|
CRITICA
Por: PACO CASADO
A lo largo de la historia del cine hay un buen número de películas que han tratado el tema de la adicción bien sea antes al alcohol, como ahora modernamente a las drogas, lo que hace que arruine el futuro de una persona e incluso de toda una familia.
'El regreso de Ben' (2018) es un buen ejemplo de este último aspecto de la drogadicción.
Un trágico drama que cuenta la historia de Ben Burns, un problemático adolescente, que regresa a casa por Navidad tras estar ausente durante un tiempo.
Inspirado en hechos reales se adentra en las agónicas 24 horas que sufren el joven Ben y Holly, su madre, que se siente feliz cuando ve que ha llegado, pero también preocupada porque conoce los vestigios del oscuro pasado que obligó al muchacho a ausentarse de su ciudad.
La alegría es compartida por los dos hijos pequeños, pero no por Ivy que sabe del problema de su hermano mayor.
Holly Burns es una mujer que tiene dos hijos de su primer matrimonio, Ivy y Ben ya mayores.
Casada en segundas nupcias con Neal Beeby, un hombre de color, tiene dos hijos pequeños con él, Lacey y Liam.
Ben debido a una errónea medicación y juntarse con malas compañías, cayó en la adicción de la droga y tuvo que ser internado en un sanatorio en otra ciudad, lejos de los suyos.
Tras 77 días rehabilitado, regresa a casa en vísperas de Navidad, según dice, con el permiso de su padrino, con la consiguiente alegría de su madre y el descontento de su padrastro al tenerlo otra vez en casa.
Holly, debido a su adicción, se da cuenta de que no está del todo recuperado y no lo deja ni un instante solo para que no recaiga, pero su presencia en la ciudad de nuevo hace que sus antiguas amistades se activen y traten de ajustar viejas cuentas no olvidadas de su pasado drogadicto, lo que pone más en guardia a su madre para que no vuelva a recaer.
Holly está decidida a hacerlo todo para ayudar a su hijo aunque no sabe cómo hacerlo, pero no está dispuesta a rendirse.
La película cuenta con un formidable guion en el que aborda el lado imperfecto de la familia, volcando experiencias personales vividas con algunos parientes adictos y en el que aparte de la problemática central de la relación madre e hija, hay una acusación de Holly al médico que, al recetarle unos medicamentos para curarlo de una lesión deportiva, hizo que Ben se hiciera adicto arruinando así su vida y en sentido contrario la actitud de la madre que acaba de perder a su hija drogadicta que fue iniciada en la adicción por Ben, y sin embargo le ayuda a buscar a su hijo prestándole su coche.
El film habla de cómo el sufrimiento de Ben repercute en sus seres queridos, con un comienzo un tanto lento, con el drama maternofilial, pero se anima conforme avanza la historia y entra en escena una especie de thriller con la búsqueda, aunque el final genera alguna duda entre la audiencia.
La mentira tiene una gran presencia en los diálogos sobre todo para calmar a aquellos que esperan una solución positiva.
Tiene una de las mejores interpretaciones que le hemos visto a Julia Roberts en el papel de esa extraordinaria madre que lucha contra viento y marea por salvar a su hijo.
No menos interesantes es el trabajo que hace en ese papel Lucas Hedges a las órdenes directivas de su padre, Peter Hedges, con quien hizo su primera película, 'Como la vida misma' (2007), nominado al Oscar por 'Manchester frente al mar' (2016) y con una notable labor en 'Tres anuncios en las afueras' (2017), en la que coincidió con Kathryn Newton, lo que certifica un gran comienzo de su carrera en tan sólo una década.
Peter Hedges comenzó escribiendo guiones hasta que decidió pasarse a la dirección con uno de ellos, el de 'Retrato de April' (2003), al que siguió 'Como la vida misma' (2007), 'La extraña vida de Timothy Green' (2012) y ahora su cuarto título como director y el mejor de todos, 'El regreso de Ben' (2018), en el que hace una vez más una defensa de la familia.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE