que han crecido juntos y que son inseparables, pero cuya amistad cambia de perspectiva cuando sucede algo extraordinario. «Seas o no fan de Los Beatles, es el tipo de concepto que todo el mundo puede disfrutar», dice James. «Es una película sobre amistad, romance, familia, éxito y música que une a todo tipo de espectadores. Profundiza en lo que significa realmente tener éxito y ser feliz».
  Presentándonos a su personaje, James prosigue: «A Ellie le apasiona su vibrante, ocupada y agitada vida en Suffolk. Es básicamente la mánager, la chófer y la roadie o ayudante de Jack, y todo además sin dejar de ejercer de profesora. Son inseparables; llevan toda la vida siendo cada cual el mejor amigo del otro, pero, además, Ellie está colada por él. Así que, cuando Jack se centra en la música, su romance queda un poco postergado».
Para meterse en el personaje, James dedicó un tiempo al trabajo de Ellie. «Visité una escuela en Lowestoft y observé a los profesores durante todo un día», nos dice la intérprete. «Es asombroso ver la enorme pasión que sienten por los niños».
  Para Jack, Ellie es la piedra angular de su propia felicidad, aunque tarde un poco en darse cuenta. «Ellie es la referencia de Jack», explica Patel. «Han sido amigos inseparables desde niños y ella ha creído totalmente en él desde el momento en que le vio cantar “Wonderwall” en la asamblea del colegio. Enseguida supo ver que era especial, no solo como músico, sino como persona».
  «Van pasando los años y Jack nunca llega a percatarse de que Ellie quiere más de él», prosigue Patel. «Lo apoya de una forma admirable y espera que acabe abriendo los ojos y vea que están hechos el uno para el otro. Ellie es la antítesis total del mundo de las estrellas del pop, las discográficas y Hollywood. Es una humilde profesora de primaria de una aburrida localidad al este de Inglaterra, pero para ella es suficiente porque sabe que ama a Jack y eso es todo cuanto necesita».
  La actriz también quedó indiscutiblemente impresionada con su compañero de reparto. «Himesh interpreta las canciones de la película de una forma muy pura y honesta», asegura James. «Tiene una voz increíble y recuerda a los primeros Beatles. Transmite mucha emoción». Se sintió inspirada por el progreso de Patel a lo largo de los ensayos hasta el verdadero rodaje. «Himesh es tan auténtico que te inspira a apoyarle de principio a fin. Actúa con mucha naturalidad, y la seguridad que mostraba sobre el escenario según iba transformándose en una estrella ha conquistado a cuantos lo hemos visto».
  Para James, trabajar a partir del guion de Curtis a las órdenes de Boyle fue un sueño hecho realidad. «A Danny se le ha dado muy bien capturar la atmósfera de los primeros Beatles», dice. «Supo recrear esa chispa en la música de la que el mundo entero se enamoró. Danny se mostró en todo momento rebosante de energía y apasionado por el proyecto. Es muy fan de Los Beatles, así que todos sabíamos que la historia estaba en las manos adecuadas. Observar cómo visualizaba la trama y trabajaba mano a mano con Chris Ross era inspirador. Me generaba una enorme seguridad saber que había auténticos magos tras las cámaras».
  Sumar a Curtis a la ecuación es como disfrutar de un dos por el precio de uno. Hubo unas apenas unas cuantas ocasiones en las que Curtis no pudo estar presente en el set por sus compromisos con causas benéficas. Pero, cuando estaba ahí, era un apoyo insuperable para los actores. «Tal y como esperaba de algo de Richard Curtis, la historia me llenó de buenas sensaciones y me hizo reír muchísimo», dice James. «Es un maestro capturando lo bueno y lo esperanzador de la vida. Crecí viendo sus películas; me sé de memoria Love Actually. Notting Hill probablemente sea mi peli favorita de todos los tiempos, así que actuar en una película con guion de Richard y estar junto a él todos los días ha sido un sueño hecho realidad. Desprende un carisma contagioso y mucha energía en el set».

Ed Sheeran - Interpretándose a sí mismo:
  Como ejemplo de arte imitando a la vida, la historia de YESTERDAY está en parte inspirada en el ascenso a la fama de la superestrella Ed Sheeran. «La película está vagamente inspirada en Ed porque es amigo de Richard», nos explica el productor Tim Bevan. Por eso, es curioso que el propio Sheeran no fuese la primera opción para interpretar el papel de una estrella del mundo real que, tras ver a Jack en un programa de televisión local, le brinda la oportunidad de triunfar contratándole como telonero para su próxima gira. «Originalmente era un papel escrito para Chris Martin, de Coldplay, pero él no quiso hacerlo», dice Bevan. «Así que entonces fuimos derechitos a por Ed». Por suerte, Sheeran dijo que sí. Eso sí, aprovechó todas las ocasiones posibles durante la producción para tomar el pelo a los cineastas por haberle convertido en segundo plato.
   «Ed es el hijo que nunca tuve», asegura Curtis. «Yo me teñí el pelo de naranja cuando era joven, y Ed igual. Lo cierto es que, en cierta medida, la película trata de Ed: un Ed que no ha triunfado, pero que es de Suffolk y que está prometido a una chica con la que fue al colegio. En resumen, la misma historia que Jack. Hay muchos ingredientes de la vida de Ed que me rondaban la cabeza porque hace muchos años que lo conozco. Estábamos en Suffolk con Danny cuando Ed vino a cenar con nosotros y Danny le soltó: “Deberías participar en la película. Tú deberías ser la persona famosa que descubre a alguien anónimo y le ayuda a triunfar”».
  Boyle lo recuerda perfectamente. «Fui a una cena tipo Hollywood, supongo, pero en Suffolk, que es donde vive Richard», dice el director. «Ed vive cerca. El propio Himesh creció en Cambridge, donde sus padres regentaban una tienda que está muy cerca. Hay muchas conexiones». El director disfrutó mucho de su breve anonimato en la reunión. «No creo que Ed supiera quién era yo; lo pillé buscando mi nombre en Google en el transcurso de la velada. ¡Por suerte, estoy en Internet! Le oí decir: “¿Este es el tío que va a dirigir la película?”.
  Esta comida tuvo lugar en mitad del proceso de averiguar si Sheeran iba a aceptar hacer de sí mismo. «Es a lo que se dedica», dice Boyle irónicamente. «Pero era una idea muy en ciernes, cogida con pinzas. Ha vivido una experiencia similar profesionalmente: cantautor que toca en pubs locales de Suffolk y que se ve catapultado a un éxito y a una fama increíbles con una serie de canciones que lo han llevado hasta allí. Nada que ver con famoseos vacuos; es todo fruto de su talento y su trabajo duro componiendo. Nos pareció idóneo usarlo así en la película, tal y como es».
  En cuanto Sheeran se sumó al proyecto, Boyle le exigió el nivel de compromiso que pide a todos sus intérpretes: «Le dije que tenía que pasar tiempo con nosotros ensayando», dice Boyle. «Era perfectamente consciente que, debido a su éxito, es una persona con muy poco tiempo. Pero acudió a los ensayos y se lo tomó muy en serio; incluso tomaba notas muy bien. Sabe lo que es componer canciones, así que cuando le pregunta a Jack que cómo lo ha hecho, que no le cree, es muy verosímil pensar que un profesional como él sabe mejor que nadie que una canción como “Yesterday” no se te ocurre así, sin más. Al parecer, a Paul McCartney sí que le pasó, pero, en general, esa clase de milagros no pasan como si nada. Hay mucho trabajo detrás. Para Jack, sin embargo, las canciones parecen aparecer literalmente de la nada en cosa de 10 minutos. «”The Long and Winding Road” no parece llevarle más de 10 o 15 minutos».
  Al ser una célebre estrella de la música, Sheeran se sintió identificado con los desafíos que Jack debe afrontar cuando se hace famoso de la noche a la mañana. «Es importante encontrar un equilibrio entre tu carrera profesional y tu vida personal», dice Sheeran. «A mí me costó unos ocho años encontrar ese equilibrio, y es lo que Jack debe afrontar en la película». Quedó impresionado con el modo en que Patel personifica a Jack, y por su talento musical. «No creo que nadie aparte de Himesh hubiera podido interpretar el papel de Jack tal y como él lo hizo», dice Sheeran. «Se me puso la carne de gallina la primera vez que le oí cantar “The Long and Winding Road” durante la escena de la competición de cantautores. Ahí es cuando supe que iba a ser una película realmente especial. Himesh tiene una voz muy bonita y ha hecho maravillas con los temas». Y añade tras reflexionar un instante: «No sé cuáles serán sus planes de futuro, pero creo que debería grabar un disco».
  Patel estaba igualmente epatado por la capacidad de actuar de su compañero de reparto. «Ed es una persona increíblemente presente y espontánea como actor», afirma Patel. «Cada toma que compartíamos era distinta». En una escena clave, Sheeran desafía a Jack a una competición de cantautores, mientras los otros miembros de la gira miran. Para su canción, Sheeran utilizó una compuesta por él mismo. «La canción que canto en la competición se llama “Penguins”», cuenta Sheeran. «La escribí hace siglos y nunca la incluí en ningún álbum, así que pensé que estaría bien utilizarla en la película». Es una canción muy bonita, pero, tras tocarla, Jack interpreta “The Long and Winding Road”, como si la hubiera compuesto en cuestión de minutos. Sheeran, en la película, admite elegantemente su derrota.
  Aunque Sheeran había actuado previamente, especialmente en la película de 2016 Bridget Jones’s Baby y en un capítulo de 2017 de la serie de HBO Juego de tronos, el músico es el primero en admitir que en YESTERDAY aparece mucho más tiempo que en cualquier otro proyecto anterior. «Trabajar en esta película me hizo darme cuenta de que en el cine los procesos son mucho más largos y extensivos que en la música», dice. Ciertamente, se sintió muy agradecido por la orientación y la buena disposición de Boyle. «Danny tiene un modo muy particular de dirigirse a todo el mundo en el set. Incluso si cometía un error, me decía lo que había hecho mal de un modo tan amable que me hacía sentir bien conmigo mismo».
  Y aunque YESTERDAY gira en torno a la música de Los Beatles, los cineastas pensaron que sería un desperdicio no pedirle a Sheeran, uno de los cantautores más destacados de su generación, que compusiera un tema para las escenas finales de la película. Lo cierto es que estuvo a punto de no ocurrir, y costó dos intentos, separados por años. «Cuando empecé a escribir YESTERDAY, pensé que sería una gran idea contar, además de con las canciones de Los Beatles, con un tema maravillosamente romántico al final, que presumiblemente hubiera compuesto Jack», dice Curtis. «Se lo mencioné a Ed y me dijo que él lo haría. Volvió a los dos días con una canción que nos pareció perfecta, así que nos emocionamos mucho».
Esa canción era “How Would You Feel?”. Por desgracia, a la discográfica de Sheeran también le pareció perfecta, por lo que fue finalmente incluida en su álbum “Divide” y no en la película. «Fue toda una decepción», dice Curtis.
  Pero no todo estaba perdido. Dos años después, con Sheeran incluido en el reparto, el sueño de Curtis de cerrar YESTERDAY con una canción compuesta por el artista se convirtió en realidad. «En un principio, escribí que la última canción que Jack tocaba lo haría sobre un escenario, pero, como todo en la película, las cosas cambian», nos dice. El precioso tema de Sheeran “One Life” ahora suena casi al final de la película, cuando, por fin, el amor de Ellie y Jack puede florecer y convertirse en realidad, sin barreras que se interpongan.

Debra - Kate McKinnon:
  Ellie no es la única mánager en la vida de Jack. La segunda y sin duda más chiflada de las dos que hay es Debra, la agente de Hollywood de Jack. «Ellie es una persona con infinita paciencia y con una devoción que va más allá de sus responsabilidades», dice Boyle. «Debra representa la cara menos amable del mundo de los negocios. Contrastan de un modo maravilloso».
  La intérprete no se lo pensó dos veces a la hora de aceptar. «Es uno de los mejores guiones que he leído nunca», dice McKinnon. «Supe de inmediato que quería formar parte del proyecto». También ayudó que fuese un papel de ensueño para ella. «Siempre he querido interpretar a una agente», dice. «Es un trabajo fascinante. En cuanto supe de qué se trataba, dije sí al instante».
  «Debra es la agente de Jack y representa todas las peores pesadillas acerca de Hollywood», continúa McKinnon. «Mientras Jack intenta no perder el control de su vida, Debra aparece de pronto y toma las riendas, generando todo el caos que implica la vida de músico. Cuando Debra escucha a Jack tocando la música de Los Beatles, cree que su cliente ha creado el mejor repertorio musical de todos los tiempos. Inmediatamente ve el éxito y el dinero que puede generar e intenta exprimirlo al máximo».
  En otras palabras, su objetivo no es apoyarlo como persona. «Debra es un ser humano espantoso», desvela Patel. «Kate creó un personaje aterrador, desternillante y absolutamente fabuloso. Fue apasionante verla improvisar cada escena de una forma diferente».
  Para Curtis, el papel resultó especialmente divertido de escribir. «Es una rubia avariciosa», explica, riéndose. «Es como el diablo de la película. McKinnon no hacía más que repetir que era la mala. Me encantó escribir ese papel. Normalmente no incluyo a gente mala en mis películas, pero lo primero que escribí, que fue la serie La Víbora, era solo de personajes perversos, así que estuvo muy bien volver a hincarle el diente a un personaje tan grosero casi continuamente. Como mis hijos dirían, es una criticona. No para de malmeter».
   Boyle se mostró encantado con la habilidad de McKinnon para dar vida a Debra. «Kate es una comediante de primera», dice el director. «También es la prueba viviente de que, cuando estos profesionales tienen la oportunidad, suelen demostrar que también son actores maravillosos. No reprime su capacidad cómica, pero es capaz de realizar improvisaciones cuando preparamos una escena con un determinado fin que Richard haya querido darle, y ella lo borda a la primera. Despliega esas ideas cómicas como si nada, pero manteniendo la esencia del personaje, que es muy extremo y, al parecer, está basado en su propio agente. Nos ha permitido imprimir mucha agilidad a esos momentos, sin que pareciesen sketches cómicos o sin forzar el realismo de la historia. Se lo toma muy en serio, como los comediantes suelen hacer fuera de cámara; Kate es una profesional de los pies a la cabeza. Sabe centrar toda su habilidad, energía y talento. Fuera de cámara, se prepara y lo trabaja todo lo mejor posible. Fue todo un placer contar con ella».
  El sentimiento es mutuo. «El modo en que Danny elegía los diferentes ángulos de la cámara para las diversas tomas era increíble», dice McKinnon. «Desarrolló un lenguaje visual que elevó la historia a otro nivel. Tenía un modo totalmente único de ver las escenas, y ha añadido una dimensión absolutamente novedosa a la trama». Y trabajar con un guion de Richard Curtis ha sido todo lo que esperaba y más. «La forma en que Richard cuenta la historia no solo es desternillante, sino que lo hace fundamentándose en una avalancha de candidez, romanticismo y bondad», asegura. «Sus historias representan la celebración de la alegría y la conexión humanas».
  La mayor parte de las escenas de McKinnon son con Patel, y, al igual que Debra está fascinada con el talento de Jack, McKinnon se deshace en elogios hacia su compañero de reparto. «No me hubiera gustado estar en la posición de Himesh», confiesa. «Ha tenido que cargar con el peso del legado de Los Beatles sobre sus hombros. Himesh no solo memorizó todas las frases de todas las escenas, sino que tuvo que aprender a tocar dos instrumentos con maestría. Insufló nueva vida a las canciones y las hizo en parte propias. El hecho de que lograra hacerlo en el tiempo en que se rueda una película dice mucho de su concentración, su gran capacidad de trabajo y de lo equilibrado que es».
  McKinnon también siente una conexión especial con la legendaria banda de Liverpool. «Cuando era joven, aprendí a tocar el piano tocando temas de Los Beatles con mi padre», dice. «”In My Life” era nuestro tema favorito entonces, y sigue siéndolo para mí en la actualidad. Su música tiene un significado especial en la vida de todo el mundo». Hablando de la premisa de YESTERDAY, reflexiona: «Como fan de toda la vida de Los Beatles, creo que es un concepto muy potente darse cuenta de que el mundo sería un lugar peor sin su música. Imaginar un mundo sin el catálogo de Los Beatles es como imaginar un mundo sin pavos reales o arcoíris. Podríamos sobrevivir, pero sería un mundo mucho menos colorido».

Rocky - Joel Fry:
  Ningún cantante llega a nada sin ayuda de su equipo de gira, y no existe un roadie mejor que Rocky. Bueno, puede que haya alguno mejor, pero no tan encantador. En la tradición de mejores amigos brutalmente honestos de las películas de Curtis, desde Spike, interpretado por Rhys Ifans en Notting Hill, a Scarlett, encarnada por Charlotte Coleman en Cuatro bodas y un funeral, pasando por Joe, el personaje de Gregor Fisher en Love Actually, Joel Fry, de Juego de tronos, da vida en YESTERDAY a Rocky, que es tan bobalicón como absolutamente cautivador. «Rocky es un viejo amigo de Jack que resurge para convertirse en su road manager», explica Patel. «Rocky es una persona totalmente despreocupada, hedonista y desternillante. Acaba convirtiéndose en la mano derecha de Jack en su viaje».
  Como Jack no tiene ningún vínculo con la industria musical y confía en su círculo de amigos de un pueblo de Suffolk para todo, se ve sometido a una disyuntiva cuando Ed Sheeran se le acerca para proponerle ser su telonero en una gira. Jack entonces se da cuenta de que necesita un road manager lo antes posible. Y Ellie, por desgracia, no está disponible. «No hay literalmente nadie libre que pueda trabajar para él como roadie..., excepto la opción más irresponsable y desastrosa», dice Curtis. «Su amigo Rocky es un exdrogadicto semirreformado. El papel lo interpreta Joel Fry de un modo alegre, idiosincrático y sublime. Es una maravilla».
  Fry inicialmente se postuló como candidato al papel de Jack, con tan mala suerte que acabó teniendo que realizar la audición en un estado de salud bastante precario. «Joel es un músico fabuloso», dice Boyle. «La directora de casting me dijo que tenía que ver a Fry, pero que no se encontraba muy bien y que le habían recomendado quedarse en casa, porque estaba malo». Joel acabó acudiendo y, literalmente, estaba para meterse en la cama. Tocó unas cuantas canciones y lo hizo lo mejor que pudo. La directora de casting dijo que no lo iban a seleccionar para el papel de Jack, pero que teníamos que verlo para Rocky y meterlo en la película. Fue una fantástica elección, porque es una persona increíble, es muy divertido y noble. Tiene ese algo para los personajes cómicos; interpreta lo que mi madre solía calificar de “tontorrón”. Pero es un tipo muy especial y maravilloso, a la vez. Ese Rocky fue un descubrimiento muy agradable y un papel cómico muy divertido de escribir. Solo tengo buenas palabras».
  Fry supo descubrir una cierta sabiduría filosófica en su personaje. «Rocky es una persona despreocupada que cree que es más importante disfrutar de la vida y ver mundo que preocuparse por las cosas insignificantes, dice Fry. «Casi nada le estresa, y creo que a mucha gente le iría bien adoptar esa mentalidad. Tal y como Richard dice, Rocky es una persona “peligrosamente relajada”».

James Corden - Interpretándose a sí mismo:
  En una escena crucial que ilustra la culpa que Jack siente por atribuirse la autoría de las canciones de Los Beatles, el protagonista tiene programada una aparición en el programa The Late Late Show, presentado por James Corden. Pero antes de la entrevista, tiene una pesadilla en la que Corden le echa todo en cara. Resulta que, en la realidad, Corden es amigo de Boyle y se apuntó a hacer el cameo. «Conocí a James antes de que se marchara tras Gavin & Stacey», comenta Boyle. «Yo iba a recibir un premio teatral en Londres por dirigir Frankenstein en el National, y él iba a recibir otro por One Man, Two Guvnors. Estábamos entre bastidores y le dije: “Me gusta mucho tu trabajo. ¿Qué es lo próximo que vas a hacer?”. Me dijo: “Me voy a Estados Unidos, a probar allí”. Y fíjate ahora. Se fue, pero no ha perdido su apetito por este oficio».
   Aunque Corden ha estado en varios guiones de Curtis, este es el único en el que ha sobrevivido al montaje. Esto puso un poco nervioso a Curtis. «Rich me dijo: “Tienes que mantener a James en la película porque, si le corto, ¡no me va a volver a hablar jamás!”», rememora Boyle riéndose. Corden dejó que el equipo de la película usara el plató y todos los elementos de su programa para el rodaje. «No habríamos podido permitirnos reproducir la magnitud de ese programa», reconoce Boyle. «Prepararon para nosotros una versión de su programa un sábado. Con toda su infraestructura y equipo, era la única forma de que pudiéramos hacerlo. Tuvimos que volar a Los Ángeles la noche anterior, rodar y volar de vuelta. Era nuestro primer día, y Himesh realizó una formidable interpretación de “Something”. James es tremendo, increíblemente hábil a la hora de manejarse en ese extraordinario y constante revuelo que se da en ese programa a lo largo de la semana. Es muy rápido trabajando y un buen actor. Te pregunta lo que quieres y te lo da, sin tonterías».
   Pero resultó que Corden les ocultaba un pequeño secreto a los cineastas. «James da la impresión de ser muy indiscreto, por la charlatanería que despliega en el programa», dice Boyle, «pero fue muy ladino porque estaba planeando el viaje por Liverpool con Paul McCartney para su famoso “Carpool Karaoke”. Nunca nos dio una sola pista. No nos dijo que se iba. Así que cuando lo vi, pensé: “Sí, lo estabas planeando y no soltaste prenda”».

logo radio directo


MOON ENTERTAINMENT LOGO PHOENIX ENTERTAINMENT

26 Abril solo en cines
RED HORN

Sagas del 7º Arte...

Sagas del 7º Arte... LOS MINIONS