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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta producción nos ofrece un recorrido por la vida de la cantante Aretha Franklin, todo un icono de la música, desde que era una niña prodigio en la ciudad de Detroit y cantaba canciones góspel en el coro de la iglesia baptista donde su padre era el predicador, hasta convertirse en una superestrella de ámbito internacional, con una de las voces más grandes de todos los tiempos, que consiguió un total de 18 premios Grammy.
Una historia de ascenso plagada de luchas y triunfos, con una vida personal algo turbulenta, de desavenencias y desdichas, que aún así la llevaron a alcanzar el éxito comercial gracias a canciones como Respect, Chain of fool, Think o A natural woman.
A ella, de pequeña, le llamaban todos Ree-Ree, vivía con su padre y su abuela Clarence tras la muerte de Barbara su madre, que le impactó tanto que se llevó un tiempo sin querer hablar.
Cuando ya de mayor comienza a hacer giras por Birmigham, Alabama, etc, firma en Nueva York, con Columbia Récords en 1961 discográfica con la que grabó nueve discos con temas de jazz que no tuvieron éxito hasta que grabó Respect para Atlantic Récords.
Un día cuando empieza una actuación en vivo con Unforgetable, Dinah Washington, que estaba presente, se enfada porque no quería que cantara sus canciones en su presencia.
Su vida amorosa tampoco fue muy plácida, ya que enamorada de Ted White, se empeña en casarse con él y se convierte en su manager a pesar de la oposición de su padre que terminó por llevar razón ya que la maltrataba y acabó separándose.
Cuando se convierte en cantante de éxito adopta el nombre de Aretha Franklin y llegó a ser conocida como la reina del soul.
Cantó en los mejores teatros desde el Madison Square Garden hasta el Olimpia de París en su gira por Europa.
El problema de esta película es el de todos los biopics, en el que se quiere introducir cuantas más cosas mejor de la persona biografiada y esto hace que se alargue demasiado el metraje y a veces suele pesar en el ánimo del espectador, aunque no es este el caso, ya que está contado en directo, sin flash backs, sólo alguna ensoñación en torno a su madre que también era cantante y fue quien la enseñó a cantar.
Uno de los motivos de esta larga duración es la introducción de un buen número de canciones completas, lo que por otra parte hará las delicias de los admiradores de tan gran cantante americana con algunos de sus mayores éxitos.
Ya en la cumbre de la fama volvió a cantar góspel y se empeñó en grabar el disco Amazing Grace con esa clase de canciones ante la oposición de Jerry Wexler de la discográfica Atlantic Récords y resultó ser el álbum de mayor venta de toda su carrera.
La ganadora del Oscar por Dreamgirls (2006), el film de su debut, Jennifer Hudson, presta su figura y su voz a la cantante y el también oscarizado Forest Whitaker por El último rey de Escocia (2006) incorpora la impositiva personalidad de su padre.
Por su parte la directora teatral sudafricana Liesl Tommy hace su debut en el cine con este largometraje en el que se limita a tratar con respeto la figura de la cantante y defensora de los derechos civiles de los de su raza.
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