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CRITICA
Por: PACO CASADO
La super abundancia de películas policíacas que viene sufriendo el espectador en la gran pantalla y desde hace tiempo también en la pequeña, hace que éstas se adocenen y se pierda el interés por las mismas.
Tal vez por ello, cuando alguna destaca por algo o tiene un cierto tono que le hace diferente nos sentimos muy felices.
Y no es que este film, dirigido e interpretado Burt Reynolds, sea totalmente original, pero algo tiene de diferente.
Su anécdota es simple: Tom Sharky es un sargento de policía del departamento de narcóticos de Atlanta que es degradado al de homicidios, a la brigada del vicio, debido a la muerte de un ciudadano durante una redada que sale mal.
Allí le encargan vigilar a una prostituta de lujo que trabaja para un mafioso, Victor Score.
Posteriormente se topará con un asesinato colectivo relacionado con la prostitución en donde está implicados algunas personalidades del gobierno.
Pero su inquietud y espíritu de servicio le lleva a poner al descubierto a una multinacional de la mafia en la que está pringado el futuro gobernador con un asunto de prostitución, trata de blancas y tráfico de drogas.
Con esta descripción no desvelamos nada, puesto que no se trata de una cinta de suspense, aunque intente darle una cierta dosis al final por saber cómo se van a llevar a cabo las investigaciones.
Burt Reynolds no ha hecho más que seguir lo corriente de los actores que se meten a director.
Sus ensayos precedentes fueron con Gator, el confidente (1976) que fue el largometraje de su debut en la dirección al que siguió De miedo también se muere (1978), películas que recordamos inferiores a la presente, donde ha adquirido ya un mayor oficio y dota al film de vigor y de rigor, aunque aún le queda mucho que aprender en cuanto a la planificación y puesta en situación.
A veces el espectador se pierde en la situación de los personajes dentro de la escena.
Pero no cabe duda de que a pesar de todos sus defectos esta cinta se sale de lo corriente.
Bien los actores, tanto los veteranos como Vittorio Gassman en un personaje de gángster y la guapa actriz Rachel Ward, así como la música de Al Capps e igualmente la fotografía del veterano William A. Fraker.
Rachel Ward está nominada a los Globos de oro.
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