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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta comedia tiene su base en la película Dos seductores (1964), de Ralph Levy, con Marlon Brando y David Niven, de la que ya se hizo un remake con el título de Un par de seductores (1988), de Frank Oz, que trataba de la rivalidad entre dos estafadores, interpretados por Michael Caine y Steve Martin, que deciden llegar a un acuerdo: el que primero estafe a una mujer adinerada la cantidad de 50.000 dólares ganará la apuesta y el otro deberá abandonar la Costa Azul francesa, lugar donde cometen sus delitos.
Para ello cualquier estrategia y método es válido para conseguir los objetivos.
En esta tercera nueva versión la elegante y sofisticada Josephine Chesterfield y la tosca Penny Rust, son dos timadoras dedicadas a seducir y estafar, que están dispuestas a unir sus fuerzas, en este caso, para intentar cazar la fortuna de un ingenuo multimillonario de la tecnología, tras haber cometido cada una por separado varias estafas y cuando se conocen piensan que es mejor trabajar juntas y repartir los beneficios en lugar de entorpecerse en su trabajo la una a la otra y hacerse la competencia.
Hay otro film más reciente con un tema parecido que era 'Las seductoras' (2001), de David Mirkin, con Sigourney Weaver y Jennifer Lowe Hawitt, en los papeles de madre e hija, que se dedicaban a conquistar a hombres millonarios para casarse y después la hija provocar la infidelidad para pedir la madre el divorcio.
Son cuatro los guionistas que figuran esta nueva comedia, que en este caso se han encargado de hacer la versión femenina de esta misma o parecida historia, pero basándose en los guiones de las dos anteriores.
Entre los productores se encuentra Rachel Wilson y es lógico que pretenda lucirse ella misma ya que sobre sus hombros recaen los momentos más cómicos, algunos de ellos bastante previsibles, aunque a decir verdad tampoco son muchos.
El guion acusa un cierto bache hacia la mitad con la introducción de algunas de las estafas, que nos parecen un tanto exageradas y fuera de contexto, por más que se trate de una comedia, género en el que por lo general todo vale con tal de hacer reír, siendo algunas de ellas entretenidas pero no divertidas como para hacer soltar la carcajada.
Es entonces cuando casi entra en acción la base de la acción de la cinta anterior con la apuesta entre ambas para ver quien gana de las dos.
Algunos de los gags ya se habían visto en el trayler que por lo general suele recoger los momentos más atractivos o en este caso divertidos, por lo que la sorpresa queda opacada, aunque se reserve un sorprendente giro final para compensar.
La dirección corre a cargo del galés Chris Addison, otro actor que, tras realizar varias series de televisión, se pasa al cine con esta su ópera prima a la que no le acaba de coger el ritmo.
Tanto la australiana Rachel Wilson, que es una buena actriz de comedia, como Anne Hathaway, que pretende serlo en este género, están bien encajadas en sus respectivos papeles, la primera bruta y proveniente de clase baja, mientras que la segunda es un personaje refinado de clase alta que sabe comportarse y darle lecciones de modales a su partenaire Penny.
En cambio los secundarios no responden al mismo nivel.
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