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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras pasar por el Festival de Berlín y obtener tres premios en el de Málaga llega a las carteleras 'Las niñas' (2020), de la directora zaragozana Pilar Palomero, con la que hace su debut en el largometraje de ficción, que para escribir el guion se basó en sus recuerdos de la infancia y la juventud recogiendo cosas de aquella época, los años noventa.
No obstante no se trata de una película autobiográfica, aunque sí tenga algunas experiencias personales en la que se refleja la educación que recibió sin que se sienta traumatizada por ella, muy diferente a la actual ya que cada una está acorde con su generación.
Celia es una niña de 11 años que estudia en un colegio de monjas en Zaragoza y vive con su joven madre soltera, ya viuda a los 30 años, que no le cuenta el porqué de la ausencia de un padre.
La llegada de una nueva compañera, que viene de Barcelona, con la que hace amistad, le lleva a descubrir las verdades y mentiras de la adolescencia.
El film en realidad apenas si tiene historia, aunque tenga como protagonista a la adolescente Celia, que se relaciona con sus amigas del colegio y con su madre, que suele trabajar de noche y apenas se ven.
Con las compañeras de clase tiene las reuniones, las confidencias y los juegos propios de la edad, como hacer los deberes en casa, el primer cigarrillo, el alcohol, el descubrimiento del sexo, el preservativo, la discoteca, la barra de labios, los chicos y la represión influida por la educación que le imparten en el colegio.
Aunque esté falto de argumento y consecuentemente de interés, con tan sólo el comentario de las compañeras en torno a su madre, la ausencia de un padre y poco más, sin embargo tiene una buena ambientación recogiendo las costumbres habituales de la época y de la edad de las protagonistas.
La cinta avanza de forma cansina, deteniéndose en el detalle, a falta de algo más interesante que contar.
Falla en el sonido, ya que a veces las confidencias en voz baja y la no buena dicción de las chicas hacen que no lleguen con claridad los diálogos, aunque más o menos se intuyan.
Se permite algún lujo con la cámara con un largo travelling por los pasillos del colegio y algún primer plano que otro, así como una estampa a contraluz del Pilar en un atardecer de una gran belleza, y usa el formato 4/3 de pantalla, más acorde con la época.
A destacar la delicadeza y la sencillez narrativa de una película totalmente centrada en las chicas en la que la notable ausencia de personajes masculinos llama la atención, lo que la hace una producción eminentemente femenina.
Las niñas están muy en sus papeles y se desenvuelven discretamente mientras resulta escasa presencia de Natalia de Molina en el papel de la madre.
La realización de Pilar Palomero sale bien del paso para ser su primer largometraje de ficción con un carácter muy personal, esperamos verla en otros temas.
Biznaga de oro a la mejor película española, biznaga de plata a la fotografía y premio Feroz Puerta Oscura al mejor film.
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