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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine americano, con bastante frecuencia, suele hacer producciones sobre figuras de sus deportes locales como puedan ser el baloncesto, el rugby o el béisbol, que no son frecuentes sobre todo los dos últimos, entre nosotros, lo que hace que aunque se proyecten en nuestras salas no triunfen, por lo general, al no ser muy practicados en nuestro país.
No obstante a veces suelen infundirles una serie de valores que hacen que aunque no nos gusten, sin embargo sepamos apreciarlos y hasta que nos entusiasmen en ocasiones por el sentimiento que ponen en sus imágenes.
Hay personas que son capaces de convertir cualquier hecho en una simple aventura, por muy doloroso que éste sea.
Esta vez se nos cuenta una historia ocurrida en 2011, basada en hechos reales, lo cual aunque pueda parecer más increíble por el triunfo logrado, sin embargo resulta tan emotiva que consigue emocionarnos.
Después de triunfar ganando el Campeonato estatal de voleibol en 2010, tras la trágica muerte en un accidente de la jugadora estrella del equipo de voleibol femenino de la West High School, Caroline Found, de 17 años, a la que cariñosamente le llaman Line, una chica muy querida por todas, la ilusión del resto de jugadoras componentes de Las Troyanas, se trunca, pero deberán de recomponerse y unirse para lograr alzarse con la victoria y poder llegar de nuevo al Campeonato Estatal volviendo a repetir el éxito en 2011 como un reto y a la vez una superación, pero comienzan a preguntarse si podrán seguir adelante sin la fuerza que ella les otorgaba.
Con la ayuda de su entrenadora, las muchachas deciden que vencer será el mejor homenaje que pudieran hacerle.
Ernie, el padre de la chica desaparecida, sufre también poco después la pérdida de su esposa Evellyn, que estaba enferma, que a pesar de ello se esfuerza para acudir al funeral de su hija.
No obstante Ernie se convertirá en el estímulo para ellas, para no rendirse junto a la entrenadora Kathy "Brez" Bresnahan.
Kelley, la mejor amiga de Caroline, recogerá el testigo y se verá obligada a ocupar su puesto por ella, algo que no discuten las compañeras, y carga sobre sus espaldas esa responsabilidad de llevar a la victoria al equipo por segunda vez consecutiva.
Para ello sacarán fuerza de flaqueza, olvidarán las lágrimas en la cancha, como dice su entrenadora, y con fe en el triunfo seguirán adelante, a pesar de que el logro parece imposible.
Está inspiradora historia está basada en hechos reales y es una película en la que priva el sentimentalismo, el espíritu de grupo y el afán de superación que hemos visto en otros argumentos muchas veces con otros deportes cambiados esta vez por el voleibol.
El film tiene unos interesante valores humanos y un desenlace de los que hacen afición, con intención motivadora de las que nos ayudan a levantarnos del fracaso y ver el lado bueno de las personas, como el sentido de comunidad, el trabajo en común que se exige en un equipo, el esfuerzo y el saber enfrentarse a la adversidad ante un caso como la muerte de una compañera, para seguir adelante y obtener el logro propuesto del triunfo.
Al frente del reparto, al margen de las chicas que son las protagonistas, están dos actores de prestigio, ganadores del Oscar, como Helen Hunt en el papel de la entrenadora y William Hurt como el padre de Caroline que hacen un buen trabajo.
Está dirigido por Sean McNamara, productor pasado a detrás de las cámara, responsable de títulos como 'Bratz, la película' (2007) que logra una cinta bastante correcta, con un guion previsible como suele ocurrir en las del género deportivo, dirigida a demostrar la capacidad de las personas para poder cambiar el horizontes de sus vidas con un espíritu optimista como reza el lema de las jugadoras, "Vive como Line".
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