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CRITICA
Por: PACO CASADO
En este tenso thriller en aguas poco profundas, Nancy Adams es una joven que trata de superar la pérdida de su madre.
Un día está haciendo surf en una playa solitaria cuando se queda atrapada en un islote a apenas unos doscientos metros de la costa y, aunque está solo a pocos metros de la salvación, para alcanzarla tendrá que tirar de todos sus recursos, de su fortaleza, inventiva y voluntad, porque un enorme tiburón blanco se interpone entre ella y la orilla.
Para sobrevivir tendrá que poner a prueba sus conocimientos, su ingenio y hacer acopio de sus recursos sobreponiéndose al miedo.
A Nancy le gusta el surf y va en busca de la secreta playa salvaje y solitaria preferida de su madre, en México, también surfista, con una amiga, pero ésta se queda en el hotel y Carlos, un nativo, la acerca y la deja que disfrute de su belleza y soledad, recordando a su madre recién fallecida, mientras el padre le pide por el móvil que no deje sus estudios de medicina y vuelva.
El cineasta barcelonés Jaume Collet-Serra es un director que hasta ahora se ha manejado con películas de género, bien sean de terror como su ópera prima 'La casa de cera' (2005) y su siguiente título 'La huérfana' (2009) o en el thriller en las últimas que ha hecho protagonizadas por Liam Neeson, que se ha convertido en su actor fetiche, Sin identidad (2011), 'Non-Stop (Sin escalas)' (2014) y 'Una noche para sobrevivir' (2015).
En esta séptima, de producción modesta que sin embargo va muy bien en taquilla, el director catalán se ha apartado un poco del escenario callejero para centrarse en un panorama muy distinto, como una playa solitaria, pero no por ello abandona la acción y el suspense y sin perder el ritmo en ningún momento.
En este caso es casi un ejercicio de estilo, todo un reto, conseguir mantener la atención del espectador con prácticamente casi todo el metraje con un solo personaje en pantalla, una única localización y en una situación desesperada de la que ha de salir una joven si quiere conservar su vida y sin nadie a quien acudir para sacarla de ese peligroso trance.
El guion tiene algunos momentos ciertamente inverosímiles, y por supuesto es previsible, pero sin embargo mantiene bien el suspense si aparte de ciertos convencionalismos no se le exige demasiado como para que resulte un film bastante entretenido por saber de qué manera se salvará nuestra heroína.
Blake Lively incorpora correctamente el papel que le ha tocado en suerte de una mujer normal, para hacer frente al peligro que le amenaza de perder su vida y teniendo que salir airosa al ser prácticamente la única protagonista de este thriller de suspense marino.
La cinta está adornada con una hermosa fotografía del español Flavio Martínez Labiano que resalta la belleza del entorno, apoyado por la música de Marco Beltrami aunque no hace su mejor partitura.
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