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CRITICA
Por: PACO CASADO
Nos ha sorprendido gratamente esta película donde se mezclan, casi a partes iguales, los elementos pertenecientes a dos géneros cinematográficos: la aventura y la ciencia ficción.
Ya estamos un poco hartos de tanta nave espacial recorriendo los cielos del universo.
Y por otra parte echamos mucho de menos el típico film de aventuras que era tan frecuente en los años cincuenta.
Aquí se combinan ambos en la historia de un coronel que tras descubrir un extraño artefacto en la pirámide de Giza, recurre a un experto egiptólogo para que descifre un jeroglífico en el que encontrar una solución al hallazgo, lo que les lleva a una fantástica aventura en un mundo desconocido gobernado por el tiránico Ra, que posee unos diabólicos poderes.
Esta cinta, que ha dispuesto de un coste de más de 50 millones de dólares, se ha convertido en la más ambiciosa en su género de las realizadas en este año y curiosamente ha sido puesta en manos del director alemán Roland Emmerich, que ya había demostrado lo que era capaz de hacer con una simple historia de ciencia ficción como Soldado Universal (1992), interpretada por Jean-Claude Van Damme, que fue todo un gran éxito comercial.
Tal vez esto fuera la garantía para poder realizar este proyecto que tenía en su cabeza desde hacía bastantes años y que ahora ha podido poner en pie y verlo convertido en realidad.
En el año 1928, en Egipto, una expedición encuentra un extraño dispositivo de teletransporter interestelar, que conduce a un planeta con seres humanos que se asemejan a los antiguos egipcios que adoran al dios Ra.
En los tiempos actuales el marginado lingüista Dr. Daniel Jackson, es invitado por una misteriosa mujer para descifrar un antiguo jeroglífico, descubriendo que el dispositivo fue creado por una civilización avanzada que abre un portal hacia otro planeta y es invitado a formar parte del equipo que explorará ese nuevo mundo en el que pronto descubren el misterioso secreto de Stargate.
La película posee un guion bastante bien estructurado que mantiene el interés tanto al comienzo, cuando se intenta descifrar cómo poner en marcha la puerta estelar, como posteriormente en el planeta Abydos, inmerso en el problema de la tiranía que ejerce el ambiguo Ra, sobre sus acobardados súbditos, e incluso en la incógnita que supone poder entenderse con unos habitantes de otro planeta que hablan un idioma totalmente desconocido para los terrestres.
El film ha sido planteado con una gran ambición, a pesar de tener un moderado presupuesto en lugar de abundancia de medios, lo que no le privó de utilizar unos espectaculares efectos especiales bastante logrados, pero también con una cierta humildad desde el punto de vista de su puesta en escena, y consiguiendo una producción más que aceptable en todos los terrenos que gustará a los amantes de este género.
Adecuadamente repartidos los papeles para Kurt Russell como el despótico coronel desahuciado, para James Spader en el inteligente científico y a Jaye Davidson en el personaje de Ra.
Una divertida y entretenida cinta de ciencia ficción.
Ganó el Premio Saturno de la Academia de Ciencia ficción. Premio BMI para la música de David Arnold. Premio Golden Screen Germany a la distribución. Premio Sci-Fi Universe Magazine al mejor film, a Mili Avital y los efectos especiales.
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