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CRITICA
Por: PACO CASADO
Una de las películas más hermosas que vimos el pasado año fue El camino a casa (1999), de Zhang Yimou.
Pero antes había hecho 'Ni uno menos' (1999), con la que ganó, por segunda vez, el León de Oro de la Mostra de Venecia en 1999.
No tiene importancia no verlas en orden, aunque ambas van de maestros de escuela.
En este caso el titular de un pequeño pueblo ha de ausentarse por un mes debido a una enfermedad de su madre y es sustituido por una jovencita de 13 años que se hace cargo de la clase y a la que se le pone como condición que no deserte ningún niño si quiere cobrar el salario que se le ha prometido.
La primera parte del film expone las penurias que sufre para poder dar clase, valorando hasta el límite las pequeñas cosas como un simple paquete de tizas que le ha de durar un mes o el coste de un billete de autobús a la ciudad, que han de juntar el dinero a base de trasladar ladrillos, cuando se hace necesario ir en busca del alumno más díscolo de la clase que se ha marchado a ganar dinero, para alimentar a su madre enferma.
Con actores no profesionales, que se comportan con gran naturalidad, como si fuera una cinta neorrealista, dada la miseria que inunda la pantalla, Yimou es capaz de sacar poesía y emoción, e incluso ablandar los temas para evitar la censura, pero no por ello deja de hacer una tremenda crítica a la burocracia y al sistema de enseñanza de las zonas rurales de la China actual.
Premio del jurado en el Festival de Beijing. Golden Deer en el Festival de Changchun. Golden Rooster al mejor director. Premio Huabiao al film y dirección. Premio Hundred Flowers a la mejor película. Golden Butterfly en el Festival de Isfahan. Kinema Junpo a mejor film extranjero. Premio mejor película y director de los críticos de Shanghai. Premio del público en el Festival de Sao Paulo. Premio León de oro, Linterna mágica, Unicef y Sergio Trasatti en el Festival de Venecia.
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