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CRITICA
Por: PACO CASADO
Siguiendo el camino del fenómeno de las películas sobre adolescentes y tras ser estrenada en el Festival de Sundance llega a las carteleras 'Verano del 84' (2017), con dos años de retraso, pero su recuperación merece la pena.
Es un film de suspense que retrotrae al espectador a los años 80 para seguir las aventuras de unos chicos, que se divierten durante las vacaciones de verano ejerciendo de aficionados detectives adolescentes en este thriller sobre la desaparición de algunos jóvenes cuyo asesino en serie escribe una carta al periódico local describiendo cada uno de los asesinatos.
La acción se sitúa en un pequeño pueblo de Oregón en el verano de 1984 y ese grupo de cuatro chicos adolescentes formado por el listillo Davey que se cree todos los problemas de la conspiración, el miedoso East, el gordo Woody obsesionado con el sexo siempre leyendo revista de chicas y el gafitas intelectual Farraday, sospechan que Wayne MacKey, un vecino del barrio donde viven, que es un agente de la ley, es en realidad el psicópata asesino en serie que está haciendo desaparecer a los adolescentes de la región y deciden que pasarán el verano espiando sus misteriosos pasos con la idea de conseguir las pruebas que lo demuestren y confirmen así su teoría.
Conforme se van aproximando más a lo que puede ser la verdad, va creciendo el peligro que se acerca ellos, que ponen en riesgo sus propias vidas, ya que están en la edad de los chicos que han ido desapareciendo.
Habla del salto de la infancia a la madurez con esta trama llena de suspense, con una atmósfera paranoica, con algún que otro susto y giros de guion que no decepcionan, con una mirada al imaginario de la adolescencia, aventuras en bicicletas o amoríos prematuros.
Es una cinta con algo de nostalgia, que bebe del cine de adolescentes que ha producido Steven Spielberg, entre otros títulos 'Los Goonies' (1985) o 'Super 8' (2015).
Son unos chicos que se comunican por walky talky, viven en un pequeño pueblo, van en bicicletas, tienen una casa en un árbol, uno de ellos es gordito, hay una chica rubia sexy, Nikki, de la que todos están enamorados, salen de noche con unas linternas para jugar a policías y ladrones, y algunos de los padres están divorciados o en proceso.
Hay momentos que recuerdan también a las películas de Los cinco, los personajes de las novelas Enid Blyton, a los films de Stephen King especialmente a 'Cuenta conmigo' (1986).
La banda sonora, que está compuesta por sintetizador, ambienta bien la trama.
Tiene un guion que está muy bien hilado, que toca de pasada las circunstancias personales de algunos de los padres de los chicos, que posee algunas cosas asumibles que no son propias de jóvenes de esas edades, pero mantiene muy bien el interés en todo momento, con unas escenas de cierto suspense y la parte final se convierte en algo más gore.
Es la nueva cinta de los directores canadienses de la exitosa 'Turbo Kid' (2015) también conocidos como RKSS (Roadkill Superstars), fruto de su pasión por el cine de los 80 que mezcla thriller, aventuras y terror interpretado por adolescentes, que apela a la nostalgia a través de los códigos y la narrativa de ese tipo de cine.
Al igual que su primer largometraje este segundo también se presentó en el festival de Sitges, tras estrenarse en el de Sundance, se ha pasado en el Nocturna de Madrid, los de terror de Donostia y Molins, y el Fancine de Málaga.
La película está bien dirigida, los chicos están muy en sus papeles, mantiene perfectamente el ritmo y el interés no decae nunca hasta su sorprendente doble final.
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