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CRITICA
Por: PACO CASADO
Desde Corea del Sur llega a la cartelera la decimonovena película del director Hong Sang-soo, 'En la playa sola de noche' (2017), que como la mayoría de las anteriores vuelve a tener tintes autobiográficos, que quizás sea la más personal de las que ha hecho hasta ahora, basada en el escándalo que alteró su vida al darse a conocer en la prensa la historia de su relación extramatrimonial con la actriz Kim Min-hee, y en la que hace una reflexión sobre el amor y el desamor que le valió a su actriz protagonista ganar los premios a mejor interpretación femenina en los festivales de cine de Berlín y Gijón.
La actriz Younhee, después de tener una aventura con un hombre casado que era su amante, un director de cine con el que acaba de cortar, decide tomarse un tiempo libre para dejar atrás su pasado y reflexionar sobre lo ocurrido.
Como no tiene nada que hacer se marcha de Seúl y va a visitar a una amiga que vive en la lejana ciudad de Hamburgo, que la invita a quedarse en su casa y con la que tiene una larga conversación que ocupa buena parte del inicio del metraje en el que hablan casi en exclusiva de la relación con su ex pareja.
Tras ello, en la segunda hora, vuelve a Corea, a la ciudad costera de Gangneung, donde se encuentra con una serie de amigos en unas escenas interminables en las que charlan de cosas intranscendentes, que poco o nada interesan al espectador, que más bien se aburre, mientras los personajes caminan por los parques, la playa o en torno a una mesa, beben y se emborrachan.
En ello transcurre el nuevo film autobiográfico sobre el idilio amoroso del director coreano Hong Sang-soo que nos propone una mirada al desamor basada en su propia aventura extramarital con la protagonista Kim Mim-hee, su musa, durante el rodaje de 'Ahora si, antes no' (2015) y aunque la vida de todo artista se refleja en su obra, aquí se puede hablar de autoindulgencia consigo mismo, pero esta vez no funciona con el suficiente interés de cara al espectador como para que constituya la base para sostener una cinta que termina siendo cansina.
La minimalista película le sirve al cineasta coreano para profundizar en conceptos como la importancia de las apariencias y el sentimiento interior de las personas.
El guion está dividido en dos partes, la que se desarrolla en Hamburgo y la coreana y está compuesto básicamente por tres conversaciones que llegan a hacerse monótonas, con una realización con economía de planos y apenas variaciones de cámara a veces en largos planos secuencia o utilización lenta del zoom.
La actriz, que en cada nuevo film trata de superarse siendo éste el más dramático, sencillo y directo entre los últimos suyos, con menos humor entre encuentros, conversaciones y paseos, que hace un trabajo notable merecedor de los premios logrados cuyo personaje carga con todo el peso de la historia que está todo el tiempo en pantalla, con un ritmo parsimonioso que la enfrenta a largos diálogos en los que se desenvuelve bien, aunque merecía una cinta mejor, que ésta.
El trabajo de Kim Min-hee se hace más agradable al espectador debido a la dulzura y expresividad de su agraciado rostro y su sonrisa tratando de mostrar lo que el director le pide en cada momento.
Trata temas como la búsqueda del amor perdido, el paso del tiempo, el placer de la soledad o el deseo de libertad y en algunos momentos la protagonista muestra su aversión a los hombres, aunque también confiesa haber estado con muchos de ellos lo cual resulta contradictorio e incluso tiene un leve acercamiento al lesbianismo al besar a otra mujer.
Oso de plata en Berlín a la mejor actriz Kim Min-hee. Premio AISGE a mejor actriz Kim Min-hee en el Festival de Gijón. Premio al mejor film en el Festival de Jerusalén. Premio especial del jurado en el Festival de Los Angeles.
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