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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine suele recurrir a veces a la adaptación de obras de teatro, aunque en nuestra cinematografía eso no ocurre con mucha frecuencia, pero de vez en cuando algo nos llega en este sentido, como es el caso de 'El plan' (2019).
Cuenta la situación en que se encuentran tres compañeros y amigos, que son unos auténticos perdedores, que han sido despedidos de la empresa donde trabajaban tras un ERE, están en el paro y tienen dificultades económicas, algo muy frecuente en la realidad actual.
Sus ánimos están por los suelos, desmoralizados, ya que han tocado fondo por su situación de desempleo, pero se reúnen para emprender un plan de cómo podrían encontrar un nuevo aliciente para sus vidas.
Pero a última hora surge un problema: el coche con el que viajarían se ha averiado, deben esperar a la grúa y mientras tanto tratan de buscar a alguien que les preste un coche o que los lleve a donde ellos han de ir.
Se trata de la adaptación de la obra teatral de igual título escrita por Ignasi Vidal que transcurre en un piso del barrio madrileño de Usera, que es la historia de estos tres hombres, Paco, Ramón y Andrade, que llevan en paro desde que cerró la empresa de seguridad en la que trabajaban.
La acción transcurre en tiempo real.
Son las nueve de la mañana de un caluroso día de verano y han quedado para llevar a cabo ese plan que les saque del paro, pero este contratiempo les impide salir de la casa de Paco, donde habían quedado para ir los tres juntos.
Poco a poco se van contando sus problemas familiares y viéndose envueltos en una serie de incómodas discusiones, tensiones y líos que hacen que echen de menos el trabajo e irán derribando sus muros y arrancarán sus máscaras cambiando para siempre la amistad que tienen los tres desde hace tantos años hasta el punto de considerarse como de la familia.
Paco es el más nervioso e inquieto, Andrade, es el más joven, está soltero, llega tarde y eso le pone más alterado, mientras que Ramón es un tipo aparentemente tranquilo, habla pausado, le gusta leer libros de filosofía y de vez en cuando lanza alguna enseñanza al respecto, pero algo oculta tan bien que ninguno de ellos lo nota hasta el final, con un sorprendente e inesperado desenlace, cuando ya han salido todos los trapos sucios a relucir de las relaciones amorosas de cada uno de ellos.
Los demonios internos y las luchas por la propia identidad se hacen notar a lo largo de la trama junto con otros temas como la identidad personal, la infidelidad, la desesperación, la disfunción sexual, la amistad, el machismo o el abandono maternal.
El director madrileño Polo Menárquez debutó en el largometraje con la película experimental Dos amigos (2013) a la que le siguió el documental Invierno en Europa (2017), cuenta con una gran experiencia como cortometrajista y montador, siendo 'El plan' (2019), el segundo título de ficción de su filmografía realizado de forma muy aplicada y académica.
En este caso en ningún momento renuncia al origen teatral de la obra, aunque trata de airearla un poco con algunas salidas a la calle o a la terraza de la casa e igualmente juega con algunas de la habitaciones de la misma, sacando partido de la austeridad del presupuesto al tener tan solo tres actores como intérpretes.
Ello no es óbice para que haga una planificación en la que constantemente está cambiando de plano sin limitarse a anclar la cámara en el suelo y que reciten, sino que mueve bien a los actores mientras mediante el diálogo entre ellos va creciendo el dramatismo de la obra y de las situaciones anímicas de cada uno.
Catorce años después de dar la campanada en Azuloscurocasinegro (2006), Antonio de la Torre y Raúl Arévalo vuelven a trabajar juntos y en este caso en compañía de Chena del Barco, que es el único que figura en el reparto tras haber interpretado también la obra escénica homónima.
La fotografía corre a cargo del sevillano Alejandro Espadero de este drama que reflexiona sobre la masculinidad mal entendida, una realidad que por desgracia existe, pero no justifica la actitud de los personajes, ni tampoco condenarlos por ello y deja al espectador a que tome postura al respecto.
Tanto Chema del Barco como Antonio de la Torre y Raúl Arévalo, están espléndidos, siendo difícil distinguir cual está mejor en el papel que le ha tocado en suerte.
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