. , . |
|
CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine español sigue dando un paso hacia adelante y estrenando cada semana al menos una película, cuando no son dos, como ocurre en esta ocasión.
La que nos ocupa cuenta la historia de Eva, una joven y prometedora abogada española que trabaja en Edimburgo (Escocia), que está a punto de casarse, pero sus planes se ven alterados cuando le llega la noticia de que su abuela Sofía va a contraer matrimonio con Celia, su mejor amiga de toda la vida, a sus 74 años, desafiando todos los convencionalismos sociales.
Eva tratará de que no se lleve a cabo por diferentes razones, pero su peregrina familia está a favor de la celebración.
Es la ópera prima de gaditana Ángeles Reiné, veterana directora experta en cine publicitario y series de televisión, que se ha decidido a ponerse al frente de un largometraje de ficción, para lo que se ha encargado también de escribir el guion de esta comedia familiar que trata sobre el derecho que tiene cada persona de hacer lo que le dé la gana, siempre que esté dentro de un orden y que no perjudique a los demás, siendo así un canto a la libertad y al amor aunque sea entre dos personas del mismo sexo.
Pero hacer un largo no es lo mismo que filmar un spot publicitario y se nota la constante pérdida de ritmo, lo que es importante cuando se trata de hacer una comedia divertida.
Para ello ha contado con un conocido reparto de nombres de nuestra cinematografía, con la que concurrió a la Semana de Cine de Valladolid, fuera de concurso.
Dada las actuales circunstancias de la pandemia, tras la celebración del certamen vallisoletano, su estreno inmediato tuvo que ser pospuesto y mientras tanto dio lugar al fallecimiento de una de sus protagonistas, Rosa María Sardá, lo que ahora puede ser vista como un homenaje a su desaparición, como figura al comienzo antes de las primeras imágenes, siendo éste su último trabajo cinematográfico que no es precisamente el mejor para su homenaje y despedida.
La historia se centra en una familia cuyos miembros hace años que no se ven, pero motivados por la próxima boda de la abuela con otra mujer, también de avanzada edad, será motivo para que descubran una realidad que desconocían.
El problema es que el matrimonio próximo a celebrar de Eva, con un miembro de la muy importante, católica y conservadora familia escocesa, se pone en peligro ya que ellos no admiten el lesbianismo en ningún miembro de la misma, lo que pone el asunto en un auténtico dilema, ya que una de las dos bodas no podrá llevarse a cabo.
La forzada comicidad que se produce de las distintas situaciones, que todo ello provoca, no siempre es lo eficaz que debiera y muchas de ellas están provocadas por la chifladura de Rosa María Sardà empeñada en afirmar que ha hablado con el Papa Paco, como ella le llama, y que está de acuerdo en el matrimonio gay con el que ella prefiere salir del ropero que es más adecuado para los mujeres y deja el armario para los hombres.
Los enredos familiares con la llegada de algunos de los miembros escoceses, así como de un hijo que vive en Marruecos y el compromiso que pone al cura del pueblo y a su vez concejal del ayuntamiento, completan el lío familiar.
El protagonismo de esta endeble comedia, con algunas escenas realmente ridículas, y siempre previsible, se lo lleva Ingrid García Jonsson, pero es de destacar la labor de las dos veteranas, Verónica Forqué y Rosa María Sardà, sin olvidar el breve pero estupendo cometido que hace una casi irreconocible Candela Peña en el papel de Perla, una discapacitada adulta, que está como un cencerro.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
VIDEO ENTREVISTAS
PREMIERE