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CRITICA
Por: PACO CASADO
La acción de este original thriller, por la forma en que es contado, se desarrolla en el año 1969, durante el período de mandato de Richard Nixon en Estados Unidos, recién comenzado.
Entre la frontera de California y Nevada se ubica el hotel Royale, a caballo entre ambos estados, cercano al Lago Tahoe, un resort que en sus tiempos de esplendor era lugar de veraneo de políticos y artistas famosos, pero ahora está algo deteriorado, venido a menos, atendido por un joven que hace de todo, y no es muy frecuentado, tal vez por eso allí llegan siete desconocidos con oscuros secretos e intenciones que durante una fatídica noche deberán enfrentarse a su propio infierno o su posible redención.
Curiosamente el precio de las habitaciones es distinto dependiendo del lado de la frontera en que estén ubicadas.
Allí llegan el Padre Flynn, que está empezando a perder un poco la memoria, Darlene Sweet una cantante de soul afroamericana que va a actuar en Reno, Laramie Seymour Sullivan un vendedor de aspiradoras y posteriormente una hippie Emily Summeerspring, su hermana Rose y el enigmático Billy Lee un tanto pendenciero.
El motivo de cada uno de ellos es muy diferente y hasta tal vez no sean lo que aparentan en un principio.
La película tiene una especie de prólogo, antes de los títulos de crédito en el que un hombre llega en 1958 al citado establecimiento hotelero, lo que será el motivo de la reunión diez años después de los enigmáticos personajes.
Las habitaciones estaban equipadas de forma que esos famosos personajes podían ser grabados y filmados, lo que podían ser posterior objeto de chantajes.
El guion divide la narración por capítulos con su correspondiente cartel que nos sitúa en la parte a contar y mediante ellos vamos conociendo a las distintos personajes a través de las acciones que llevan a cabo, la mayoría de ellas en interiores, bien defendidas por la fotografía de Seamus McGarvey.
Decíamos al principio que su forma de narrar es diferente y en algunos momentos se utilizan los flash backs para perfilar a un determinado personaje.
Es un film sumamente violento en el que la lucha entre los distintos personajes se presiente desde el primer momento y hasta puede perderse el hilo si no se captan los motivos y las relaciones entre los mismos, pero también hay algunos momentos emotivos, conmovedores y sentimentales.
Tiene algunos aspectos de comedia negra, en la que no falta el suspense, el drama, el thriller y un humor un tanto siniestro y con algunos giros.
Tiene un reparto bastante curioso, donde se mezcla la madurez y el buen hacer de un James Bridges que va a más conforme envejece, la buena voz y maneras de Cynthia Erivo, la juventud de Dakota Johnson o de Chris Hemsworth.
En la banda sonora se incluyen algunas canciones de la época en que se ambientan la narración, algunas de ellas cantadas por Cynthia Erivo y la música de Michael Giacchino que subraya los momentos de acción.
Quizás un montaje un poco más sincopado y un metraje algo más reducido, le hubiera dado un mayor ritmo y aumentado el interés.
La dirección de Drew Goddard, que debutó con 'La cabaña en el bosque' (2012) y hace con éste su segundo largometraje, es bastante correcta, con algún pequeño altibajo.
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