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CRITICA
Por: PACO CASADO
Un rico hombre de negocios, Humberto Suárez (alter ego de Jaume Roures), en su 80 cumpleaños se le ocurre la idea de financiar una película, para lo que contrata a Lola Cuevas, una directora famosa con el objetivo de hacer una producción de éxito, en la que perdure su nombre, para lo que ha comprado los derechos de una gran novela de un premio Nobel de Literatura para que tenga una buena base.
En ella que cuenta la historia de dos hermanos, uno de ellos va un día en un coche con sus padres, y debido a su estado de embriaguez, tiene un accidente y ellos mueren en el mismo, pero él queda vivo y va a la cárcel.
Más de la mitad del metraje de este largo film, sin necesidad, se pasa en los ensayos con pruebas cada vez más excéntricas que lleva a cabo la exigente directora con los dos protagonistas, Félix Rivero un joven actor carismático, triunfador en Hollywood, que ha hecho un buen número de películas y ha obtenido un puñado de premios, mientras que Iván Torres es un veterano maestro de actores, fundamentalmente de teatro, pero más modesto, que ha ganado prestigio pero pocos premios, que cree que el arte no debe competir, que se dedica a dar clases a alumnos de interpretación, con lo que complementa lo que gana actuando, ya que no exige mucho por su trabajo, criticando de paso lo que gana el otro al ser más famoso, pero no por ello mejor actor.
A lo largo de esos ensayos se van definiendo las actitudes y posturas de cada uno de los dos, la rivalidad que se establece entre ambos, la manera de ver la interpretación y de encarar cada uno el personaje que le ha correspondido.
Hay ocasiones que elogia cada uno el trabajo del otro, pero después por detrás critican el ego personal.
Se gastan bromas o se tienden trampas interpretando posturas personales que no son verdad y disfrutan de ver cómo se tragan esa interpretación.
La verdad es que esta historia, que trata de hacer una crítica al cine de autor con algo de comicidad, adolece de cierta teatralidad, sobre todo en la primera hora de la narración, ya que no se sale de lo mismo, los ensayos, mientras que en la segunda mitad ya hay algo de más movimiento y salida a exteriores con lo que se anima un poco el ritmo de la misma.
No cabe duda que hay casi exclusivamente tres grandes actores en escena todo el tiempo, con algunas entradas y salidas de los secundarios que pasan un poco desapercibidos.
La dirección en esta ocasión está repartida entre los dos realizadores argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat, que comenzaron en el cine haciendo cortos, documentales y largometrajes siempre juntos, entre los que destaca El ciudadano ilustre (2016) y en 2018 y 2019 cada uno hizo una cinta por separado.
Ahora vuelven a reunirse en esta ocasión en 'Competencia oficial' (2021) que ante el trío que tienen delante imaginamos que poco han debido tener que hacer.
La película ha pasado por la Mostra de cine de Venecia y por el Festival de cine de San Sebastián sin pena ni gloria y ciertamente dado el ritmo de la acción y el poco movimiento de la misma, muy divertida no resulta, siendo más atractivo el reparto que ilustra el cartel que la historia y el resultado que se ha obtenido de ella.
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