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CRITICA
Por: PACO CASADO
Las filmografías de Jean-Claude Van Damme y Dolph Lundgren hasta el momento en que hicieron esta película la formaba una media docena de títulos cada uno y todos eran de acción y de parecido corte.
Tal vez más señaladas en el terreno del karate las del primero. Ante dos carreras similares de dos actores que primaban en esos momentos en el género de acción, resultaba muy atractivo, comercialmente hablando, enfrentarlos en un mismo film, con lo que los seguidores de ambos se sumarían.
Y en efecto, así se hizo.
Se escribió un argumento que comienza en Vietnam y tras el enfrentamiento y la muerte de ambos, son recuperados sus cuerpos para ser convertidos en soldados universales, un proyecto de alto secreto llevado a cabo años después de traspasar la barrera de los 2000.
La cinta en ese sentido se podía enclavar en el género de la ciencia ficción, pero desde un principio, con el sorprendente comienzo de la muerte de ambos, se ve claramente que va por el terreno de las películas de acción que ambos suelen interpretar a lo largo de los muchos films realizados y que, como es lógico, terminará con el enfrentamiento nuevamente, de los dos protagonistas, cosa por otra parte esperada por los seguidores de ambos ídolos.
Roland Emmerich cumple con el montaje de varias escenas espectaculares de persecuciones y enfrentamientos, que es lo que dominaba antes de debutar como director con 'El secreto de Joey' (1985)
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