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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine inglés en los años 80 perdió parte de su personalidad y se convirtió en una especie de sucursal de la gran fábrica de Hollywood, a donde acaban marchándose los actores y directores que destacan, pero de vez en cuando saca un nuevo valor o una película de interés como es ésta.
Neil Jordan, que fue uno de esos descubrimientos, que se reveló con un poético y extraño film, En compañía de lobos (1984), cambió al género del cine negro al que trató de prestarle un homenaje con 'Mona Lisa' (1980).
George es un delincuente que tras cumplir siete años en la cárcel, vuelve a su antiguo jefe a pedirle trabajo, colocándolo como chofer de una joven de color, una atractiva prostituta de lujo, de la que no tardará en enamorarse.
Ella le corresponde a sus favores convirtiéndolo en un hombre educado al que compra trajes y al que utiliza para encontrar a una jovencita.
Su jefe lo emplea para obtener información y hacer chantaje después.
La extraña relación se verá completada con su amistad con un ingenuo amigo con el que habla siempre de novelas policíacas. Neil Jordan actualiza el género policiaco adaptándolo a las circunstancias inglesas logrando un producto elegante y de buenas formas cinematográficas, en el que destaca no sólo la excelente interpretación de Bob Hoskins, un buen actor secundario convertido aquí en protagonista, sino también el contrapunto de Cathy Tison, que interpreta a una eficaz y enigmática prostituta. Logró el Globo de oro para Bob Hoskins. Mejor actor en el Festival de Cannes. La Espiga de oro a mejor película y mejor actor en la Seminci de Valladolid.
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