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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine británico tiene una gran tradición en adaptaciones literarias de novelas de época, lo que hace con gran rigor y excelente puesta en escena en la mayoría de los casos.
A ese género o apartado parece adscribirse el nuevo director Joe Wright quien tras debutar con la estupenda nueva versión de 'Orgullo y prejuicio' (2005), que fue nominada a cuatro Oscar, incide otra vez en esta ocasión con la extensa novela de Ian McEwan, publicada en 2001, que algunos creían imposible de adaptar al cine por su bella prosa.
Afortunadamente ha caído en las manos de un notable guionista como en anteriores ocasiones ha demostrado ser Christopher Hampton, ganador del Oscar por 'Las amistades peligrosas' (1988), de Stephen Frears.
La película está estructurada en varias partes.
Una primera en la que nos presenta a la familia Tallis reunida en su gran mansión victoriana en 1935, con Briony, la hija pequeña de 12 años con aficiones literarias, su hermana mayor Cecilia que muestra interés por Robbie, el hijo del ama de llaves Grace Turner.
Briony, debido a los celos de su hermana, tras acusar a éste de un delito que no ha cometido, frustra esos posibles amores.
La segunda parte sucede durante la Segunda Guerra Mundial donde se van a desarrollar las consecuencias de esa mentira acusatoria y una tercera en la que Briony, ya de adulta cuenta el final ficticio de la novela que ha escrito sobre esos hechos.
Hay en este relato reflexiones sobre el difícil paso de la infancia a la adolescencia y el despertar de la sexualidad, el peso insoportable de la culpa, el remordimiento, el tema social de la diferencia de clases, los celos, la venganza, la amargura del pecado, la reparación, el perdón, la penitencia y el horror de la guerra.
Wright hace una puesta en escena interesante, rompiendo con la narrativa tradicional, en la que juega con los tiempos, los flash backs, las repeticiones desde distintos ángulos de visión, con una sofisticada planificación que le da un aire moderno.
Tiene su lucimiento a través de la ambientación en la época victoriana, la belleza de la fotografía y la estupenda interpretación de Keira Knightley y James McAvoy e igualmente es de destacar el trabajo interpretativo de tres actrices Saoirse Ronan, Romola Garai y Vanessa Redgrave, para personificar en las distintas etapas al personaje de Briony de gran parecido físico, sobre todo las dos primeras.
A ello contribuye la hermosa música de Dario Marianelli que toma inspiración en el martillear de las teclas de una vieja máquina de escribir.
Oscar a la banda sonora. Dos Globos de oro: mejor película dramática y banda sonora. Dos Bafta: Mejor film y producción. Mejor película, actor: James McAvoy, actriz: Keira Knightley en los premios Empire ingleses. Premio a James McAvoy en el Festival de Santa Barbara. Mejor guion adaptado en los Satellite Awards. Premio del Forum cine y literatura en la Mostra de Venecia.
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