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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta historia está inspirada en hechos reales debido a la crisis económica del año 2008 que destruyó la vida de miles de personas, entre otras las de un grupo de bailarinas de un club de striptease de Nueva York que acabaron uniéndose para estafar a sus clientes, ricos magnates de las finanzas de Wall Street, poniendo en peligro sus vidas, su lealtad y su negocio.
Cuando Elizabeth una periodista del New York Magazine comienza a investigar, ellas verán en riesgo su rico medio de vida y tendrán que afianzar su amistad por encima de la envidia y la avaricia por el dinero.
Esta película acaba de arrasar en el Festival de Toronto y en las taquillas americanas, sorprendentemente, y está inspirada en un artículo que apareció publicado en 2015 en el diario New York Times escrito por la periodista Jessica Pressler, que había generado un documental sobre el mismo, quien que fue la fuente del guion de esta fábula, sobre estas especie de Robin Hood modernas, que robaban a los ricos pero no para dárselo a los pobres, sino a las pobres chicas que eran ellas, para mantener a su familia y al extraordinario nivel de vida que se habían montado cuando trabajaban en un club, que se vino abajo con la llegada de la crisis, y había que seguir con el mismo nivel si no querían caer en la pobreza.
Es una comedia con importantes dosis de drama, delincuencia y amoralidad que transcurre buena parte en el club Hustlers.
Sus protagonistas son estas antiheroínas de clase humilde, estafadoras de cientos de miles de dólares a acaudalados millonarios de la finanzas a los que culpaban de la crisis económica.
El film combina espectáculo y crítica social sobre este grupo de mujeres menospreciadas por su trabajo que trataron de hacer una justicia muy particular.
La productora, actriz, guionista y directora Lorene Scafaria está en esta ocasión detrás de las cámaras, haciendo su tercer largometraje tras debutar como tal con Buscando un amigo para el fin del mundo (2012) y Una madre imperfecta (2015).
Y delante de las cámaras como principal protagonista de esta historia, la cantante y actriz puertorriqueña Jennifer Lopez que vuelve a la gran pantalla con esta cinta, que según algunos puede ser una de las candidatas a los próximos Oscar de Hollywood.
La verdad es que el guion tiene una primera parte de la presentación del trabajo de estas chicas, que sigue con la labor que hace Ramona, que es quien lleva la voz cantante del grupo, recuperando a Destiny, una de las recién llegadas a la que enseña a bailar en la barra, que tiene como única familia a su abuela enferma y a la que ayuda con su dinero a pagar las deudas contraídas.
Posteriormente se monta esta especie de cuadrilla de cuatro estafadoras que actúan como hermanas que una vez salidas del club ya no tienen que dar a éste el porcentaje de las ganancias de cada noche, sino que todo lo que ganan es a repartir entre ellas, drogando a los clientes y sacándoles de la tarjeta de crédito sumas fuerte de dinero, que no se atreven a denunciar por miedo a sus esposas o a la empresa y a los que no les interesa el escándalo para no estropear su "buena" reputación.
En los metros finales la película cobra algo de acción, pero mientras tanto resulta un tanto monótona tanta repetición de cómo actúan con los poderosos clientes, tanto cuando están en el club como después al actuar por cuenta propia.
Es un film en el que abundan las mujeres que son las protagonistas de esta historia en la que los hombres, los clientes, actúan como tontos, dejándose llevar por el sexo y la inteligencia de estas guapas estafadoras cuando caen en su trampa, sin ningún cargo de conciencia moral del mal que están haciendo justificándose con que ellos también roban a sus clientes y que en muchas de las ocasiones lo que están gastando es dinero negro que no pueden ocultar.
La dirección lleva la trama de forma lineal, un tanto monótona sin mucha emoción, con algún salto atrás cuando Destiny está haciendo sus declaraciones a Elizabeth para escribir el artículo.
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