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CRITICA
Por: PACO CASADO
No es la primera vez que el cine se ocupa de los homosexuales y tampoco del problema que se generó en los años 80 con la aparición de la enfermedad del SIDA.
Adrian Lester es un joven homosexual que se marchó de casa en cuanto tuvo edad y ocasión y se instaló en la ciudad de Nueva York, en donde vive en un piso con dos amigos más.
Llegada la época de las vacaciones de Navidad se marcha a Fort Worth, en Texas, a visitar a su conservadora y religiosa familia, a la que no ve desde hace tres años.
Con gran regocijo y alegría lo recibe Eileen, su madre, menos efusivo es Dale, su padre y enfadado con él su hermano pequeño Andrew.
Su familia es muy tradicional con la que pretende pasar tan sólo unos días que tiene de permiso en la agencia de publicidad de Madison Avenue en la que trabaja y que según cuenta ha ascendido.
Durante ese tiempo conoceremos el carácter de cada uno de los personajes, por ejemplo la tacañería del padre, el amor de la madre y trata de hacer las paces con su hermano; van al cine a ver una película de terror, Pesadilla en Elm Street (1984), sin que lo sepa la familia y a comprar la música que le gusta, que suele escuchar en casetes, aunque algunas no son del agrado de su padre que se las tira porque el predicador dice que incitan al pecado.
Su madre está empeñada en que vuelva a ver a Carly, una chica amiga con la que solía salir y que se fue sin despedirse, ni ha vuelto a llamarla desde entonces, ni a tener contacto.
Ella tras rechazarlo una noche que salen juntos, volverá al día siguiente a pedir disculpas y se convertirá en su confidente del mal que le aqueja y que no acaba de decidirse a contárselo a los suyos.
Es el tiempo en el que hizo su aparición la enfermedad del SIDA y de momento no había curación para ese mal, lo que suponía una muerte segura.
Él se lo oculta a su familia y como nada se le pasa por alto a las madres cuando ella lo lleva al aeropuerto le despide diciéndole: Llámame cuando estés listo.
También el padre se había dado cuenta y le pide que no se lo diga a su madre.
El guion de esta modesta producción de cine independiente se basa en el corto de 9 minutos del mismo título que hizo también Tan que aquí amplia a la duración de un largometraje, que es el quinto de los dirigidos hasta ahora, casi todos de carácter homosexual.
El film pertenece a ese subgénero en el que trata de personas diferentes por su condición sexual, ya sean hombres o mujeres, que cada día abundan más, e incluso tienen ya hasta sus festivales especializados en los que concursar.
Está realizada por Yen Tan, director nacido en Malasia y afincado en Estados Unidos, con una gran delicadeza y aunque no se diga, se intuye desde el inicio que algo oculta Adrian.
Resulta muy emotiva la carta que le deja escrita a su hermano con unas hermosas palabras.
La fotografía no nos parece muy satisfactoria filmada en 16 mm..
Buen trabajo de Cory Michael Smith y de Virginia Madsen y corrección en el resto de actores que componen el corto elenco.
Premio del jurado en el Festival Gay & Lesbian de Barcelona. Premios del jurado de estudiantes y del público en el Festival Champs-Élysées. Gran premio del jurado en el Festival de Dallas. Gran premio del jurado en el L.A. Outfest.
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