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CRITICA
Por: PACO CASADO
Continúa el cine norteamericano sacándole el jugo a la moda del género de la ciencia ficción y a las segundas parte de éxito ya consagrados por las taquillas.
En esta ocasión tenemos la continuación de Star Trek. La película (1979), en donde la nave Enterprise sigue la aventura por el espacio para llevar a cabo el proyecto titulado Génesis, que no es otro que el de tratar de llevar vida a otros planetas, mediante un procedimiento que hace florecer la vegetación haciendo así posible la habitabilidad, partiendo de la materia muerta.
En esos momentos el almirante James T. Kirk está dedicado a la instrucción de los nuevos cadetes de la Flota Estelar.
Pero el crucero de entrenamiento se verá convertido en una misión mortal y los valientes tripulantes de la nave, con el almirante Kirk al frente, deberán impedir que el malvado Khan Noonien Singh se apodere del proyecto y lo use para sus propios fines por lo que se habrán de enfrentar nuevamente a él que tratará de deshacer todo los planes robando el proyecto, utilizándolo como arma definitiva.
Nuevamente se entabla la lucha de las naves en el espacio sideral en un supuesto siglo XXIII, lo que da motivo para exhibir, una vez más, los espectaculares efectos especiales, llevados a cabo por el mismo equipo de anteriores películas de éxito de este género como La guerra de las galaxias (1977), escrita y dirigida por George Lucas.
Este film no tiene la misma acción y la movilidad del título anteriormente citado, debido a un guion que en ocasiones está falto de ritmo, tal vez debido a una dirección de Nicholas Meyer que resulta más artesanal que la que le dio en la primera parte el veterano Robert Wise,
La cinta posee dignidad y la historia que se nos cuenta se sigue con interés, con luchas espectaculares, con buenos efectos especiales y una correcta fotografía de Gaines Rescher.
Las escenas más vistosas y espectaculares están subrayadas por la espectacular música compuesta por James Horner que, en cierto modo, continua con la misma pauta marcada por Jerry Goldsmith en la primera entrega.
En el capítulo interpretativo hay que destacar la veteranía de Ricardo Montalban incorporado al personaje de Khan y la ajustada labor del resto de los demás intérpretes que componen el reparto de esta historia.
Premio Saturno a la dirección y a William Shatner como mejor actor por la Academia de ciencia ficción.
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