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CRITICA
Por: PACO CASADO
Cuenta la historia de Mulán, una aguerrida joven doncella que lo arriesga todo por amor a su familia, a su país, hasta convertirse en una de las mayores guerreras de la historia de China.
Cuando el emperador decreta que un hombre de cada familia debe servir al ejército para defender a la nación de los hunos del norte, Hua Mulán, la hija mayor de un veterano guerrero, lesionado a causa del combate, decide ella ocupar el lugar de su padre, que está enfermo, en contra de la voluntad de éste, haciéndolo a escondidas.
Para ello se hace pasar por un varón con el nombre de Hua Jun, y se enfrenta a constantes desafíos teniendo que aprender a canalizar su fuerza interior, ocultándosela a los compañeros para no denunciar su naturaleza y deshonrar así a su familia al ser expulsada del ejército si es descubierta, pero al mismo tiempo tiene que aceptar su auténtico potencial y su habilidad para el combate cuerpo a cuerpo.
Un viaje épico que la convertirá en una reconocida guerrera y le permitirá ganarse el respeto de todos y de su padre, que terminará estando orgulloso de ella, otorgándole su perdón y siendo recompensada por el propio emperador, cumpliendo con el lema grabado en la espada paterna de "lealtad, valentía y verdad".
Si el cine comenzó siendo un espectáculo pobre, de barraca de feria, de simple invento curioso de fotografías en movimiento, con el tiempo adquirió el carácter de un gran espectáculo y eso es lo que logra ser 'Mulán' (2020) en esta versión realizada con actores de carne y hueso, adaptación de la película original de Disney de dibujos animados de 1998.
La historia, basada en una leyenda china del siglo VI, es simple, algo previsible, con algunos convencionalismos, como que una mujer pueda ocultar su cuerpo entre tantos hombres, pero así es la historia que se nos cuenta, en cuya puesta en imágenes ha influido bastante el género wuxia de las películas de artes marciales con esos personajes capaces de andar por las paredes o dar saltos que casi les hacen volar, pero eso mismo le da más espectacularidad a la narración, además de los espléndidos decorados, los fabulosos paisajes donde se desarrolla la acción, en lo que se ha invertido un gran presupuesto de 200 millones de dólares que, al no ser estrenada en cine, tal vez sea difícil de recuperar, pero no obstante el espectáculo merece realmente la pena.
Con respecto a la versión animada pierde un poco de la permisibidad que dan los dibujos de alguna fantasía, aunque no por ello está exenta de ella.
El protagonismo recae en la joven actriz de poco más de treinta años Yifei Liu con más de dos docenas de films en su haber aunque poco conocida en España a pesar de que se han estrenado algunos títulos suyos como El reino prohibido (2008), Desterrado (2014), entre otros aunque en papeles no protagonista.
En su reparto, aunque en papeles secundarios, podemos encontrar a otros nombres de la cinematografía china que sí han tenido más presencia entre nosotros, como son Gong Li en el personaje de la hechicera o Jet Li como el emperador, aunque encarnando a personajes secundarios en esta ocasión.
Está realizada por la directora neozelandesa Niki Caro, algo que se nota en cuando a la relación que se origina entre las dos mujeres.
La espléndida fotografía de Mandy Walker contribuye al realce de este aceptable espectáculo que es esta producción Disney merecedora de ser disfrutada en una gran pantalla de cine.
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