 |
|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Hay escritores que parece que escriben sus obras pensando en ser llevadas a la pantalla y entre ellos puede sentirse un afortunado Ian Russell McEvan del que ya han sido vertidas a imágenes en el cine media docena de sus novelas además de otros tantos cuentos.
Entre algunos de sus títulos figuran 'El buen hijo' (1993), de Joseph Ruben, con Macaulay Culkin y Elija Wood y 'Expiación. Más allá de la pasión' (2007), de Joe Wright, con Keira Knightley y James McAvoy, además de otras.
La que comentamos en esta ocasión, 'En la playa de Chesil' (2017), está ambientada en Inglaterra en el verano del año 1962.
Los dos protagonistas de esta historia son Florence Ponting y Edward Mayhew, ambos tienen poco más de 20 años.
Ella es de clase alta, y es una excelente violinista que forma parte de un cuarteto, que sueña con algún día dar sus conciertos en las mejores salas del país.
Él, en cambio, es de clase obrera, es inteligente y presume de haber sacado matrícula de honor al término de la carrera de Historia, por lo que desea escribir libros sobre esos personajes a los que el tiempo no les ha hecho mucha justicia.
Ellos se enamoraron a primera vista y su romance llegó hasta el día de su boda en el que inocentes, vírgenes y muy enamorados se casan y se van a pasar su primera noche de luna de miel en un hotel, junto a la famosa Chesil Beach.
Ninguno de los dos habían tenido experiencias sexuales con otras personas antes de llegar a ese momento cumbre de cumplir con las obligaciones de un matrimonio en ese sentido para llegar a consumarlo, por lo que son inexpertos.
La inocencia de los romances de los jóvenes en la Inglaterra de los años 60 en la que el sexo y todo lo que le rodea eran poco menos que tema prohibido, en la que los jóvenes sufrían la presión de una sociedad que les dictaba cómo debían ser y comportarse, impregna esta adaptación de la novela de Ian McEwan 'Chesil Beach', que fue publicada en el año 2007, que pronto se convirtió en superventa, sobre la iniciación en la sexualidad, de estas dos personas totalmente inocentes y enamoradas de clases diferentes que se casan y en su noche de bodas ven cambiar sus vidas para siempre.
Lo que sucede entre ellos en esos momentos se encuentra en las páginas de la novela que le sirve de base y también en la gran pantalla en la película que de ella se ha hecho, cuyo guion ha sido escrito por el propio autor de la misma que se ha encargado de su adaptación, que ha tenido que cambiar algunas cosas de su obra al ser llevada al cine, entre otras el postizo final añadido, que no estaba en el texto literario, y que es totalmente innecesario.
Para ello se ha ajustado al nuevo lenguaje y en este caso parte desde el momento en que la pareja llega al hotel y piden la cena antes de intentar consumar el matrimonio.
A lo largo de esas horas previas, se nos va ofreciendo una gran cantidad de flash backs, sin orden cronológico, lo que hace que la narración no sea coherente, a través de los cuales vamos conociendo cómo ocurrieron los hechos que preceden a esos momentos, el enamoramiento a primera vista, las familias de ambos, la enquilosada sociedad británica, etc. lo que corta bastante el ritmo.
El problema reside en el estiramiento de esas horas previas ya que posiblemente hubiera sido más eficaz contar la historia por derecho y siempre habría tenido el suspense de llegar a ese momento cumbre del matrimonio.
La novela habla sobre los discursos y el silencio de una época en torno al amor y al sexo, a los problemas que estaban sometidos los jóvenes debido a la presión social en esos momentos, que se sitúa entre el puritanismo de los cincuenta y la liberación de los años sesenta, tiene la originalidad de la inocencia de la pareja que no sabe qué hacer en esos instantes de la noche de boda.
Tuvo muy buenas críticas y muchos se interesaron por llevarla al cine, entre ellos Ang Lee, pero fue finalmente Dominic Cooke, que tan sólo tiene la experiencia de haber dirigido la transmisión televisiva de la obra de teatro La comedia de los errores, de William Shakespeare, y la serie de tres capítulos, 'The hollow crown', quien se llevó el gato al agua, siendo ésta prácticamente su ópera prima, que realiza con un ritmo lento y fragmentado por los recuerdos de los flash backs, aunque dirige bien a los actores.
La actriz neoyorquina de origen irlandés Saoirse Ronan es la base de esta historia junto al actor Bill Howle que forman la pareja protagonista de este romántico film.
La cinta se presentó en los festivales de Toronto y Londres.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
INFORMACIÓN EXTENDIDA
BANDA SONORA 
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE
