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CRITICA
Por: PACO CASADO
Victoria Spick es una abogada penalista, divorciada, de treinta y tantos años, que lucha por criar a sus dos hijas pequeñas de un matrimonio roto, que se encuentra en pleno vacío sentimental, desbordada entre su profesión y la maternidad. Ella es astuta y cínica pero está al borde de un colapso emocional.
Su ex marido escribe una novela cuya protagonista se parece mucho a ella y el canguro de sus hijas la ha abandonado.
Cuando un día acude a la boda de un amigo se vuelve a conectar con Vincent, un viejo conocido, y con Sam, un antiguo cliente, un ex narcotraficante, al que ella ayudó en su momento en el juicio que se realizó contra él y que ahora en agradecimiento y porque no tiene trabajo, se ofrece a colaborar con ella, mientras estudia derecho bajo su tutela.
Al día siguiente Vincent es acusado de intento de asesinato por su ex compañera. El único testigo de la escena es el perro de la víctima, por lo que se le pone difícil y además se resiste porque no es ético habiendo tenido relaciones con el acusado, lo que le lleva a un juicio surrealista.
Victoria acepta a regañadientes defender a Vincent mientras que por otra parte contrata a Sam como asistente personal.
Esto supone la crisis sobre la mediana edad y el comienzo de una serie de complicaciones para Victoria, para la que su caótica vida de mujer moderna está a punto de tomar un nuevo giro, que le complicará completamente la existencia.
Es una mezcla de géneros con la comedia romántica de base, con la intriga judicial y el drama de esta mujer, que no es perfecta, que comete errores como profesional e igual le ocurre con sus amantes.
A lo largo de la trama se apuntan algunos temas como las relaciones entre hombres y mujeres, la soledad, los hijos, la justicia, el sexo, el dinero, que se insinúan de pasada ya que no son el tema a tratar en esta historia.
Tras realizar dos cortos y otros dos documentales, la realizadora francesa Justine Triet debutó en la dirección de un largometraje con 'La batalla de Solférino' (2013) y ahora nos ofrece el segundo título de su aún corta filmografía, una comedia romántica con pinceladas de drama que basa su humor en el enredo y las situaciones surrealistas a las que se ven arrastrados sus personajes, que conforme avanza la trama se muestran más complejos de lo que en principio aparentaban.
Realizada de forma correcta y profesional pero sin personalidad, con guion escrito por ella misma en colaboración con Thomas Lévy-Lasne, que tiene momentos muy irónicos y divertidos, que huye de los lugares comunes tratando de romper tópicos, en el que el protagonismo se lleva en todo momento la joven actriz belga Virginie Efiran, que tiene unas buenas cualidades para la comedia romántica como la presente, que puede suponer su consagración y que gracias a su buen trabajo realizado en esta película ha conseguido diversos premios como recompensa y que además es el alma y vida de esta entretenida historia de juicios.
En definitiva una ligera comedia de enredos, para pasarlo divertido, sin muchas preocupaciones, con ocasionales momentos que provoca la sonrisa y el buen humor.
Premio Palm Dog del Jurado para Jacques. Nominada a cinco César entre ellos el de mejor film y mejor actriz. Premio a mejor actriz para Virginie Efira en los Margritte Awards de Bélgica. Nominada Virginie Efira a mejor actriz en los Premios Lumiere.
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