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CRITICA
Por: PACO CASADO
La comedia norteamericana sigue aportando su buen gusto y notables maneras en el cine de Hollywood, frente a la vulgaridad de otras cinematografías.
Lo que pasa es que últimamente está carente de auténticos buenos directores que sepan darle el toque mágico a lo Ernest Lubitsch, Billy Wilder, Blake Edward o cualquier otro nombre de los grandes y los hallazgos quedan a medias, sin desarrollar en su total dimensión.
Para hallar los temas no hay más que echar la vista atrás y volver a hacer cualquier película de las clásicas o inspirarse en ellas.
Lo malo es que siempre salen peor que la original a pesar de los avances del cine en cuanto a técnica y sistemas de lenguaje.
En esta ocasión no se ha hecho más que tener presente la primera versión que se hizo de 'La hija de Neptuno' (1949), de Edward Buzzell, protagonizada por Esther Williams.
Esta vez se trata de hacer la historia de Allen Bauer, un joven propietario de una empresa de alimentación de la ciudad de Nueva York.
Este chico cuando era pequeño se cayó un día al mar en Cape Cod y fue salvado de morir ahogado por Madison, una hermosa y simpática sirenita.
Para gran sorepresa suya, pasados los años, la sirena a la que Alan llamó Madison, se presenta en Nueva York, pero ya en forma de mujer, se vuelven a encontrar y tienen un romántico idilio amoroso.
El relato es breve y sencillo y la verdad es que no da para mucho más.
No obstante se salpica con pequeños gags y situaciones cómicas, como las que motiva Freddie, el gordiflón hermano play boy del protagonista, o las jocosas ocurrencias e incidencias que suceden con Madison, la sirenita, cuya preciosa cola cuando se seca se convierte en dos torneadas y bonitas piernas que llaman la atención de media ciudad de Nueva York.
Pero ella tiene un secreto que dejará de serlo si se moja las piernas de nuevo.
'1, 2, 3 Splash' (1983) mantiene algunos momentos en los que se funden la fantasía con la comedia cotidiana.
Escenas como las de los televisores, el restaurante y otras, más o menos parecidas, logran que sea una comedia divertida para pasar un buen rato entretenido.
No obstante está falta de auténtica vida, de un verdadero dinamismo, de una dirección más dinámica por parte de Ron Howard para que sacara más partido a la bella replicante de 'Blade Runner' (1982), Daryl Hannah, aquí convertida en el personaje de una sirena tan sexy como romántica o del protagonista Tom Hanks y su gordo hermano interpretado por John Candy.
Nominado al Oscar el guion. Premio a mejor actriz de la Academia de Ciencia ficción para Daryl Hannah. Nominada al Globo de oro a mejor comedia. Premio al guion de los críticos norteamericanos.
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