|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Casi no hay una semana en la que no se estrene alguna película de animación o de corte infantil, ya que al parecer es el público bastante fiel a este género de producciones, lo cual es bueno porque así la afición al ir al cine se fomenta desde la más tierna infancia.
Son muchas ya las adaptaciones de videojuegos a la pantalla grande y en este caso no iba a ser menos con este juego que ha tenido millones de usuarios, lo que la asistencia a las salas casi la tiene asegurada.
Este film descubre por qué los pájaros que viven en una isla están tan enfadados. En ese lugar poblado por aves no voladoras, todos son felices, o casi todos, porque algunos no acaban de encajar, como Red, que no es feliz, porque es un inadaptado con problemas de ira, que no encaja en la comunidad ya que se deja llevar de sus emociones por lo que el juez Peckinpah lo sentencia al peor castigo del lugar: lo envía a hacer a una terapia sobre agresividad para controlar el mal genio, donde conoce a otros pájaros con problemas, uno hiperactivo y otro que explota cuando se pone furioso.
Matilda, la terapeuta de la isla, tiene un aspecto calmado y usa su experiencia para ayudar a los demás con las clases de control de la ira y enseñará a esos pájaros problemáticos a controlarla y a ser tan felices como los demás.
Red ha trasladado su casa fuera del poblado, a la orilla del mar, y a veces se mete en problemas.
Cuando son visitados por un grupo de misteriosos cerditos verdes, encabezados por Leonardo, estos tres insólitos e improbables parias marginados tratarán de averiguar lo que están haciendo esos intrusos en este paraíso.
Así el susceptible Red, un pájaro con mal genio, tendrá que unirse al verborréico y veloz Chuck y al volátil Bomb que padece de trastorno explosivo intermitente, con los que nunca han encajado, para intentar descubrir el secreto que esconde la visita de estos seres, que dicen que son pacíficos, y qué es lo que traman, lo que hará que las cosas cambien.
La historia, utilizando a los personajes ya conocidos del videojuego, se inventa una nueva aventura que se centra en recuperar lo que le han robado los cerdos verdes a los pájaros.
Es la adaptación al cine de la serie de videojuegos creada por la empresa finlandesa Rovio en 2009 para móviles y tabletas, en una cinta sencilla, con una trama muy elemental, con final previsible, con algunos gags muy simples que hacen reír, sobre todo al público infantil, pero que también divierte a los adultos, con una banda sonora trufada de canciones del rock, con una primera parte divertida y una segunda que da paso a la acción y la destrucción en los metros finales lo que la hace más entretenida. El divertido arranque recuerda a Scratch, la ardilla de 'La edad de hielo' que en este caso no persigue a una bellota sino un huevo sorpresa.
La dirección recae en dos debutantes Clay Kaytis y Fergal Reilly que hacen lo que pueden con su aún corta experiencia en este aspecto, aunque ambos provengan de otras secciones de la animación.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
AUDIOS
PREMIERE