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SINOPSIS
José Díaz se recluye en una cabaña del Parque Natural de Redes en Asturias durante cien días, haciéndose autosuficiente y desconectándose del mundo real y de todos los avances existentes. Sin electricidad, ni móvil, ni televisión, ni ordenador, ni reloj... Solo el hombre con la naturaleza...
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EL AUTOR...
José Díaz encontró en el Parque de Redes las puertas de un paraíso íntimo. Fue hace díez años cuando localizó una cabaña que le abrió las veredas de uno de los parajes donde seres humanos, fauna y vegetación mantienen suscrita la vieja alianza del equilibrio y del respeto.
Ese fue el misterio que atrapó a José Díaz.
Y no quiso preservarlo para sí. Jornadas de caminata, silencio y espera, entre la nieve, la umbría de los bosques o las praderas de pastos permitieron a este fotógrafo y naturalista dar con el secreto de la armonía de un territorio próximo al cielo. El enigma que Díaz encontró en los altos territorios de la montaña asturiana ha quedado materializado en las fotografías y textos que integran los tres volúmenes dedicados a Redes. El último de ellos, Entradas al Paraíso, acaba de ver la luz y cierra la trilogía, integrada por dos anteriores libros: Mi cabaña, mi mundo y Sentidos: Asturias a flor de piel.
En la última obra, Entradas al Paraíso, muestra año y medio de intensas vivencias relacionadas con su proyecto Redes de Ensueño, un proyecto de turismo vivencial que pretende ofrecer experiencias mágicas y inolvidables.
ANTECEDENTES...
Existen muchos ejemplos de retiros de soledad y supervivencia, que siempre han sido considerados como experiencias fascinantes, inspiradoras de todo tipo de ideas, teorías y evocaciones.
H.D. Thoreau (1817-1862) nació en Concord, Massachusetts, se definió a sí mismo como un místico, un trascendentalista y un filósofo de la naturaleza. El 4 de julio de 1845, Thoreau se traslada a vivir en la cabaña que él mismo había construido en Walden Pond. Durante dos años escribe allí la obra homónima en la que describe su economía doméstica, sus experimentos en agricultura, sus visitantes y vecinos, las plantas y la vida salvaje. Walden o La vida en los bosques es la historia de un experimento original, sin precedentes literarios.
«Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentar solo los hechos esenciales de la vida, y ver si no podía aprender lo que ella tenia que enseñar, no fuese que cuando estuviera por morir descubriera que no había vivido».
Richard Proenneke (1916-2003). Con 52 años dejó atrás su pasado para embarcarse en la aventura de su vida y buscar, en esencia, su libertad. Se retiró, en soledad, a un lugar recóndito de Alaska, donde construyó a mano una cabaña y pasó los siguientes 30 años en armonía con su entorno. Asceta de su pasado, la historia le ha convertido en uno de los más famosos eremitas de Norteamérica.
Sylvain Tesson (1972), escritor y aventurero, se prometió a sí mismo “vivir como un ermitaño en el fondo de los bosques” antes de los cuarenta con el propósito de alejarse del mundo y conocerse. Este empeño le llevó a las inmediaciones del lago Baikal, situado en la taiga rusa. Durante seis meses, vivió en la cabaña de un geólogo provisto de comida, una surtida biblioteca de sesenta títulos, material de supervivencia, y una admirable fortaleza interior. A lo largo de ese tiempo, recogió en un diario todo tipo de reflexiones personales, citas y poemas, que constituyen el variado, hondo y entretenido ensayo: La vida simple; Premio Médicis (2011), y finalista de los Renaudot y Femina.
ACTUALIDAD, MOMENTO IDÓNEO...
Las experiencias en condiciones de supervivencia y soledad han poblado, igualmente, nuestras fantasías más cargadas de fascinación, desde las lecturas en la adolescencia (Robinson Crusoe), a la filmografía más actual (El cazador-Derzu Usala, Náufrago, etc.)
Hoy en día existe una fuerte tendencia a recrear y mostrar situaciones similares o cercanas, mediante realities como Supervivientes, Perdidos en la Isla, Perdidos en la Tribu, El último superviviente, La Isla de los famosos, Frank de la jungla, Desafío Calleja, etc.
Sin embargo, en la mayoría de éstos, las relaciones interpersonales de los participantes, los juegos de eliminación, y hasta comportamientos zafios, priman sobre lo que es una auténtica supervivencia.
En otros, algo más rigurosos, las condiciones que nos muestran son falsas: la persona está acompañada por un equipo de profesionales, se dispone de medios y de alimentos, y sólo se recrean situaciones para ser filmadas, etc.
En ninguno de estos casos se encuentra un individuo solo, aislado y confinado durante 100 días de soledad y supervivencia. Con nuestro proyecto, el espectador podrá asistir con todo lujo de detalles a una experiencia similar a aquellas que fueran míticas, como las de Thoreau, Proenneke o Tesson, que van a llegar a los hogares de todos los espectadores para ser vividas juntamente con el protagonista. Pretendemos mostrar con todo rigor y dosis de veracidad, cómo es el día a día en una situación así; cuáles son los problemas a los que se ha de enfrentar el autor; cómo los resuelve, o como fracasa; cuáles son los recursos que ha de utilizar para sobrevivir a una experiencia tan exigente; cómo ha de evitar morirse de hambre y de frío; cómo ha de evitar volverse loco, sufrir alucinaciones o escuchar voces; cómo mantener la facultad de la voz tonificada, para que no se atrofie el aparato fonador, etc.
Y todo ello, en el inigualable Parque de Redes, Reserva de la Biosfera, con su asombroso catálogo de escenarios mágicos y de fauna salvaje en libertad.
Son tantas cosas, que pensamos que será una fuente de rica información, y una experiencia audiovisual y televisiva apasionante y única. Nada igual se habrá hecho hasta ahora.
EL PROYECTO: DESCRIPCIÓN...
Según palabras de José: “Como por gracia divina, y sin ninguna intención de búsqueda por mi parte, hace varios meses volvió a caer en mi poder Walden o La vida en los bosques, el maravilloso libro de Thoreau. Nada más empezar a leerlo, me di cuenta de que, aunque de forma evidentemente más humilde, mi experiencia vivencial de estos últimos años en Redes tenía muchos puntos en común y obedecía a intereses muy similares a los del pensador americano.
“Ya en la fase final de mi último libro, que presenté el pasado mes de diciembre, empezando inconscientemente a pensar en próximos proyectos, se me ocurre la idea de intentar emular, casi dos siglos después, a este gran filósofo natural. Intentaré recluirme en mi cabaña durante un largo periodo de 100 días, siendo autosuficiente y desconectándome absolutamente del mundo real y sus avances. No tendré electricidad, ni móvil, ni televisión, ni ordenador, ni reloj... Solo yo con la naturaleza.” José Diaz
Consistirá en un retiro de cien días en una cabaña en completa soledad, sin comunicación con el exterior, y en una situación de autosuficiencia, algo a lo que se enfrentará por primera vez en su vida.
El periodo para este confinamiento será el comprendido entre el 13 de septiembre y el 21 de diciembre de 2015. Se ha elegido este periodo porque es en el que más cambios en la naturaleza se producen para el disfrute de los espectadores. Tendremos días todavía de verano, el otoño -la estación por excelencia en la montaña y en los bosques de Redes la recolección de los frutos secos y bayas, la berrea del ciervo, las primeras lluvias, la bella otoñada multicolor y la caída de las hojas-, hasta llegar al mes más duro del año, en el que las fuertes nevadas cubren el paisaje y la luz del día brilla por su ausencia.
La experiencia finalizará el 21 de diciembre, con la celebración de un nuevo concierto del solsticio, evento que José Díaz viene realizando ya en cinco ocasiones. Se trata de un acontecimiento mágico, pues se eligen escenarios de gran belleza en plena naturaleza, en donde la música adquiere una dimensión inusitada. Los asistentes a dichos conciertos (a cargo de músicos de la OSPA) refieren en muchas ocasiones que han vivido uno de los días más maravillosos de sus vidas.
En esta ocasión, se pretende organizar un concierto multitudinario, para que la estancia en soledad en la cabaña tenga un contrapunto con el concierto, y del que se obtengan increíbles tomas y filmaciones.
LA NATURALEZA COMO GRAN OBJETIVO DEL PROYECTO...
EL MARCO: EL PARQUE DE REDES
El Parque de Redes, Reserva de la Biosfera, es uno de los pocos santuarios de fauna salvaje en libertad y con mayor biodiversidad de Europa. Además, atesora una riqueza paisajística incomparable. Otro dato a resaltar es que Asturias es una región tan singular que es posible estar completamente aislado del mundo a 40 minutos del portal de tu casa en la capital, Oviedo.
En este escenario tendrá lugar la experiencia, lo que permitirá obtener imágenes y escenas de incalculable valor estético y documental.
Además, José Díaz, como gran conocedor de la zona, sabrá explotar al máximo todos los recursos de este parque: conoce los lugares de paso de fauna salvaje, los momentos del día idóneos para realizar avistamientos, lo que cada momento del año puede ofrecer en todo su esplendor, etc.
Por otra parte, como fotógrafo, decorador y autor de varios libros de naturaleza, José Díaz ha desarrollado lo que podríamos llamar un acercamiento estético hacia la naturaleza, siendo capaz de captar escenas de mágica belleza, y que serían uno de los soportes de este proyecto para el deleite de los espectadores. Y como objetivo general del proyecto, el potenciar el amor y respeto hacia la madre naturaleza.
ECOLOGÍA Y SOSTENIBILIDAD:
A pesar de los gravísimos daños que hemos perpetrado a nuestro entorno natural, aún estamos a tiempo de rectificar y buscar otros modelos de desarrollo menos agresivos y que tengan en cuenta toda la sabiduría y experiencia de nuestros mayores.
Y a tiempo, también, de replantear una sociedad -que en muchos casos tiende a la patología- para que sea capaz de educar en valores a nuestros jóvenes.
Con este proyecto pretendemos, entre muchos otros objetivos, transmitir la idea de que la naturaleza es la gran proveedora del ser humano, generosa y dadivosa, si establecemos con ella una relación basada en el respeto y la sostenibilidad.
Creemos que son valores de vital importancia, de gran dimensión educativa. En definitiva, valores que es urgente recuperar y potenciar.
OTROS OBJETIVOS DEL PROYECTO...
VUELTA A LOS ORÍGENES:
Nos encontramos en un momento en que nadie discute la importancia que tiene para el futuro del planeta el desarrollar modos de vida menos agresivos con el entorno. Así mismo, tras décadas de frenético desarrollo a cualquier precio, en las sociedades más evolucionadas comienzan a tomar fuerza tendencias neorrurales que buscan el respeto, la vuelta a lo esencial, a lo genuino, asomarse a las raíces, inspirarse en la sabiduría tradicional y en sus modelos de desarrollo.
Y cada vez son más los jóvenes que, ante la falta de trabajo en las grandes ciudades, y ante la deshumanización y desarraigo de las mismas, e inspirados en las firmes convicciones que antes citábamos, emprenden un viaje de vuelta a los pueblos, a los campos, para afrontar iniciativas en explotaciones sostenibles y cultivos ecológicos, experiencias hacia la producción de alimentos más sanos y de mayor calidad.
Internet ofrece un mundo de posibilidades a la hora de dar viabilidad a este tipo de iniciativas, y que siempre funcionan, pues hay un gran nicho de mercado que demanda este tipo de productos, con todo este valor añadido, fruto del esmero y del cariño.
Este proyecto es una invitación a la vuelta a los orígenes.
CUESTIONAR EL FRENÉTICO PROGRESO:
José Díaz es una persona que lleva mucho tiempo cuestionando la dependencia y, en muchos casos, el secuestro que el ser humano, y sobre todo los más jóvenes, tenemos con las nuevas tecnologías.
Se muestra preocupado por los efectos que sobre la salud tendrá esta proliferación de aparatos, ondas, radiaciones, etc.
Pero también por cómo están alterando las relaciones humanas y familiares. Y, además, por cómo estos medios están interfiriendo en nuestra relación con la realidad, con la naturaleza, con el mundo, con las personas en carne y hueso…La realidad “real” está siendo sustituida por la realidad virtual y on-line; cada vez nos quedamos habitando esta última, en detrimento de la primera.
Con este proyecto se pretende demostrar que en pleno siglo XXI, se puede sobrevivir sin todo eso. En la época de Thoreau, el confinamiento o supervivencia en una cabaña significaba renunciar a muchas menos cosas. Hoy todo ha cambiado.
Estamos secuestrados por los productos del “progreso”, y somos esclavos de ellos.
Pues bien, vamos a demostrar que hoy en día también se puede vivir sin todo eso, y que las relaciones con la realidad pura y dura nos proporcionan vivencias intensas y profundas, mágicas e inigualables, porque la naturaleza es una fuente de sabiduría y curación.
También vamos a analizar y cuestionar el actual modo de vida gobernado por las ambiciones, el poder, la riqueza, las relaciones deshumanizadas, la codicia, el egoísmo...
MOVIMIENTO SLOW:
En la actualidad, el individuo moderno vive sumido en una particular carrera de obstáculos en la que controlar el cronómetro hasta la milésima determina nuestra existencia.
Las ciudades se vuelven anónimas y levitamos, sumidos en nuestro peculiar universo de intereses. La prisa es el motor de todas nuestras acciones y envuelve nuestra vida acelerándola, economizando cada segundo, rindiendo culto a una velocidad que no nos hace ser mejores.
El movimiento Slow no pretende abatir los cimientos de lo construido hasta la fecha. Su intención es iluminar la posibilidad de llevar una vida más plena y desacelerada, haciendo que cada individuo pueda controlar y adueñarse de su propio periplo vital.
En retiros como éste, se toma conciencia plenamente del ritmo frenético de nuestra vida cotidiana, y nos damos cuenta de que podemos modificar este ritmo, de tal forma que otorguemos plenitud a cada momento y acción del día, que paladeemos cada segundo con intensidad y conciencia.
La actitud contemplativa nos integra en el medio y puede ser el refugio de ideas brillantes que nos ayuden positivamente en nuestro proceder. El movimiento Slow quiere dar herramientas a los individuos para que sus existencias no sean una mera sucesión de escenarios encadenados, desprovistos de emociones.
ESPÍRITU AVENTURERO, FUERZA MENTAL:
Otro de los propósitos del proyecto es mostrar una situación de supervivencia y soledad en toda su expresión, al tiempo que mostramos también los recursos con los que el ser humano ha de batallar en esa situación extrema. Elementos como la fuerza mental, el espíritu de sacrificio, la continencia, la fuerza de voluntad, la concentración y el afán de superación se pondrán de manifiesto. Son valores de vital importancia para el ser humano y que también se están perdiendo, por lo que pretendemos ponerlos en valor con toda la energía.
Hay que mantener una excelente forma física, como es el caso de José, acompañada de unos hábitos de alimentación y salud muy rigurosos. En la cabaña hay que ser muy metódico y organizado, saber recolectar en los momentos oportunos, hacer acopio de furos secos y bayas, y saber dosificar estos alimentos. Hay que ser capaz de superar la soledad y el aislamiento. Hay que explotar al máximo las capacidades del ser humano para vencer y superar las situaciones más extremas… Despertar los sentidos adormecidos por el estilo de vida que llevamos.
Experimentar sensaciones como sentir miedo, ilusión, cansancio, soledad, silencio, paz, excitación, emoción... Tener vivencias diferentes al común de los mortales.
Todo este día a día ofrecerá contenidos visuales y documentales muy impactantes.
CONFINAMIENTO Y SUPERACIÓN PSICOLÓGICA:
Otro de los efectos de la soledad son los psicológicos. Las situaciones de aislamiento y supervivencia pueden generar efectos sobre la psicología y la salud mental del individuo, con la aparición de delirios, escuchar voces, confusión, pérdida de la noción del tiempo, etc. Además, se pueden producir problemas en el aparato fonador, por su atrofia.
Desde el punto de vista de la psicología, será muy interesante presenciar cómo un superviviente confinado lucha para superar estos posibles problemas, asistiendo también a su evolución en cuanto a efectos sobre el ánimo,la personalidad, etcétera.
Hemos visto en algunas películas como Náufrago, de Tom Hanks, cómo daba vida a un compañero imaginario, Wilson, personificado en la pelota de rugby, y con quien hablaba permanentemente para mantener las facultades de comunicación y expresión oral, tan importantes para la salud mental.
GALERÍA DE FOTOS
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