|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Con un retraso de ocho años hemos podido ver en España esta película desde que fue rodada en su momento.
Orson Welles está visiblemente más joven y estrenaría ese mismo año Sed de mal (1958).
Juliette Gréco está más cerca de sus años de existencialista.
Errol Flynn, que rondaba la cincuentena haría con éste su penúltimo trabajo en el cine antes de morir al año siguiente.
Un fanático defensor de los elefantes africanos en peligro de extinción organiza una campaña en contra de la matanza de estos animales.
Con la ayuda de un famoso presentador de televisión, una pequeña aldea africana colonizada por los franceses, se verá invadida por aquellos que apoyan la causa de Morel y también por los que la utilizarán para su propio beneficio.
Este film pertenece a la serie de obras adaptadas al cine que la productora Twenty Century Fox utilizó como base para su segunda campaña de lanzamiento del CinemaScope.
Pesa en ella lo literario y el aspecto más rudimentario del cine en gran pantalla.
John Huston no se desenvuelve con soltura, pero sí con bastante eficacia.
Probablemente sea ésto lo que marca la irregularidad de la narración.
La cinta marcha a tirones, de vez en cuando declina el interés hasta el punto de venirse a los suelos.
Luego, en una nueva escena la película alcanza toda la fuerza que podemos pedirle a un maestro como es John Huston.
Las escenas que están logradas son ciertamente extraordinarias, el resto del film es vulgar y pobretón.
Parece como si no hubiera sido plenamente integrado el material.
La cinta, en el aspecto de impacto es un poderoso revulsivo.
En fin, es un canto a la vida, puesto que pretende conservar las especies a punto de desaparecer por causa de la rapacidad humana.
La caza como deporte o como negocio lucrativo está a punto de hacer desaparecer la riquísima fauna africana.
Distintos intereses cruzados afectan al problema: nacionalismos, racismos, colonialismos, imperialismos.
Los hombres que tienen el sentido de la humanidad, de los que sienten la presencia de las restantes criaturas como las raíces del cielo ha enterrado en este planeta para no perder nunca su contacto con la materia, independientemente de cualquier móvil, abominan de este exterminio, tanto más cuanto no está justificado.
Es hora ya de que la llamada civilización cese en su labor de aniquilamiento.
Repetimos que, en el aspecto artístico, la película es irregular, marchando a tirones, pero marcando en los momentos cumbres toda la reconocida calidad de John Huston, que pese a ser una obra ajena a sus convicciones consiguió llevarla a la pantalla y estructurar una intriga interesante al tiempo que nos da una gran lección moral.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE