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NOTAS DEL PRODUCTOR RAMÓN CAMPOS...
Todo comenzó con una noticia que leí en un diario en la que se hablaba de varios casos de exorcismos sucedidos en España. En ellas se contaba que a día de hoy existen en España 15 sacerdotes a los que la iglesia permite hacer exorcismos. A partir de ahí comenzamos a buscar qué elementos comunes había entre todos esos casos: el exorcismo de Burgos, el de Almansa, el de O Corpiño… pero ya en esa fase de documentación sabíamos que trabajábamos en torno a un material muy atractivo. En todos los casos que investigamos se daba la dualidad de que había quien creía que los poseídos eran enfermos psiquiátricos y quien pensaba que el diablo había entrado en esas personas. Mientras escribíamos el guion Jacobo Martínez, que además de amigo, es director de fotografía de casi todos los proyectos de Bambú, me trasladó su inquietud de pasarse a la dirección. No puedo imaginar a una persona más preparada que Jacobo para dar ese salto, después de haber compartido rodajes con directores como Alberto Rodríguez, Carlos Sedes, Félix Viscarret, Carlos Marqués Marcet, Manuel Gómez Pereira, Jorge Torregrosa o Gideon Raff entre otros muchos.
Mientras nosotros trabajábamos en la última versión del guion él comenzó a ver y analizar todas las películas de exorcismos que se han hecho, y doy fe de que se han hecho muchísimas, para buscar lo original de la nuestra. Así fue como descubrimos que no hay ninguna película española sobre exorcismos y por lo tanto, que nuestro mayor reto era acercar la película a nuestro país todo lo posible. Esa fue la razón principal de rodar “13 exorcismos” en Ourense, una pequeña ciudad que cualquier persona en España puede reconocer como propia. Aun así, nos quedaba uno de los mayores retos: encontrar el casting adecuado.
El talento para el drama de Ruth Díaz y Urko Olazábal está fuera de toda duda, pero en mi cabeza no dejaba de ver a la profesora de religión que de alguna manera instiga el exorcismo con el rostro de Cristina Castaño. Cristina es una actriz eminentemente de comedia, pero yo estaba seguro de que podría hacer un personaje que nos hiciese temblar con su sola presencia. En un casting apareció María Romanillos y su mirada nos cautivó a todos dejándonos sin palabras y sin dudas de que podría echarse la película a la espalda.
Pese a tener el casting claro, quedaba un papel fundamental por cubrir, el del sacerdote, el exorcista. En nuestros sueños Pepe Sacristán era el actor ideal pero no sabíamos si su gira teatral le iba a permitir sumarse a un proyecto tan exigente como este y si le apetecería. Afortunadamente nada más llamarle, dijo que sí, en sus palabras, nunca había transitado un personaje de estas características. Mientras escribo estas líneas acabamos de terminar el montaje de la película y nos encontramos en plena carrera para llegar a la fecha de estreno del 4 de noviembre. Estoy seguro que los espectadores disfrutarán de esta propuesta que multiplica por dos el terror y la ambición de nuestra anterior película “Malasaña 32”.