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CRITICA
Por: PACO CASADO
Desde hace tiempo en películas como 'Porky's' (1981) o más recientemente en 'Supersalidos' (2007), como en otras de semejante corte, las primeras relaciones sexuales son ya un clásico de la comedia norteamericana de adolescentes, y cada vez mostradas con un mayor atrevimiento y grosería, como es habitual en el nuevo siglo, pero este film marca la diferencia, ya que está mostrado desde un punto de vista femenino y dirigida por una mujer, Kay Cannon, la guionista de 'Dando la nota' (2012) y sus secuelas, con una trama sobre una madre y dos padres que descubren que sus respectivas hijas han hecho un pacto para perder la virginidad la noche del baile de fin de curso y planean una operación secreta para impedir que logren llevar a cabo su propósito.
Ellos son Lisa, una madre soltera, Mitchel, un padre sentimental y sobreprotector, y Hunter, un divorciado, a los que no les une nada más que la amistad que existe entre sus hijas desde que iban a la guardería, Julie, Kayla y Sam, que son sus respectivos retoños, ahora convertidas en tres estudiantes que finalizan en la escuela secundaria y al año siguiente irán a la universidad.
Los adultos unen sus fuerzas tras descubrir algunos mensajes en clave mandados a los móviles o al ordenador de algunas de ellas en los que los emoticonos tienen una significación distinta de lo que suele ser habitual, en el lenguajes de los jóvenes con respecto al sexo o a las drogas, lo que despierta la alarma entre los preocupados padres que se lanzan en frenética carrera en busca de sus pequeñas, que ya no lo son tanto puesto que están en edad de merecer, aunque por lo físico unas más que otras.
Este tipo de comedias desde hace ya tiempo se ha desarrollado en las aulas, unas veces de los institutos y otras en las de la universidad, según las edades de los protagonistas, pero por lo general siempre tienen el mismo esquema, lo único que las diferencia es el grado de groserías que se incluye en la aventura sexual que llevan a cabo los protagonistas, aunque no siempre sea realizada con éxito.
De ahí surgen las situaciones más cómicas, cuando no de corte escatológico, lenguaje soez con chistes zafios o de sal gruesa como sucede, una vez más, en ésta que comentamos, aunque a veces se queda sólo en la pretensión de hacer reír.
Sobre todo les hace gracia a los jóvenes espectadores a los que generalmente van dirigidas esta clase de comedias en las que se identifican fácilmente con los protagonistas que las realizan en la pantalla, en los que se ven reflejados con frecuencia, y de paso se ríen de las payasadas que hacen, en este caso, los tres despistados padres en busca de las chicas tratando de lograr que sus hijas no consigan llegar al acto sexual.
La guionista Kay Cannon debuta en este caso detrás de las cámaras, aunque en este caso no asume la responsabilidad del guion, con esta desmadrada comedia en la que por primera vez las protagonistas son las chicas, cuyo título original es 'Blockers', que significa Bloqueadores, refiriéndose a los padres, que nada tiene que ver con el inglés de 'SexPact' que sería Pacto sexual, referente a las chicas, que se le ha puesto para su exhibición en las pantallas españolas, con esa manía de conservar los títulos originales, aunque en este caso no se corresponde con el americano.
Ambos pueden ser válidos pero el punto de vista y la intención cambia de un bando al otro.
Tanto la puesta en imágenes como la direccion y actuación de los actores es simplemente mecánica.
En esta ocasión no se trata de una producción de Judd Apatow, aunque su mujer Leslie Mann sea la protagonista, pero se le parece.
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