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CRITICA
Por: PACO CASADO
Nunca lleve a su amante a una escapada anual para hombres, especialmente a una dedicada a la caza. Esta es una lección violenta para tres hombres ricos y casados, Richard el dueño de una espléndida mansión en medio del desierto y sus dos amigos Stan y Dimitri.
La historia muestra a esos tres ejecutivos adinerados, de mediana edad, todos con familia, que se reúnen en un partida de caza cada año, para despejarse del trabajo y la rutina diaria, en un cañón del desierto como una manera de desahogarse y reafirmar su hombría con las armas de fuego.
Esta vez Richard ha venido con Jen, su amante, que pronto despierta el interés y el deseo sexual de los demás, dado su atractivo e insinuantes posturas.
Las cosas se salen de control cuando ella es violada por Stan y Richard decide matarla para que no los denuncie, siendo abandonada y el juego de caza se convierte en una persecución al hombre en lugar de a los animales.
Hay que resaltar que a pesar de ser una película de nacionalidad francesa tiene el aspecto de serlo de corte de una americana, donde es más frecuente esta clase de argumentos, como muy bien se podrían citar algunos títulos, desde clásicos a otros más recientes.
Una de las cosas que llama la atención es que sea una mujer, la francesa Coralie Fargeat, la encargada de escribir el guion y de llevar a cabo la realización de la misma, con la que debuta en la dirección de un largometraje, tras haber escrito y dirigido dos cortos y una miniserie para la televisión.
Otro aspecto destacable es la gran cantidad de violencia que se despliega a lo largo de toda la trama en la que prácticamente no hay ni un momento de respiro, con imágenes de un gran realismo a la hora de mostrar las escenas de la despiadada persecución y muerte.
Aunque su trama en este sentido no nos cuenta nada nuevo y ciertamente resulta muy convencional, sin embargo está puesta en imágenes con un gran ritmo, sin que en ningún momento se pierda el interés, aunque en determinadas secuencias se abuse de ser reiterativa, sobre todo en los minutos finales antes del desenlace, con una excesiva abundancia de sangre.
En otros momentos tal vez hubiera sido más fácil adoptar otras soluciones que serían mejor para ella y sobre todo es muy convencional en esa lucha desigual, en la que indudablemente priva la inteligencia, pero lo que no es muy creíble es el estado en el que la chica queda después de la caída.
La actriz italiana Matilda Anna Ingrid Lutz luce su belleza y atractivo en los primeros minutos, pero también es capaz de mostrar la fiereza necesaria para llevar a cabo su venganza.
Correcto el trabajo de los demás en una historia que se desarrolla prácticamente entre cuatro personaje y la breve aparición del piloto del helicóptero, a la que se le saca partido en el tiempo justo y necesario para ser contada.
Se nota que está escrita y dirigida por una mujer que esta vez hace uso del feminismo y le da la vuelta a las situaciones habituales siendo en este caso el hombre el que sirve de exhibición desnudo para disfrute de las espectadoras.
Tiene algunos detalles de guion como el paso del tiempo a través de una manzana mordida o planos mediante las gafas que muestran la belleza del paisaje.
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