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CRITICA
Por: PACO CASADO
No cabe duda que 'Piratas del Caribe' es una de las series de más éxito de las que pueblan actualmente las pantallas de todo el mundo y que Jerry Bruckheimer desde la producción ha sabido mantener el interés a pesar del cambio de directores, pero también es verdad que ha tenido altibajos y no siempre ha podido conservar una línea constante, ya que unos capítulos han sido mejores que otros. En este caso, a nuestro modesto entender ha bajado.
Empujado hacia una nueva aventura, un sumamente desafortunado Jack Sparrow, descubre que los vientos de los malos augurios soplan incluso más fuerte cuando los piratas fantasmas liderados por un viejo enemigo, el capitán Salazar, que ha escapado del Triángulo del Diablo, está decidido a acabar con todos los que halle en el mar, incluido el propio Sparrow.
La única esperanza de supervivencia del Capitán Sparrow está en encontrar el legendario Tridente de Poseidón, que otorga a su poseedor el control sobre los mares.
Esta quinta entrega tiene a dos actores frente a frente, Depp y Bardem. El primero el excéntrico pirata Jack Sparrow, que tendrá como rival al temible español, el capitán Salazar, en una aventura en la que se reencontrará con su antiguo compañero Will Turner.
En esta historia el joven Henry Turner y Carina Smyth, una astróloga, se unen a Sparrow para encontrar el mágico tridente de Poseidón que cuenta con poderes para acabar con un gran número de maldiciones y terminar con el capitán español Salazar, que es un fantasma que le busca para vengarse.
Un capítulo espectacular sobre todo en las escenas de acción que son divertidas, con un ritmo desenfrenado constante que, en la primera media hora, es realmente brutal, con un vibrante prólogo con un poco de nostalgia, mientras que la continuación decae, sobre todo en las batallas en el mar que resultan demasiado oscuras y repetitivas, y el montaje ya no es tan aclaratorio.
La pareja joven compuesta por Brenton Thwaites y Kaya Scodelario está bien elegida y se enfrenta a los veteranos con gran descaro. Es un retorno al tono de la primera buscando nuevos rumbos que intenta centrar esta innecesaria secuela en la que se deriva demasiado a lo fantástico luchando con los piratas muertos.
El prólogo en cambio nos recuerda a las clásicas películas de aventuras de piratas, realizado con un ritmo vertiginoso.
En este capítulo nos devuelve a los amantes Willy y Elizabeth Turner, condenado el primero a capitanear el barco El holandés errante por la eternidad, mientras el hijo trata de romper la maldición de su padre con el barco, con la ayuda de Sparrow que intenta recuperar su adorada Perla Negra y huir de ese pirata sobrenatural que se la tiene jurada.
Esta nueva entrega, de la que creemos agotada serie, aporta poco sobre lo ya visto y a pesar de ello en las imágenes posteriores a los títulos de crédito aún se prevé que haya un nuevo capítulo.
La cuestión es que mientras siga haciendo cifras fabulosas tendremos al payaso del Capitán Sparrow para rato, a pesar de que en la taquilla americana no ha empezado tan bien como se esperaba, no así en la española.
Una trama con un apartado visual notable, en la que el argumento es lo de menos, y Johnny Depp con la misma cara y muecas de siempre se repite una vez más, con varias secuencias muy espectaculares en las que se les ha puesto mucha imaginación.
El trabajo de un excesivo Javier Bardem de malvado es una de las novedades de este número de la franquicia para un film que a pesar de cambiar una vez más de director, en este caso por partida doble con los noruegos Joachim Ronning y Espen Sandberg, los responsables de 'Bandidas' (2006) o 'Kon-Tiki' (2012), está realizada de forma mecánica.
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