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SINOPSIS
Josephine es una británica seductora y glamurosa que tiende a engañar a hombres ricos procedentes de cualquier lugar del planeta. Todo va sobre ruedas hasta que su mundo, perfectamente ordenado y calculado, amenaza con explotar después de la inesperada aparición de Penny, una australiana que se dedica a lo mismo, pero de una forma mucho más improvisada. Mientras Penny consigue dinero estafando a hombres en bares, Josephine llena su caja fuerte con diamantes atrapando a las presas en casinos de lujo. Ambas usan métodos muy diferentes, pero son maestras en el arte del desplume y vaciando los bolsillos de los hombres...
INTÉRPRETES
ANNE HATHAWAY, REBEL WILSON, TIM BLAKE NELSON, ALEX SHARP, INGRID OLIVER, SARAH-STEPHANIE, MEENA RAYANN, DEANO MITCHISON, DEEPAK ANAND, RAFFAELLO DEGRUTTOLA, EMMA DAVIES, ALEX GAUMOND, AARON NEIL
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CONFABULACIÓN FEMENINA...
“Nunca he estafado a nadie en todos los días de mi vida, quiero que quede muy claro”, dice Rebel Wilson, hablando de su papel como la timadora Penny Rust. “TIMADORAS COMPULSIVAS es la historia de una timadora con mucha clase, interpretada por Anne Hathaway, que se topa con una mujer con mucha menos clase, a la que encarno yo, y las locuras de ambas en el sur de Francia”.
En TIMADORAS COMPULSIVAS unen sus fuerzas dos artistas femeninas del timo. “Mi personaje es una timadora sin piedad, aunque tiene corazón”, sigue diciendo la actriz, que también produce la película. Inspirada en Dos seductores (1964), escrita por Stanley Shapiro & Paul Henning, y en Un par de seductores (1988), escrita por Stanley Shapiro & Paul Henning y Dale Launer, la guionista Jac Schaeffer se encargó de la reescritura con Chris Addison, que también debuta como realizador en la gran pantalla con un nuevo enfoque sobre las dos comedias mencionadas.
Pero no se equivoquen, no se trata de una simple comedia de género. “No era suficiente pasar de masculino a femenino”, explica. “No basta con eso para hacer un remake. Es una versión puesta al día y nueva de dos mujeres dedicadas al timo con un guion totalmente nuevo”. Los cuatro no eran completos desconocidos entre sí. Chris Addison, Jac Schaeffer y Anne Hathaway llevaban un año trabajando en otro proyecto; por otra parte, el director y Rebel Wilson se conocían por haber trabajado en la preparación de otra película. El director describe al trío de mujeres, las dos actrices y la guionista, como “tres compañeras muy creativas”.
Como siempre, todo comienza con el guion. En este caso, el reto residía en decidir cómo debía realizarse el cambio de género. “Ofrecía la oportunidad de incluir a muchos personajes y también muchos timos”, dice la guionista Jac Schaeffer. “Nos preocupamos de que los trajes, los peinados y los personajes elevaran la película, añadieran humor para el disfrute del público y dieran más material a Annie y a Rebel”.
Chris Addison, que empezó trabajando como monologuista y actor cómico, pasó a dirigir la premiada serie satírica “Veep”. “Lo que me empujó a querer dirigir esta película fue el guion, Jac escribió un guion fabuloso, mordaz y maravilloso”, dice el director. “No es nada fácil adaptar un clásico de tanto éxito; hay que tener mucha imaginación para transformarlo en algo fresco e imprimir aspectos totalmente diferentes a la historia, pero lo consiguió de una forma brillante”.
Gracias a su experiencia en televisión, Chris Addison es un firme defensor de la colaboración. “Creo firmemente que deben usarse las mejores ideas de las mejores personas, solo así se obtiene algo bueno”, sigue diciendo. “Alguien debe estar en el centro para ocuparse de que nadie se desvíe de la visión original y tomar las decisiones, pero hay que rodearse de los más inteligentes”. Fiel a sus convicciones, el director trabajó de cerca con Jac Schaeffer, y esta estuvo en el plató durante la mayoría del rodaje.
“No hay persona más inteligente que Jac”, añade Chris Addison. “Es divertida, rápida y una gran guionista. No es habitual que el guionista esté presente durante el rodaje, pero Jac y yo funcionamos muy bien trabajando juntos y este tipo de colaboración es buena para la película. Ha sido una bendición que estuviera siempre en el plató. Trabajamos muy bien juntos”.
La guionista disfrutó con la colaboración: “Chris y yo tenemos una visión similar. Me lo pasé realmente bien en el plató porque no esperaba que pudiera dar vida a todo lo que hablamos con tanta exactitud”, reconoce. “Por ejemplo, la escena del coche en la que Penny llega a Beaumont-sur-Mer. Descubrimos que Penny incluso ha mejorado su habitual modo de transporte. En el guion especifiqué que el coche era de color verde neón, pero Chris eligió el dorado. Y pensé: ‘Perfecto, solo Chris es capaz de sobrepasar mi idea de un coche llamativo’”.
La guionista dice que fue genial pasar tanto tiempo en el plató. “No es habitual que los guionistas estén durante el rodaje, sobre todo en una comedia, porque las películas suelen ser escritas y reescritas por más de un guionista”, comenta. “Pero así podía echar una mano a todos. En una comedia siempre hay sitio para colaborar y probar con otro chiste con el fin de que la escena sea aún más graciosa. Incluso así, el guion era bastante cerrado en cuanto al ritmo y a la estructura. No había mucho sitio para la improvisación, comparado con otras comedias, debido a la naturaleza del timo y a la interacción entre los personajes. Chris, Anne y Rebel lo hicieron a la perfección”.
También fue de gran ayuda el doble papel de Rebel Wilson como productora y actriz. “Siempre he sido fan de Rebel”, dice el productor Roger Birnbaum, “he visto casi todas sus películas y me parece hilarante. Después de conocerla, me di cuenta de que no solo era muy divertida, sino también muy inteligente, y de que tenía mucho que decir. Fue un pilar para esta película. Cuenta con la enorme ventaja de que uno se lo pasa muy bien trabajando con ella”.
Chris Addison está totalmente de acuerdo: “Lo genial de trabajar con Rebel es que controla todos los aspectos de una película, pero también es capaz de improvisar durante el rodaje. Ella sentía pasión por el proyecto y se lo vendió a Roger Birnbaum y a MGM. Además, el personaje de Penny es perfecto para ella. Es divertida y caótica, no pega nada con el ambiente. Rebel aporta algo diferente en cada toma, y eso significa disponer de una gran riqueza para la posproducción”.
Rebel Wilson descubrió que tenía mucho en común con el director en su faceta de exmonologuista. “Era perfecto porque viene de la gran tradición cómica británica”, dice la actriz y productora. “No solo se le dan bien los diálogos y los chistes, sabe dar matices y toques que mejoran una escena. Por ejemplo, en una escena voy a un hotel, y la suite donde me hospedo se llama ‘Caroline’. Este tipo de detalles siempre me hacen mucha gracia”.
El director Chris Addison añade que Anne Hathaway también es una cómica sin par. “Annie es tremenda”, dice. “Es muy graciosa, además de muy inteligente en la vida real, lo que le permitió tener ocurrencias geniales con el personaje de Josephine. Fue un placer verla trabajar y descubrir todo lo que aportó. Recuerdo que hubo un momento al poco de empezar a rodar en el que Jac y yo estábamos detrás de los monitores absolutamente muertos de la risa. Y es la elegancia personificada. Los dos personajes, Penny y Josephine, se complementan a la perfección”.
Chris Addison recuerda una escena donde Anne Hathaway sugirió que ella debería cantar una canción tradicional alemana porque se hace pasar por una excéntrica doctora alemana llamada Schaffhausen. Fue una improvisación que conquistó a los productores. “Era tremendamente divertido, me recordó a Madeline Kahn”, explica el director. Anne Hathaway también elogia al realizador: “Chris Addison es una joya. Sabía que era inteligente y gracioso, pero no tenía ni idea de lo genial que sería trabajar con él y de cómo nos obligó a todos a dar lo mejor. Es abierto, divertido y muy culto. Sabe inmediatamente lo que hará gracia al público y por qué. Entre los dos desmenuzábamos el aspecto científico de los chistes”.
Además, está la peculiar forma que tiene el director de expresar su aprobación. “Una de las cosas que más me gusta de Chris es que sabe colocarse en tu línea de visión durante una toma, y si ves que empieza a gesticular con los brazos en alto y a dar saltos, es que todo va sobre ruedas y le gusta. Eso me animaba muchísimo”, añade la actriz.
Asimismo, cuando las cosas no salen tan bien, lleva al actor por otro camino. “Si la escena no acaba de encajar, nunca se impacienta, no pierde la calma, se concentra en ayudarte a encontrar una salida”, sigue diciendo Anne Hathaway. “Es una persona muy positiva, llena de entusiasmo. Me gustó mucho su forma de ser”. Y termina hablando de Jac Schaeffer, la guionista: “Disfruté trabajando con ella, el ambiente era relajado, cálido y cooperativo, lo que siempre se desea en un rodaje”.
Hablando de calidez, la historia transcurre en el sur de Francia, en la costa Mediterránea, y gran parte de los timos de Josephine y de Penny se desarrollan en una especie de mundo soñado. “La película funciona porque se trata de un entorno elegante, rico, precioso y lujoso donde se cuela todo lo contrario”, dice Chris Addison. “Es genial ver cómo chocan los dos mundos”.
Ya se sabe que los opuestos se atraen, y las dos timadoras no son excepciones a la regla. “Cuando Penny descubre a Josephine se da cuenta de que hace lo mismo que ella pero a un nivel muy diferente”, explica Rebel Wilson. “Josephine es mucho más rica que Penny cuando la vemos por primera vez, y Penny quiere saber cómo puede llegar a ser igual que ella. Es algo que me llegó al alma porque cuando conocí a Anne Hathaway, lo primero que pensé fue: ‘¿Qué hago para ser como ella? ¿Qué hago para ser tan buena actriz y tener tanto glamur?’ Creo que esto también ayudó a la película”.
A pesar de tener estilos totalmente opuestos, las dos actrices encajaron perfectamente. “Rebel y yo tenemos un enfoque y estilos cómicos muy diferentes”, dice Anne Hathaway. “Chris creó un mundo donde ambas encajábamos, fue maravilloso. Descubrimos que nos caíamos de maravilla y que teníamos una química genial delante y detrás de la cámara. Chris supo cómo captarlo, apoyarlo e incluso aumentarlo”.
Al acabar el rodaje, Anne Hathaway reconoce que ya es la fan número uno de Rebel Wilson. “Rebel me dejó atónita”, dice. “El guion fue escrito para ella y le dio alas. Sabía que era una gran cómica, que tenía mucho talento, pero no esperaba que confiriese al personaje una latitud emocional de tal calibre. Es genial con la comedia física y la improvisación; no creo que nadie pueda igualarla ahora mismo”.
La comedia física de Rebel Wilson formaba parte de la ecuación. “Me encanta la comedia física”, dice. “Disfruto usando mi cuerpo para la comedia”. Anne Hathaway está de acuerdo y describe a su coprotagonista como alguien que se apodera del momento: “Es asombroso ver la forma en que construye momentos hilarantes a partir de la nada. Inventa varias versiones del mismo diálogo en cuestión de segundos. Su rapidez mental es extraordinaria, un poco como si tuviera burbujas de comicidad flotándole alrededor de la cabeza y las atrapara”.
Anne Hathaway invitó a cenar a Rebel Wilson, Chris Addison y Jac Schaeffer justo antes del comienzo del rodaje: “Rebel y yo brindamos, y recuerdo agradecerle que tuviera confianza en sí misma, ya que de lo contrario ninguno de nosotros hubiera estado allí en aquel momento. Vio el proyecto, lo hizo suyo y nunca se rindió”.
LA CLASE ALTA CONOCE AL POPULACHO...
Josephine Chesterfield es una mujer sofisticada, a todas luces una aristócrata. En realidad es una experta timadora cuyo equipo está formado por su mayordomo Albert (Nicholas Woodeson) y una comandante de policía corrupta llamada Brigitte Desjardins (Ingrid Oliver). Juntos montan complicados fraudes con Josephine como gancho, inventándose personajes según quién sea la víctima. Lleva tiempo haciéndolo y está perfectamente acomodada en una moderna mansión de Beaumont-sur-Mer.
Para meterse en el papel, Anne Hathaway estudió el guion en todos sus detalles e inventó un pasado para su personaje. “Creo que Josephine viajó mucho cuando era más joven y que los idiomas se le daban bien”, explica. “Pero lo que me sorprendía era que la mayoría del tiempo está sola en esa enorme casa en la que se refugia, y me preguntaba por qué, ¿qué le había pasado? No puede sincerarse con nadie, debe tener mucho cuidado con las personas que la rodean. Siempre lleva una máscara, y sus verdaderas hazañas son los timos que monta. La primera máscara es su forma de moverse en el mundo. Aquí me sirvió el hecho de tener una vida pública y una vida privada, algo que me costó mucho reconciliar”.
Y sigue diciendo, hablando de este tema: “Al principio de mi carrera profesional, mucha gente me decía que mi vida pública no formaría parte realmente de mí. Durante muchos años pensé que mi vida pública no tenía nada que ver conmigo, que esa persona no vestía como yo, ni siquiera hablaba como yo, lo que no me ayudó para nada a decidir quién era yo en realidad. Pero esa experiencia me fue muy útil tratándose de interpretar a Josephine”.
La actriz continúa explicando cómo se metió en la psique de su personaje. “Cuando Josephine está en casa, es exactamente quien quiere ser”, dice, “pero no está dispuesta a que esa persona se arriesgue a salir al mundo. La protege. Fuera de su casa se convierte en alguien un poco intimidante, casi inaccesible, con una muy buena educación. El caso es que solo es capaz de interpretar a una mujer elegante, incluso pija. Habla como hacían antes las mujeres, usa un idioma que en realidad definieron los hombres. Y por eso se centra en hombres mayores, porque son más rígidos, tienen ideas más limitadas acerca de las mujeres. Me interesó mucho meterme en esas ideas”.
Ahora bien, Josephine tampoco podía ser totalmente inasequible. “Hubo que dosificar la altivez de Josephine”, dice la actriz”, para que no pareciera una caricatura de la típica británica engreída”. Aunque le sobran razones para ser altiva porque no tiene par en el campo del timo. “Es una maestra del oficio, la reina del gremio”, añade Chris Addison. “Es capaz de sacar adelante complicadas estafas y conseguir grandes sumas de dinero de hombres muy ricos”.
Cuando conocemos a Penny está haciendo lo que mejor se le da. “Intenta sacarle 500 dólares a un tío en un bar de Nueva York”, explica el director. “Pero la policía se entera y no le queda más remedio que alejarse. Así acaba en Beaumont-sur-Mer y conoce a Josephine en el tren”. Rebel Wilson da un poco más de información: “Engaña a los hombres que buscan citas en Internet; puede que ellos tampoco sean trigo limpio, y Penny lo sabe. Sus timos son pequeños y rápidos, pero la policía acaba pillándola. Decide que es hora de moverse a otro territorio y se va a Europa”.
Rebel Wilson se sumergió en el papel con ganas. “Mis personajes suelen ser mujeres con poca clase, y Penny es una timadora genial”, dice. “Me encantó que la comedia surgiera de cualquier cosa. Penny es bastante vulgar y da pie a que haya mucha comedia física”. Efectivamente, cuando Penny descubre el éxito de Josephine, decide aprender.
Josephine no está dispuesta a tener una pupila, pero Penny amenaza con revelar su secreto, y la elegante británica no tiene más remedio que dar clases a la chabacana australiana. “Le enseña cómo vestirse, a documentarse sobre la presa para conocer sus puntos débiles”, explica el director. “pero también le enseña a lanzar dagas, a servir una copa de champán y a ser elegante, cosas nada fáciles para Penny, que encarna la energía y el caos”.
Anne Hathaway disfrutó convirtiéndose en la mentora de su socia. “Hay algo maravilloso, una transformación al estilo de My Fair Lady”, dice. “De hecho, me parece que la película describe muy bien la idea de que todos desearíamos transformarnos, pero que debemos aceptar y ser felices con lo que somos realmente”.
LOS TIMOS: CÓMO CONSEGUIRLO...
El director Chris Addison creía que Josephine debía tener el perfecto acento británico para ser una exitosa timadora. Anne Hathaway se resistió, pero no tuvo más remedio que enfrentarse al reto lingüístico. “Reconozco que no quería hablar con acento británico, Chris me obligó”, recuerda, riendo. “Me negué al principio, pero me convenció. Estábamos de acuerdo en que Josephine debía ser de clase alta, que el humor debía estar al alcance de todos, aunque fuese sofisticado. Por eso él estaba seguro de que también debía ser británica. Pero no soy inglesa; insistí en que debía interpretar a una estadounidense. No me apetecía trabajar con el acento, y también me da un poco de miedo. Al final me convenció de que sería mucho más gracioso si mi personaje era británico”.
La actriz usó unos cuantos acentos diferentes, dependiendo de qué personaje inventa para sus estafa, “En la película hablo con acento inglés, alemán y australiano”, dice. “También hablo holandés, francés y en lenguaje de signos. Seguro que hay más cosas, pero las he olvidado o he preferido olvidarlas. Eso sí, no fue nada fácil”. Por suerte, la producción contrató a la instructora de dicción Joan Washington. “Me tranquilicé cuando empecé a trabajar con Joan”, dice Anne Hathaway. “Es una profesora asombrosa, una leyenda en su profesión que me llevó por el buen camino”.
Anne Hathaway se lanzó a la improvisación por primera vez. “Estaba increíble en las escenas en que improvisábamos”, dice Rebel Wilson. “Nunca perdía la concentración, algo que le ocurre a mucha gente cuando se empieza a hacer el tonto. Siempre estaba en la escena, incluso cuando yo le decía las peores idioteces”.
Rebel Wilson estudió – con cierta reserva - un manual de timos. “Un ejecutivo del estudio me dio un manual sobre cómo se engaña a la gente”, dice la actriz y productora. “Pero es algo que nunca podría hacer en la vida real porque me sentiría muy mal, muy culpable. Soy incapaz de engañar a nadie, sobre todo para sacar dinero. Y si me lo hicieran a mí, me sentaría muy mal. Hace tiempo trabajé en un programa en Australia donde engañábamos a la gente unos treinta minutos, pero se me daba fatal incluso sabiendo que era parte del programa”.
EL LOOK DE LA ESTAFA: EL ASPECTO TAMBIÉN CUENTA...
La fabulosa casa de Josephine en la Costa Azul fue meticulosamente pensada por la diseñadora de producción Alice Normington. El director Chris Addison dice, hablando de la diseñadora: “Alice es un auténtico genio. Debíamos decidir si actualizábamos el look de la película o seguíamos con la clásica idea de la Riviera francesa. Acabamos inclinándonos por un look moderno, pero que tampoco fuera demasiado del momento”.
“La película debía transcurrir en el presente, ser de ahora, fresca y encajar con el mundo de hoy, pero a la vez comunicar una impresión atemporal. Tampoco queríamos que pareciera una casa de Los Ángeles. El reto residía en un diseño moderno y mediterráneo, nada que ver con California. También debía ser elegante. Josephine vive en un mundo espectacular. El casino tenía que ser lujoso y el hotel, enorme y maravilloso”.
Desde luego, Beaumont-sur-Mer acabó siendo tan tentador como peligroso. “Nunca había sentido tantas ganas de que un decorado fuera mi verdadera casa como en esta película”, reconoce Anne Hathaway. “Tenía ganas de invitar a Alice a que entrase en mi vida para decirle que lo rehiciera todo a su gusto”.
Rebel Wilson no lo dudó y decidió comprar muchos muebles que decoran la mansión de Josephine para una de sus casas. “Compré un montón de los muebles que se hicieron especialmente para la película para mi nueva casa en Sídney”, dice. “Es una de las ventajas de ser productora, soy la primera en poder hacerme con el atrezo”.
TIMADORAS COMPULSIVAS se rodó en Mallorca, un auténtico paraíso mediterráneo que no tiene nada que envidiar a Beaumont-sur-Mer. “Reconozco que fue una decisión inesperada, pero es un lugar precioso y muy elegante en el Mediterráneo, con árboles maravillosos, y un cielo y un mar con el azul más puro”, explica Chris Addison.
Además. ¿quién va a quejarse de tener que rodar en una isla donde abundan los paisajes fantásticos y la buena comida? “Rodamos fuera de temporada, y decidimos seguir el horario francés, es decir, no parar para comer, pero acabar mucho más temprano”, recuerda Rebel Wilson. “Podíamos cenar en una terraza, contemplando la puesta de sol. Delante de una mesa llena de tapas. Fue genial. No es habitual vivir una experiencia semejante con el reparto y el equipo”.
El vestuario era otro factor de importancia. “Todos los trajes son impecables”, explica Chris Addison. “Y eso se lo debemos a la fabulosa diseñadora Emma Fryer. Sabe exactamente qué hacer para encontrar ropa elegante que parece valer una fortuna. Annie y ella se lo pasaron muy bien vistiendo a Josephine. El personaje tiene mucha ropa porque cambia completamente de estilo según a quién encarna en sus timos, además de ir siempre impecable cuando está en casa. Tiene un estilo muy particular, incomparable”.
La ropa de Josephine es sumamente elegante y cara, a pesar de disponer de un presupuesto bastante reducido para vestuario. “Josephine no podría existir sin Emma Fryer”, dice Anne Hathaway. “Le expliqué mis ideas para cada uno de los personajes que elabora Josephine, qué aspecto debían tener, de dónde venían, su pasado, fui muy específica. Me escuchó y lo consiguió”.
AYUDANTES Y CÓMPLICES: TIMADORES Y TIMADOS...
Josephine cuenta con un fiel y reducido equipo para echarle una mano en sus timos. La jefa de policía escoge a la presa y ayuda a la timadora en la planificación. Albert, el mayordomo, se ocupa de la logística. “Pocas veces he tenido ocasión de trabajar con un reparto tan talentoso como este”, dice Anne Hathaway. “Debía hacer un esfuerzo enorme para no reírme a carcajadas en las escenas con Ingrid. Nick es asombroso, sabe ser hilarante sin pronunciar una sola palabra. No queda más remedio que dar todo lo que tienes cuando trabajas con profesionales tan buenos”.
Pero no olvidemos a la presa seleccionada por Josephine y Penny, el multimillonario Thomas Westerburg (Alex Sharp). Inventó un aplicación tremendamente popular llamada “You’re Burnt” (Estas quemado), parecida a una versión de insultos de Snapchat, que envía insultos a los amigos y estos desaparecen en diez segundos. “Fue una suerte que Alex aceptara hacer el papel”, añade Anne Hathaway. “No olvidemos que fue premiado con un Tony, que estudió en la escuela Juilliard; aporta muchísimo al papel”.
No es fácil ser el personaje serio atrapado entre las locuras de Anne Hathaway y Rebel Wilson. “La mayoría del tiempo, el pobre está atrapado entre dos lunáticas cada una tirando de él, pero lo hace de maravilla”, dice Chris Addison. “Su papel es el de un buen hombre con muy buenas intenciones que no entiende absolutamente nada del extraño mundo en que se encuentra, donde ocurren cosas que no deberían estar ocurriendo. Es el perfecto ingenuo y solo podemos sentir compasión al ver que se deja engañar así”.
Es un mundo al revés donde Alex Sharp, un británico, encarna a un estadounidense, y Anne Hathaway, una norteamericana, encarna a una inglesa, excepto cuando da vida a una doctora alemana. “La única persona que habla con su auténtico acento es Rebel”, añade el director.
Al final de cada día de rodaje, después del último “corten” del director, todos se reunían para disfrutar de unas tapas. “Por la tarde hablaban con su verdadera voz, pero me sonaba rarísimo”, sigue diciendo. “El productor y Alex fueron al teatro una noche. Al día siguiente me dijo que Alex le había hablado con acento británico y que le había puesto nerviosísimo, era como si no le conociera”.
“Todos nos lo tomamos muy en serio”, reconoce Anne Hathaway. “Éramos conscientes de que se trataba de una comedia, desde luego, pero no por eso era menos importante. Nos levantábamos cada mañana dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos. Me siento orgullosa de haber formado parte de esta película”.
También hubo momentos poco serios, los favoritos de la actriz. “Nunca me había reído tanto rodando una película”, reconoce. “Reírse en medio de una toma queda fatal, pero creo que lo hice por lo menos una vez al día. Es una experiencia muy agradable trabajar en una película y pasarse el día riendo. Espero de todo corazón que el público se divierta tanto viéndola como yo rodándola”.
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