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CRITICA
Por: PACO CASADO
Se da el caso curioso en Tom Ford, que es un director que no proviene de ninguna rama del cine, sino de la moda, en donde era diseñador de firmas como Yves Saint Laurent y Gucci, que debutó en la realización de un largometraje con 'Un hombre soltero' (2009) y ahora nos ofrece el segundo título de su filmografía, 'Animales nocturnos' (2016).
Narra la historia de Susan Morrow, una galerista famosa, una mujer que tras abandonar a su primer marido, un escritor inédito, vive ahora con un rico hombre de negocios.
Un día recibe un paquete que contiene el borrador de la primera novela de su ex, quien en una nota le pide que por favor la lea, pues ella siempre fue su mejor crítica.
Susan lo hace aprovechando la ausencia de su actual marido por negocios y a medida que se sumerge en la narración acaba hechizada por este relato mientras va recordando algunos pasajes de su vida anterior, síntoma evidente de que a su vida actual le falta algo y deberá explorar en su pasado para saber qué es lo que le impide seguir adelante.
Esta película de suspense del diseñador estadounidense Tom Ford, que obtuvo el Gran Premio del Jurado en la Mostra de cine de Venecia, cuenta dos historias en paralelo: la de Susan que recibe la primera novela de su ex marido, que es la historia de un hombre cuyas vacaciones en familia adquieren un cariz violento y mortal de forma inesperada, y por otra parte la vida anterior de Susan con su ex marido y autor de la obra.
Es un film sobre el instinto de la creación cuyo guion está basado en la novela Tres noches, cuyo título original es Tony and Susan, de Austin Wright (1922/2003), publicada en 1993.
Estructura el mundo real en el que el personaje de Susan lee la novela y la historia que cuenta ésta, y hace el contraste entre el drama del ambiente ciudadano ultramoderno en que vive ella y el tórrido y rural en que se ambienta la novela en la que un buen hombre pierde a su mujer y a su hija a manos de unos delincuentes, al que un duro policía le ayudará a encontrarlos y a hacer justicia, aunque ésta no sea de una forma muy ortodoxa. La cinta va desde la melancolía hasta la comedia negra pasando por las duras escenas del thriller.
Tiene un gusto exquisito tanto en la ambientación como a la hora de mover la cámara, resultando interesante tanto en lo visual con una notable fotografía, como en la escritura de guion, en la estupenda música del compositor polaco Abel Korseniowski que se ajusta muy bien a lo que se nos está contando en todo momento, en la notable interpretación de la pareja protagonista realmente destacable que pone una gran intensidad dramática en sus personajes manteniendo todo el tiempo en tensión al espectador que la sigue con gran interés.
Si hay que ponerle un reparo es el comienzo con una grotesca escena de señoras obesas desnudas en los títulos de crédito en una especie de espectáculo de arte que no va a tono con la elegancia del resto de una trama, que no aburre en ningún momento aunque haya que estar atento para distinguir entre la ficción de la novela y los flash backs de recuerdos, ya que ambas tramas están interpretadas por los mismos actores, para acabar de forma sorprendente.
La historia corre emparejada con la ficción de la novela cuyo argumento hace cada vez mayor la herida que el pasado provocó en ella de forma cruel.
Confluyen así dos mundos el lujoso y elegante pero vacío de ella y el rudo y violento de la novela, mostrados con un estética moderna.
León de plata gran premio del jurado en Venecia. Mejor dirección en los premios Hollywood.
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