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CRITICA
Por: PACO CASADO
Después de dar el espaldarazo definitivo como pareja cómica en 'Confidencias a medianoche' (1959), en los años 60 Doris Day y Rock Hudson hicieron varias comedias ligeras que lograron una gran popularidad, volviendo a forma pareja de nuevo en 'Pijama para dos' (1961).
La más notable fue ésta, basada en un buen guion de Stanley Shapiro, nominado al Oscar, y dirigida por Daniel Mann.
Característicos como Tony Randall y Eddie Adams añaden interés a la acción, centrada en la rivalidad de dos ejecutivos en promocionar VIP, un producto que no existe.
En Nueva York, la pugna entre las diferentes agencias de publicidad por llevarse el gato al agua, en lo que conseguir grandes cuentas se refiere, es feroz.
En concreto la rivalidad entre dos de los mejores creativos de la ciudad, Jerry Webster y Carol Templenton, echa chispas, aunque en realidad ni siquiera se conocen en persona.
Sin embargo los pocos escrúpulos de Webster y su fama de bebedor y mujeriego le hacen merecer el mayor desprecio por parte de la recatada e ingenua Carol.
El argumento sigue las normas típicas de este tipo de comedias blancas y en este sentido es predecible ya que como siempre la historia gira en los métodos seguidos por la protagonista para guardar su virtud sin por ello perder ni uno solo de sus admiradores masculinos.
Del contraste de la pícara y todavía apetecible Doris Day y la relativa impavidez de Rock Hudson, resultó una de esas parejas que funcionaban a las mil maravillas, aunque la reiteración de la fórmula hizo derivar sus películas a la rutina.
Tony Randall volvía a ser el tercero en discordia en el papel del eterno mejor amigo del protagonista.
Tras hacer dos estupendos films dramáticos como 'Marty' (1955) y 'La noche de los maridos' (1956), Delbert Mann dio un gran salto a la comedia para un trabajo muy similar al de los grandes maestros del género.
El guion posee una aguda personalidad en la creación de tipos. Doris Day se pasó a la televisión siete años más tarde, tras la muerte de su esposo que la dejó en la ruina.
Ganó el Laurel de oro a la mejor comedia y para Doris Day. Tony Randall fue nominado al Globo de oro como actor de comedia.
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