|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Nos llega a la cartelera, con cierto retraso, una nueva versión de la célebre novela corta del escritor neoyorquino afincado en Inglaterra Henry James de Los papeles de Aspern publicada en 1888.
No se trata de la única existente, pero si la más reciente, ya que Martin Gabel ya hizo con anterioridad la suya en Viviendo el pasado (1947) interpretada por Robert Cummings, Susan Hayward y Agnes Moorehead, hay una realizada en España titulada Els papers d'Aspern (1991, dirigida por el catalán Jordi Cadena protagonizada por Hermann Bonnin y Silvia Munt, entre otras.
La acción de este romántico drama se desarrolla en Venecia en el siglo XIX, momento en el que Morton Vint, un ambicioso editor y crítico literario, obsesionado con la vida y la obra del malogrado poeta romántico Jeffrey Aspern, uno de los más brillantes y atractivo de su época que murió pronto.
Se ha convertido en objeto de deseo y viaja desde los Estados Unidos a la vieja ciudad de los canales, con el propósito de conseguir las cartas que éste escribió a su amante y musa Juliana Bordereau.
Ella es una mujer que guarda celosamente sus secretos, que vive en una gran mansión en compañía de su sobrina Tina que la cuida.
Ha pasado mucho tiempo y ahora Juliana es ya una anciana que conserva con gran celo aquellos papeles en su gran palacio.
Morton la visita y le propone alojarse en alguna de las habitaciones para poder escribir y disfrutar de su jardín, cultivando flores, a cambio de pagarle una buena renta.
De esta manera trata de introducirse en la casa con la secreta intención de manipular la voluntad de estas dos mujeres para conseguir finalmente lo que pretende.
Henry James escribió esta hora en 1887 en Venecia, que se convirtió en una de las más emblemáticas y conocidas de este escritor junto con Otra vuelta de tuerca, que igualmente ha sido llevada también varias veces al cine.
Esta que comentamos es la elegida por el director francés Julien Landais para hacer su ópera prima en el largometraje de ficción en el que desarrolla este drama psicológico con elevadas dosis de intriga y de cierto suspense sobre el macguffin, como diría Alfred Hitchcok, que son las pretendidas cartas y papeles de Aspern.
Para ello ha de desarrollar un astuto juego de seducción en torno a Tina, la sobrina, con la idea de ponerla de su lado para que le ayude a encontrarlas, ya que su tía las guarda celosamente en un arcón bajo llave.
El guion sitúa la acción casi en los mismos lugares que se describen en la novela y transcribe literalmente los diálogos en los que el escritor reflexiona sobre la fama y la privacidad con el tono solemne propio de la época y con la atmósfera misteriosa tan característica de la literatura romántica.
El film tiene una buena ambientación de la época ayudada por la fotografía Philippe Guilbert, con una banda sonora de Vincent Carlo adornada con temas de Liszt, Wagner, Tchaikovsky y con la calidad realizadora propia del cine británico.
Vanessa Redgrave y Joely Richardson, madre e hija en la vida real, incorporan aquí los personajes de Juliana y Tina, tía y sobrina, respectivamente, con un trabajo estupendo que superan en su interpretación a Jonathan Rhys Meyers y donde encontramos al español Jon Kortajarena en el personaje de Jeffrey Aspern en un breve cometido en escenas retrospectivas que a nuestro juicio sobran claramente.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE