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CRITICA
Por: PACO CASADO
Las películas deportivas que se centran en un deporte determinado no suelen ser muy comerciales, ya que no todos los espectadores cinematográficos son aficionados al deporte o a uno en concreto, pero si el tema se trata en plan de comedia divertida la cosa cambia bastante ya que el número de asistentes se amplia indudablemente.
La que comentamos cuenta el famoso enfrentamiento entre la tenista número uno de las mujeres Billie Jean King y Bobby Rigs, un excampeón de Wimbledon, en un partido de tenis en el que se jugaba la igualdad entre los hombres y las mujeres que fue promocionado como La batalla de los sexos, que da título a este film.
Esta es la nueva cinta de los directores de 'Pequeña Miss Sunshine' (2006), Jonathan Dayton y Valerie Faris, y está basada en esa historia real que alcanzó una gran expectación ya que al pasarse por la televisión alcanzó la cifra de más de noventa millones de espectadores en todo el mundo que vieron este evento, convirtiéndose en uno de los acontecimientos deportivos más importantes del año 1973.
Billie Jean King encabeza la lucha de las mujeres para conseguir que sus premios se equiparen a los de los hombres, ya que mientras que éstos cobraban 15.000 dólares, las mujeres tan sólo obtenían la ridícula cifra de 1.200 dólares, en aquellos años 70 en que había tanta discriminación entre ambos sexos.
Ella de 29 años, lucha por los derechos de la mujeres en plena disputa con el campeón de Wimbledon retirado, de 55 años, Bobby Rigs, que tiene una gran fama de ser un machista, que la desafía para demostrar así, al vencerla supuestamente, la supremacía masculina sobre ellas.
Es un retrato de una situación social en el que la mujeres estaban muy discriminadas y aún más las lesbianas, porque Billy Jean King lo era a pesar de se una mujer casada y tener un affaire con su peluquera y amiga Marilyn Barnett.
Aquel encuentro fue algo más que un partido de tenis ya que estaban en juego no sólo el ganar los 100.000 dólares que Bobby Rigs ofrecía si le derrotaba, al estar muy seguro de la apuesta, sino también los derechos femeninos y en este sentido es muy adecuada para que la vean las mujeres, aunque no les guste el tenis, ya que prácticamente sólo se ofrece el encuentro final, que resulta muy emocionante, y unas breves imágenes de otro anterior.
El protagonista, que es un jugador empedernido, es un machista redomado que piensa que las mujeres tiene que estar en la cocina y en la cama, nada más, una vez más apostó 15.000 dólares muy seguro de que él sería el vencedor.
Como decimos de tenis se ve poco, salvo el partido con jugadas muy espectaculares, lo apuntamos para aquellos aficionados a este deporte que acudan esperanzados en ver más enfrentamientos.
La película trata del machismo escandaloso existente en aquella época en la que se pensaba que los hombres eran superiores a las mujeres en todo.
Afortunadamente cincuenta años después la cuestión es muy diferente y se goza de una mayor libertad, sobre todo en la cuestión de la identidad sexual que es otro de los temas que se plantea a lo largo de la trama, aunque no se profundice mucho en ello por no abarcar demasiado.
No es una comedia muy divertida pero a pesar de ello resulta entretenida, aunque le faltarí desarrollar más algunos personajes.
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