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CRITICA
Por: PACO CASADO
En Hollywood sigue estando de moda el hacer series y ya hasta las producciones de dibujos animados tienen las suyas, como es el caso de la creada por DreamWorks, iniciada con 'Kung Fu Panda' (2008) que va ya por la tercera entrega y, a juzgar por el éxito que tuvieron en la taquilla las dos primeras, superando los seiscientos millones de dólares y siendo nominadas al Oscar y ganando diez premios Annie la primera y dos la segunda, parece que va para largo; ahora con la tercera, en coproducción con China, el horizonte se amplía.
Cuando Li Chan, el perdido padre de Po, aparece de repente, el dúo ya reunido viaja a un paraíso secreto de pandas para hallar sus orígenes y conocer a un puñado de nuevos patosos e hilarantes amigos osos.
Pero cuando el villano sobrenatural Kai comienza a recorrer toda China desafiando y venciendo a todos los maestros del Kung Fu, Po, que se convirtió en su momento en Guerrero del Dragón, aunque todavía tiene mucho que aprender, deberá hacer lo imposible: entrenar a una comunidad repleta de divertidos y torpes hermanos para formar el equipo definitivo de Kung Fu Pandas, con las responsabilidades de un profesor, para enfrentarse a él.
Así el orondo protagonista se ve envuelto en nuevas aventuras en lucha contra el malvado de turno, con los bellos paisajes chinos de fondo, mientras ahonda en sus raíces en compañía de su recuperado padre legítimo, lo que pone de los nervios al adoptivo, el Sr. Ping, que no parece muy dispuesto a compartir la paternidad, de cuyo enfrentamiento surgen algunas de las situaciones cómicas así como del intento de entrenar en las técnicas del kung fu a su torpe comunidad.
Entre tanto se reparten los gags usando las técnicas del cine cómico más tradicional, pero a nuestro entender el elemental argumento se alarga abusando de las luchas que recuerdan a los videojuegos y las películas de este género de décadas atrás, lo que en algunos momentos llega a aburrir un poco en esta fantasía aventurera en la que esta vez el humor es más escaso que en las entregas anteriores, al haber desaparecido la sorpresa inicial.
En medio se entremete el amor a la familia tanto la postiza que formaba Po con su padre adoptivo el ganso Sr. Ping, como con el biológico recién aparecido Li Chan, un tanto excéntrico y perezoso, mientras que el maestro Shifu le infunde a Po que logre ser tú mismo y en ese sentido el gordo panda es inasequible al desaliento por superar sus problemas internos y sus traumas en su búsqueda de la identidad personal.
Esta tercera vuelve a estar en las manos directivas de la surcoreana Jennifer Yuh, que ya dirigió 'Kung Fu Panda 2' y del italiano Alessandro Carloni que proveniente del departamento de animación de las dos entregas anteriores, debuta en este caso en la dirección.
Utilizan aquí un recurso poco frecuente en las cintas animadas para niños, como es la pantalla partida.
En cuanto a las técnicas de animación son impecables cada vez con más personajes juntos en la misma escena lo que la hace admirable en este sentido.
Hans Zimmer adecua la banda sonora a las composiciones alusivas a los lugares en donde se desarrolla la acción.
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