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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hay películas que sin apenas nada que contar, sin embargo son capaces de captar la atención del espectador y esta 'El verano de Cody' (2019), que nos llega con algo de retraso, es una de ellas, por lo que ha valido la pena la tardanza.
Cody es un niño solitario que acompaña a Kathy, su madre, una aspirante a enfermera, cuyo trabajo consiste en traducir informes médicos, en un viaje a un pequeño pueblo para limpiar la casa de su difunta tía April / Alice que era doce años mayor que ella.
Tiene ocho años, pero dentro de unos día cumplirá los nueve.
Al llegar se encuentran que la casa está llena de cachivaches por todas las habitaciones y por otra parte le han cortado la luz al llevar un tiempo sin pagar las facturas, por lo que de noche se van a dormir a un motel.
En la casa de al lado vive Del, un veterano de la guerra de Corea y también un poco más allá está Linda que tiene dos nietos, Brando y Reese, de once y doce años que están con ella que son muy aficionados a ver los combates de lucha en la televisión y siempre están practicando.
Un día Cody le pide a Del que le preste una pala para enterrar un gato muerto que ha encontrado en la casa y termina formando una inesperada amistad que es uno de los temas que se toca en esta historia junto a la nostalgia, la soledad, la maternidad solitaria, la inmigración, el envejecimiento, la bondad, la demencia senil, entre otros, que permanecen en un segundo plano.
Kathy es madre soltera de origen asiático y teletrabaja mientras está fuera de su ciudad y está pensando en vender la casa de su hermana, a la que hacía mucho tiempo que no veía y no sabía que era alcohólica, por lo que acude a una agencia.
Por su parte Del tiene una hija, Lisa, que es lesbiana,
Un día regala libros a la biblioteca y Cody lo invita a su cumpleaños en la pista de patinajes, pero terminan en el Club de veteranos.
Como se puede ver ninguna de las cosas que acabamos de contar, y en realidad suceden muchas más, tiene un relieve especial, son hechos cotidianos como limpiarla casa, ir al club, jugar al bingo, entablar una amistad con la que Del se siente muy a gusto con tener de vecino a Cody, que ha roto de alguna manera me nonotonía de su triste vida de viuda sin Vera, su esposa ya fallecida a la que echa de menos.
A lo largo de la trama vamos conociendo algo más de la vida de los protagonistas, de la madre, de Del, sobre todo, que origina momentos muy emotivos y sentimentales, para lo que no hecho falta alargan innecesariamente el metraje que tiene su justa medida.
Paul Thurreen y Hannah Bos han sido los encargados de escribir el guion de este film en el que apenas hay nada que contar, pero con la colaboración de Andrew Ahn director coreano norteamericano, que lleva la narración a un ritmo reposado y tranquilo, han sido entre todos capaces de hacer una emotiva cinta que capta la atención de los espectadores a poco que se sea algo sensible.
En el personaje de Del nos encontramos con el veterano actor Brian Dennehy, fallecido en abril de 2020, del que recordarán algunos de sus títulos más conocidos como Acorralado (1982), Cocoon (1985), Silverado (1985), Código azul (1990), Gladiator (1992) entre otros.
Junto a él cargan con el resto del peso la actriz oriental Hong Chay del pequeño Lucas Jaye.
Premio del público en el Festival Gimli. Premio National Board of Review. Premio a Brian Dennehy en el Festival Sochi.
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